Hace 30 años que murió Bob Marley. Como si fuera ayer mismo, me ha venido un recuerdo a la memoria: una little Sinco, con 10 años en aquél momento, mostraba a la hora del patio en un colegio de monjas una fotografía, del SuperPop, seguramente, a un puñado de alucinadas compañeras, que no entendían ni quién era ese tío ni por qué yo estaba llorando su muerte. Supongo que gran culpa de todo ello la tuvo mi
hermano mayor, posthippie oscuro seguidor del rock sinfónico, que tanto me enseñó de música. Algunos LP's que guardo de Marley son suyos (bross, sí, los tengo yo...y otros tantos discos tuyos).
Pero tampoco puedo separar de mi coco todo lo visto y vivido durante mis periplos por África, mochila al hombro...amo África, añoro África. Marley es África, y viceversa.
En
Bandiagara (Malí), conocí al único rastafari con el que me he cruzado en la vida. De manera tranquila e indolente regentaba un pequeño y cutre albergue, el
Auberge Kansaye, donde pasé los días previos y posteriores a mi incursión en el País Dogón, preparándolo todo. Allí se desayunaba con Marley, se cenaba también y se dormía (tarde, mal y ciego) al ritmo de su música.
Boubaccard Kansaye, el rasta coleccionista de sombreros, gorros y boinas, fumeta empedernido, de blanca sonrisa amable, es el tipo más pacífico que jamás he conocido.
Una tarde, sentados en el jardín de su albergue, fumando y bebiendo "Flag" y escuchando reggae, intenté explicarle lo que es el estrés. No podía entenderlo y le envidié. Desde entonces, cada vez que nos cruzábamos y me veía agobiada preparando mi aventura, él me decía:
-"Sinco,
pas d'estress".
A lo cual yo contestaba:
-Boccard, c'est toi qui est rasta, pas moi!!.
A la vuelta de aquellos 8 días pateando y alucinando por el País Dogón, Boccard montó una cena para despedirnos. Cuando ya llevábamos bastantes cervezas y otros tantos petas mortíferos en el cuerpo, empezó a sonar en su aparatejo de música
"Redemption song".
Supongo que en parte debido al cebollón que llevaba, cerré los ojos y me puse a llorar como una imbécil.
Boccard: ¿qué te pasa, Sinco?.
Sinco: esta canción me pone muy triste, no puedo evitarlo, me trae recuerdos.
B: ¿por qué?
S: por la letra, por todo, por la vergüenza y por la miseria humanas.
B: a ver, cuéntamelo.
S: hace 2 años estuve en Senegal y fui a visitar la isla de Goré, ¿has oido hablar?.
B: uhmmmmm, no, creo que no.
S: está en frente de Dakkar, pero es como un paraíso al lado delo que hay en la ciudad. Antes vivían allí los colonizadores que se dedicaban al comercio de esclavos. Allí hay un lugar que es patrimonio de la Humanidad, la "Maison des èclaves". Estuve visitándola.
B:¿y qué viste allí que tanto te hace sufrir?.
S: allí está la "puerta sin retorno", una puerta que da al océano, donde atracaban los barcos que salían hacia América cargados de personas.
B: ¿esclavos africanos?.
S: sí, justamente. Cuando traspasaban esa puerta sabían que nunca más iban a volver a sus casas, ni a ver a sus familias. Algunos enfermaban y morían antes de embarcar, otros caían al agua y como no sabían nadar se ahogaban, nadie se molestaba en sacarlos.
B: la codicia y la ambición son propias de cualquier persona, sea blanca o negra. Aquí, en Malí, también hubo mucho comercio de esclavos incluso esclavismo entre los propios negros por ser de distintas etnias.
S: ya, Boccard, nadie es mejor ni peor por ser de una raza u otra, pero cuando estaba frente a aquella puerta, no sé por qué, me sentí fatal y me puse a llorar, y recordé la letra de "Redemption song". Cada vez que la oigo, me pongo malísima.
B: no te sientas culpable de lo de los demás, sólo de lo tuyo, y agradecida por ser sensible.
S: tendrías que ver las caras de algunos inmigrantes africanos cuando llegan en pateras o en piraguas a las costas españolas, es horrible. Hay miedo, hay terror, algunos llegan muertos, ¿cómo puede alguien pensar que se juegan la vida por gusto, para venir aquí a seguir siendo esclavos?.
B: hoy estás aquí, pasándolo bien, Sinco, pas d'estress. Disfruta de la noche y de la gente.
S: tienes razón, ponme otra cerveza y cambia a algo más animado, vamos a bailar, anda.
Esa puerta............¿cuántos debe haber cruzándola hoy mismo?.