lunes, 28 de noviembre de 2011

ANÓNIMO (II) y fin....


Ya ni me acordaba de ti.
Suena el móvil y veo en la pantalla número desconocido. Táctica de ataque:

- creoqueteestásequivocandodenúmero
-piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Me cago en tus muelas, no me cuelgues!. Almenos he podido decírtelo. No soporto que alguien se esté perdiendo este amor loco y furtivo por un error, por un simple número mal marcado, o solo por una cifra mal puesta. Ella merece recibir estas llamadas.

Suena de nuevo. Descuelgo pero no digo nada.

- Ya lo sé.
- Entonces... ¿por qué....?
- ¡Calla! ¡Cállate!
- Eeeehhhhhhh, pero bueeeeeno!
- Perdona. Déjame hablar. Lo sé desde la primera llamada, me di cuenta que había marcado mal cuando colgué. Pero me gustó. No había vuelto a llamarte porque he estado de viaje por trabajo.
- Podía haber sido un tío, una vieja, una miedosa paranoica...
- Ya. Me gustaba tu silencio. No me preguntes por qué, pero tenía la certeza que eras una mujer. Me has ido cogiendo el teléfono, me has seguido el rollo.
- ¿Mi silencio? Pero si no me dabas tiempo a decir nada. Te recuerdo que hace un segundo me has hecho callar.
- Perdona de nuevo.
- Bueno, pues nada, ahora ya está. Un placer haberte entretenido y que haya suerte con ese amor.
- No, no, noooooo... Quiero seguir llamándote.
- Ahora ya no tiene ninguna gracia, ya no hay intriga.
- Es que no tenías que haber dicho nada. Me gusta imaginarte, sí creo que voy a seguir llamándote.
- Mira... haz lo que quieras. Déjame hacerte una pregunta, ¿de dónde eres?, ¿desde dónde llamas?
- Mmmmmmmhhhh es que si te digo esto...
- Vale, pues nada, adiós.
- Soy de Vitoria y estoy en Vitoria.

Vaya, esta respuesta ha sido peor que un chute de penicilina de la que soy alérgica. Mira que hay sitios en este mundo y tenías que ser de una mini provincia que me trae demasiados recuerdos. Por un momento pienso que lo has dicho para putearme, que sí me conoces y has empezado tu cruzada para joderme. Pero menuda tontería de pensamiento...

- Me gusta cuando te quedas así y solo oigo tu respiración. ¿Te pasa algo?
- ¿Cómo te llamas?
- Iker
- Me estás engañando.
- ¡¡¡¡Ahí va la hostia!!!! No.
- Jajajajaja, vasco sí eres. En serio, que ya está "game over".
- No. Te llamaré más.
- Pues hazlo desde un número en el que yo pueda localizarte.
- No. Bueno, no sé... ya veremos. Dime tu nombre.
- Ni hablar. Ahora la anónima soy yo. Cómo cambian las cosas ¿eh?
- Vaaaaamos. Yo te lo he dicho.
- Tú has llamado a mi puerta, yo no. Así que es de educación presentarse. Por cierto, me gusta tu voz.
- Te llamaré. Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip

Qué lástima, con lo que prometía esta historia. Prometí contarlo si pasaban más cosas. Siento que no haya tenido más glamour.

¡¡¡Eeeeeeeeso es todo amigos!!!

I support TACHELES!!!!!!


SINCOPADA SUPPORTS TACHELES




TACHELES propició un animado debate en nuestra fuga másqueperruna a Berlín. A mí fue lo que más me gustó, obviamente después del MUSEO RAMONES, poco artístico pero muy emotivo (al menos para mí, ramoniana 100%). La diferencia de opiniones se basó en el hecho de ocupar un espacio para hacer de él algo libre y abierto para todos y después ponerle un candado...la polémica estaba servida, pero discrepar a veces es saludable y fortalece la amistad.

Me sumo a la campaña de soporte para que TACHELES resista y perdure. Si alguien más tiene ganas puede entrar en ese enlace y apuntarse a la causa.

Ahora tendré que volver a Berlín para poder ver mi foto colgando junto a los otros cientos que allí hay. Tengo que volver a Berlín.


" EL MUNDO ES TAN BONITO Y VALIOSO QUE SE LUCHA POR ÉL"

(Ernest hemingway) 


viernes, 25 de noviembre de 2011

Más paseos cánidos....


Tengo tres recorridos establecidos para los paseos cánidos.
En uno de mis tours preferidos hay un semáforo que si lo pillas poniéndose en rojo tienes que esperar tres turnos para poder cruzar. Si nos pasa este contratiempo, como el perro es nerviosillo y quiere cruzar aunque sea sobrevolando los coches o metiéndose bajo las ruedas, hago que se siente y espere educadamente.
Esta semana, encontrándonos en tal situación, el chucho se me quedó mirando en plan "por favor, dime ya VAMOS, por favoooooor", y claro, ante esa mirada no me puedo resistir y me puse en cuclillas para cogerle la cabeza, mirarle a los ojos, decirle "pero qué guapo eres, amore" y terminar con un abrazo en el que él se apoya en mi hombro. Cuando me incorporé había un chaval muy cholo (chándal blanco enseñando los gayumbos, pendientes de brillantes, crestita a lo Neymar...) que me miraba con repugnancia, con cara de "por tu culpa me va a salir un herpes".

- Pero que ajjjjjjjjjjjjjjjjco

- !?!?!?!?!!?!?!?!?!?

- Pava que me das ganas de potar

- !?!?!?!?!?!?!?!?!?!

- ¿Tú sabes cómo se llama esto que haces?

- !?!?!?!?!?!!?!?!?!?

- Pero que ajjjjjjjjjjjjjjjjjjjjco. Tía, esto es "ingesto"... so guarra

- jajajajajajajajajaja... Coño, ¿tanto se nota?, ¿tanto nos parecemos?

- Machoooooooooooooo pero que burraaaaaaaaa y que ignorante. Que te digo que te follas a los perros, joder!

Luego cruzó corriendo y desapareció.
Madre mía, ¡cómo está el patio!

jueves, 24 de noviembre de 2011

Somos de las antiguas, ¿y qué?

Hace unos años, estando las Másqueperras y otros amigos exultantes y excitados ante la puerta del Razzmatazz, esperando a ver a nuestros adorados BAUHAUS, un par de niñatos se nos acercaron y nos espetaron a Kitty y a una servidora: "¡¡¡Hala, ¿vosotras sois de las antiguas, verdad?!!!"......
......uhmmmmmmm, sí, somos de las antiguas, de la época de The Cure, Sisters of Mercy, Alien Sex Fiend, Christian Death, P.I.L., Depeche Mode, Siouxie and the Banshees, Joy Division, Gary Numan, Nick Cave and the Bad Seeds, The Mission, The Fall, y un largo etcétera....interminable. Somos oscurillas desde siempre, profundas y  a veces hasta infinitas y plastíferas.
Y aunque ahora ya no vestimos ni nos pintamos como antes (aunque distamos mucho de seguir las normas de la etiqueta), nuestro espíritu sigue prácticamente intacto. Y lo más importante, también las ganas de disfrutar la vida y de compartirlo.
Por eso este sábado vamos a ir a ver a Sisters of Mercy, emocionadas, Másqueperras y algún que otro amigo igual de viejuno, al fin.....no sé si habrá que llevar alguna UCI móvil, más que para excesos lisérgicos, por si hay algún bajón de azúcar, subidón de tensión, ataque súbito de reuma o rotura de algún fémur.
Estoy nerviosa y todo, a mi edad, y siendo de las antiguas, manda huevos....

miércoles, 23 de noviembre de 2011

LA DUCHA


Ojos cerrados dejando caer el agua por mi pelo, cara, espalda. No necesito abrirlos, sé que está ahí, mirándome. Aguanto un poco más así, dejándome llevar por el ruido del agua al caer, imaginando sus ojos sobre mi cuerpo, abiertos, muy abiertos, y esa sonrisa anunciando lo que me espera.
¡Me gusta tanto este momento! Y cuando abro los ojos ahí está, todavía fuera, inmóvil, seco, deseando entrar pero al mismo tiempo intentando capturar mi imagen mojada en su retina y parar el tiempo. Le gusta y me lo dice. Me dice que es la imagen más erótica que ha visto nunca, que podría verla mil veces y mil veces alucinaría.

Con una sonrisa le invito a entrar. Tiene la piel de gallina, le rodeo la cintura con mis manos y lo atraigo hacia mi. Con un cambio de posiciones le tengo delante, mojándose, con el agua deslizándose por su cuerpo tatuado. ¡Es tan bello! Y empiezan a posarse las gotas en esas pestañas larguísimas y tupidas. No puedo parar de mirarle, de admirarle. Le incomoda que haga eso, pero es imposible no fijar mi ojos en los suyos, es imposible desviar la mirada de ese cuerpo que me electriza solo con saber que está cerca. Me abraza y me pide que no le mire más. Dejo que me envuelva, que me acaricie mientras voy notando su erección irremediable. Le beso por el pecho, por el cuello mientras busca y encuentra mi boca para morderme los labios. Y el agua caliente sigue cayendo sobre nuestros cuerpos siendo ya ajenos a todo lo que no está dentro de ese lado de la cortina.

Entre miradas lascivas nos separamos, le doy la espalda para poder enjabonarme el pelo. Él sigue frotándose conmigo, me invita a que yo entreabra las piernas para colocar su maravillosa verga, absolutamente erecta, entre mis muslos. Con cada movimiento mío noto como palpita su corazón entre mis piernas. De nuevo iniciamos un cambio de situación, vuelvo a ponerme debajo del chorro para aclararme el pelo. Cierro los ojos y no oigo nada, solo el ruido del agua, mientras noto sus caricias, su lengua entrando en mi boca entreabierta y volvemos a fundirnos en un abrazo largo y cálido. Me aparto y dejo que sea él quien reciba todo el calor húmedo mientras me aplico el suavizante. Le pido con la mirada que no espere más, que me folle, pero él decide enjabonarme el cuerpo como si fuese una niña pequeña. Me dejo hacer e inicio un juego que ya no tiene vuelta atrás. Pequeños mordiscos por el cuello y los pezones, le estoy pidiendo guerra. Le susurro al oído que necesito sentirle dentro, que le deseo, él siempre me dice que no hay tiempo, que ya llegamos tarde. Le miro suplicante y con un hilillo de voz le pido "por favooooor, sí hay tiempo. Hoy sí podemos".

Todavía enjabonados separo mi cuerpo de las baldosas poniendo mis manos en ellas. Arqueo la espalda y me ofrezco con las piernas separadas. No se lo piensa, lo desea tanto como yo y me agarra por las caderas para atraerme hacia él. Gran fantasia la de la ducha, pero nunca resulta fácil. Resbalas, te das golpes, te entra el agua en el oído... pero nos encanta. Lo intentamos de nuevo, yo estoy atómica y él necesita descargar sí o sí. Levanto una pierna y la cosa mejora mucho, me embiste con una mezcla de fuerza y ternura. Quiero más, lo quiero todo. "¿Terminamos en la cama?". Vuelve a decirme que no hay tiempo. "Que sí, serán solo un par de minutos". Se ríe y me acaricia el pelo. Cierra el grifo y con la mirada me dice: "vamos".

Empapados, con el pelo goteando, me tumbo en la cama arrastrándole conmigo. En cero coma segundos estamos ensamblados. Sabemos que no serán dos minutos, ni tal vez cinco, ni... Sabemos cuándo empieza pero nos cuesta decidir cuándo parar. Con mis piernas rodeándole la cintura empezamos un baile acompasado, él lleva la batuta (nunca mejor dicho), no quiero que termine nunca este instante, ni los anteriores, ni ninguno que me separe de esta piel. Con la voz entrecortada le digo que eso es magia, que somos anatómicamente perfectos. Se detiene un momento, me mira, succiona mis labios, gime y se corre.

"Amor, tú ya llegas tarde y yo perderé el tren. Hay que darse prisa". Siempre igual, amarse para despedirse. Una y otra vez.
Todos los días entrar en la ducha, abrir el grifo, dejar que el agua caiga por mi piel y cerrar los ojos e imaginar. Esperar que llegue ese día otra vez.

martes, 22 de noviembre de 2011

Noche de Jazz (fa olor de nit)


Llegamos con tiempo y aún pudimos charlar brevemente con él. Ismael es amigo de B la Leona (alias la Fountain) y nos había dejado unas invitaciones en la entrada. Es sencillo, humilde, un genio disfrazado de normalidad, asequible y transparente.

Ismael: ¿Habíais estado aquí alguna vez, en este local?.
B la Leona: No, nunca, pero está muy bien.
Sincopada: no, pero me gusta, huele a antro cuando entras, a cueva rancia, a alcohol.
Ismael: sí, huele a "noche" (fa olor de Nit).
Sincopada: eso es, exacto, la has clavado, huele a Noche, a trasnoche más bien.

Le hace especial ilusión tocar  en Lleida, dice, sus orígenes son de aquí. Conseguimos una mesita justo delante de ellos, acogedora, con buena visión y mejor audición.

Empiezan el concierto con "Matí de posguerra" y nos arrean la primera en la frente, tan conmovedora, tan triste y dulce a la vez. Después llega "Ja és hivern a la ciutat" y se me abren las carnes. Por completo. Una tras otra repasan su último disco, "Jazz Ateu". Tremendo. Lo recomiendo aún no siendo amantes del jazz, os gustará.

Ismael Dueñas tiene unas manos interminables que acarician el piano como si fuera lo más natural, los dedos hacen cabriolas sobre las teclas, la armonía y la melodía paracen simples e innatas. La genialidad sí lo es. Se nace, no se hace. Él nació.

Joan Montera al contrabajo es fascinante, hipnótico. Justo delante de ellos me retumba el interior suavemente. El contrabajo me parece un instrumento cautivador, tan femenino, como una mujer de amplia grupa, reluciente madera ofrecida con 4 cuerdas y tanto por dar....es sensual, casi diría erótico, él cierra los ojos y baila con ella, contoneándola con dulzura, haciéndola gemir notas, como una musa de Man Ray descabezada.

Òscar Doménech a la batería repasa con sus escobillas y baquetas,  platos, platillos y cajas, consiguiendo esa atmósfera tan jazzera, tan contenida, tan alejada de esas baterías estruendosas del rock'n'roll. No es fácil, es la justa medida necesaria que da el sonido aterciopelado que envuelve nuestros oídos.

Naturalidad, complicidad, sencillez, cuando el espíritu creativo surge sin artificio, libre. La gran apuesta es esa, ser naturales, entregarse y disfrutar con lo que se hace bien.


ISMAEL DUEÑAS TRÍO funciona al perfección amparados por una complicidad manifiesta y el buen hacer, cuando los que tocan son buenos músicos. Sin más, fue increíble.

Y al llegar a casa contemplo ya sin emoción la farsa política y pienso:"bah, da igual, siempre nos quedará la música y la creatividad, ahí siempre seremos libres".

"Fa olor de nit" creo que sería un buen título para una canción de jazz.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Hartazgo


Es díficil y cansado ser yo.
No porque tenga poder, ni por tener que tomar grandes decisiones, ni tengo que educar a nadie, ni ser ejemplo, ni manejo grandes cantidades de dinero, tampoco pago hipoteca, no tengo coche ni conduzco, no vivo de mi imagen... y sin embargo estoy agotada.

Todo es difícil porque no valoro la estabilidad. Me canso de aquellas cosas o actividades que dejan de ser estimulantes, que no me suponen un reto. Soy mi peor enemiga. Nadie osaría ponerme al límite como yo lo hago. Me exijo que todo tenga sentido, no hay ambición detrás de esta actitud, no se trata de ganar o perder, se trata de hacerlo todo bien. Me reto constantemente, es la única forma en la que siento que mi vida se mueve. Mi día a día carece de interés, almenos para mi.

Esta forma de ser deja exhausta y llevo años intentando ser más benevolente conmigo, pero no lo consigo. Cuando tomo decisiones soy capaz de llevarlas hasta consecuencias duras, llegando a un grado de inflexibilidad asfixiante. No sé desprenderme de la jodida y absurda autoexigencia que practico desde que tengo uso de razón. Perfeccionista desde muy pequeña porque la educación recibida no me permitió ser de otra manera. Me crié con dos máximas que se repetían constantemente: "Háztelo todo tú, nadie lo hará mejor" y "No muestres debilidades, no llores, sé fuerte".

Lo de no mostrar mi parte más tierna, lo voy dejando atrás. La famosa coraza protectora con la que todo el mundo me identifica ahora, no era tan visible hace un año. Poca gente veía que más allá de esa dureza exterior había calidez. Basta de ser fuerte. He llorado en los últimos cinco meses lo que no había llorado en más de 40 años y, sinceramente, no me siento mejor pero me siento más humana. Después de haberme roto en mil pedazos tengo la oportunidad de reconstruir, de intentar potenciar lo que había estado tan oculto. Estoy en ello.

El tema "self-made" lo llevo peor. Ahora estoy en un momento efervescente: quiero dejar el trabajo (he llegado a una tregua verbal con mi jefe de esperar hasta el verano, si aguanto), me gustaría desaparecer una temporada, me gustaría encontrar algo que me motivara para empezar de cero... y me temo que volveré a exprimirme una y otra vez.
Y es curioso porque a menudo me invade la sensación que el tiempo pasa mientras yo permanezco inmóvil.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Duele


Ahora sé que jamás vamos a estar juntos, y me duele. Todo este amor se diluirá o intentaremos dárselo a otros por no desperdiciarlo. Acumulamos la energía de una bomba atómica.

Me gustaría odiarte, pero sólo sé quererte, absurdo y demencial. No sirve de nada intentarlo, ni siquiera encuentro un buen motivo para hacerlo. Eres como el sol.

Soy incapaz de soltarme, agarrada con vehemencia a tus palabras, que son lo único que tengo, lo más que me has dado. Y me duelen, me perforan.

Nunca hubo promesas pero creímos inocentemente que el destino nos guardaba un mismo rumbo. Sin atrevernos a decirlo lo presentíamos como algo inexorable. Y ahora todo es nada, y es dolor.

Esperando, viviendo, en otros cuerpos y otras risas, vacías porque no son la tuya. Ni la mía. Y qué más da.

Pasarán cien mil días y seguiremos enamorados del amor, del quererse tanto.

Nunca habrá un final, seremos tú y yo siempre, tú ahí y yo aquí. Pero nosotros. Por los siglos de los siglos, antónimos de los sinónimos. Y nos dolemos. Pero nos queremos.

Nos daremos finalmente ese largo y dulce abrazo y podrá reventar el Universo entero. Como una supernova que implosiona, una contradicción estelar.




Cuerda demencia, amor. Resiste. Yo lo haré.




"...en realidad , es casto y no le gustan mucho los avatares de cama, los encuentra monótonos y rudimentarios y, sobre todo, cómicos. Pero son indispensables para que le amen. Las mujeres son así. Les gusta. Y él necesita ser querido. En primer lugar, porque es un divertimento para olvidar la muerte y porque no hay vida alguna después, ni ningún Dios, ninguna esperanza, ningún sentido, sólo el silencio de un Universo sin razón. En una palabra, engañarse y disfrazar la angustia a través del amor de una mujer...."  (Bella del Señor, Albert Cohen).


Mi canción favorita de The Clash es la banda sonora de nuestra historia. Creo que Mick Jones la escribió para nosotros cuando tú aún no habías aprendido a andar siquiera. Con ella surgió el cisma entre él y Joe Strummer, las relaciones cambian y nada es para siempre. Las mismas cosas se repiten, es universal, somos humanos, nada más. Aprendemos a base de hostias, no queda otra.


jueves, 17 de noviembre de 2011

TOGUNA


Fue en el País Dogón, en Malí, donde descubrí lo que es la TOGUNA o CASA DE LA PALABRA.

Los dogones transmiten sus costumbres y cultura mediante palabras, tradición oral, no escrita. De generación en generación.

En la TOGUNA  se reúnen, charlan, traspasan sabiduría y, lo más curioso e importante, discuten y median los conflictos que se dan entre los habitantes de la aldea, siempre  presente el jefe de la misma.

Andábamos de poblado en poblado con nuestro guía Chemoko y en cada alto del camino nos dirigíamos diectamente a la TOGUNA a saludar al jefe y a obsequiarle con una bolsa de nueces de cola, fruto rosaceo que les encanta porque les pone las pilas (contiene un 5% de cafeína). Éste era un ritual ineludible, muestra de gratitud y respeto, a lo cual ellos respondían con hospitalidad y amplia sonrisa.

Me llamó la atención y pregunté a Chemoko:

Sincopada: Chem, ¿por qué tiene esa forma la TOGUNA y es tan bajita?.

Chemoko: es sencillo, Sincopada, para entrar en ella hay que hacerlo sentado. Esto es muy útil cuando se discuten temas de la aldea, conflictos entre vecinos ya sea de tierras, de animales, de mujeres o de política y religión (100% animistas, para vivirlo).

Sincopada: pues más que útil lo veo incómodo, ¿dónde está el truco?.

Chemoko: cuando los ánimos se caldean, nadie puede ponerse de pie para agredir a otro, todo se acaba solucionando con palabras, sin violencia.

Sincopada: ¡¡Joder, qué buena idea!!. Creo que en todos los parlamentos del mundo tendría que haber una TOGUNA, porque los políticos han  perdido los modales, las formas y las ideas.

Llega el momento de votar. La política me asquea y me aburre, sin embargo tengo conciencia y hasta cierto punto compromiso, pero ya no me creo nada, la desilusión es lo peor. Y dudo mucho, no sé qué hacer y me veo emigrando a África el 21N.

Si pudiera meterles a todos en una TOGUNA para debatir con criterio, respeto y sentido común, no sé si me entrarían ganas de lanzar una cerilla encendida en su tejadillo de paja y que ardieran como teas todos juntos, por mentirosos, ruines, aprovechados, farsantes, vendidos, maleducados, corruptos y vacíos.




miércoles, 16 de noviembre de 2011

JINGLE BELLS


Me gusta la Navidad. (¡Ea, ya lo he dicho!).
Con lo denostadas que están estas fechas y yo atreviéndome a revelar que me molan.
Me gustan las luces en las calles. Es una fijación que me viene desde pequeña, me quedo hipnotizada con las luces de colores (puede que sea un poco [o un mucho, según se mire] bobalicona).
Me encanta sentarme alrededor de una mesa con mis hermanos y comer, beber y reír. Y aunque lo hacemos el resto de los meses y los días del calendario la comida de navidad es única, solo nos la permitimos una vez al año.

En noviembre de 2010 mi sobrina más mayor, M., se fue a vivir durante un año a Toronto. En una comida después del verano comentó que le haría ilusión celebrar la comilona del 25 de diciembre con nosotros, pero dado que era imposible, nos propuso hacerlo un mes antes. Pas de problem!
Fijamos como día de navidad el 21 de noviembre. Nos repartimos las tareas para que no faltara de nada. Incluso acordamos aprendernos algún villancico para hacerlo más completito. Solo pusimos una condición: no volver a repetir el opíparo ágape el día de autos. Mi hermana mayor puso morritos, pero no, eso solo se puede hacer una vez al año y no hay negociación posible.

La semana próxima M. regresa a casa (joder como el anuncio de turrones!, no había caído). Pregunté si mantendríamos el cambio de fecha y me dijeron que no, que este año todo volvía a ser tradicional. ¡Jo! Me moló hacer del 25 de diciembre un día normal sin renunciar a sus placeres.

Ayer, mientras le cocinaba unas lentejas a mi hermana, hablábamos de lo numerosa que había sido la familia, que era necesario hacer filigranas para caber todos, ya no en una mesa sino en una casa. Teníamos que poner maderas con caballetes para ampliar la mesa y ahora apenas hay que abrir el ala.
Entre defunciones, divorcios y separaciones hemos pasado de una familia de varias generaciones a una panda de degenerados, que aprovechan cualquier ocasión para ponerse ciegos de todo.

La última navidad en la que coincidimos 4 generaciones en una mesa fue la de 1997. Fuimos 16 personas. En la de 2010 éramos 8 de 2 generaciones. Pero como somos de reírnos de todo, hasta de nuestros muertos, va mi hermana y me suelta: "Si nos mantenemos de aquí a diciembre en 8 o alguno más, nos sentamos a la mesa. Pero como se produzca alguna baja más, lo hacemos de pie y el caldo nos lo tomamos con pajitas".

¿Alguien quiere acompañarme para que podamos sentarnos?

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails