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Los Carniceros del Norte |
Hay una sala de conciertos cerca de mi pueblo donde cualquier aficionado al punk, hardcore, psychobilly, ska y demás lindezas puede dar rienda suelta a sus pasiones. A veces, incluso, viejas glorias de mi juventud, resucitan de sus tumbas para taladrarnos con sus canciones (sí, querido Cabrónidas, el mes pasado tocaron aquí "Monstruación"...créetelo aunque te cueste, yo no estuve para contarlo, una lástima...o no...¡o sí!).
Una tarde de esta semana, paseando por la ciudad, vi el cartel:
¡¡No me lo podía creer!!, mis queridos Carniceros del Norte tocando aquí, en plena estepa lleidetana, tenía que ir sí o sí.
El nombre de los otros dos grupos no me sonaba de nada pero me parecían tan punk y tan nostálgicos...Kante Pinrélico y Eyaculación Post-mortem...qué cachondos. Yo siempre he querido tener un grupo punk que se llame Los Esforzados...pero esa es otra historia.
Por un momento dudé de que mis pabellones auditivos estuvieran aún receptivos para ese tipo de sonidos, pero qué coño, había que intentarlo.
Quedé con mi colega J., ilusionados ambos ante la perspectiva de poder oír en directo una banda que, para nosotros, son una mezcla acelerada de The Cramps y Parálisis Permanente....una delicia, vamos.
Ya veníamos caldeaditos de ánimos desde el sábado anterior, cuando fuimos a ver el remake de "Evil Dead". Hacía tiempo que no disfrutaba tanto en el cine viendo una de terror y sangre, es tan gore, tan bella, tan....¡tan divertida!.
Nos acercábamos a la Sala La Nota y me di cuenta de que la mayoría de personas allí congregadas tenían, al menos, la mitad de años que nosotros. Vaya par de antiguos.
Yo, que soy muy yo, y él...que vaya otro. ¿Qué puedes esperar de alguien que lleva una chupa con parches de "Parálisis Permanente", "The Cramps", "Misfits", "Turbonegro", "Ramones" o "Kiss" y en un brazo tatuada la calavera de Motörhead y en el otro en anagrama de "Killing Joke"?....pues eso, que sea tan friki como una, incluso más.
Al entrar en el garito sentí que atravesaba un túnel espacio-temporal, situándome 20 o 25 años atrás. El sitio es muy auténtico y trajo a la memoria tantas y tantas tardes y noches en el Aritjol, el Anti, el Soroll, el Aro Sacro, el Café Voltaire, el Marcapasos....aquellos fines de semana de tripada ininterrumpida, de cervezas y amigos, de conciertos infumables, de tráfico de maquetas inaudibles, de nuestro fanzine "La Asamblea de Vikingos"...de pronto me sentí mayor, extraña, aunque me reconocía en cada una de aquellas personas, pero como si ahora lo viera todo desde otro prisma muy distinto.
Empezó el concierto y tuvimos tanta suerte que "Los Carniceros del Norte" fueron los primeros. El batería no estaba, parece ser que había pillado tal papa que no pudo salir a tocar, sonaba enlatado pero el resto de la banda ....estuvieron espléndidos. La estética y el sonido me chiflan, esa mezcla entre lo punk, lo siniestro, el psychobilly y el bizarrismo más brutal, las canciones llenas de referencias oscuras y gores y la guinda fue una versión acelerada de "Un día en Texas" de Parálisis Permanente que fue como estar oyendo a Benavente y su banda...casi orgasmamos.
De repente asoma un perro en el escenario, se lanza al público, ¡pobre bicho, lo van a aplastar!...la masa enfurecida salta, bebe y fuma...¡¡se puede fumar!!...¿me he muerto y estoy en el paraíso?.
Después de unas cuantas cervezas y algo de fumar perdimos el mundo de vista en pos de una risa imparable y atroz que duró por lo menos 3 horas. Fue sano y terapéutico, sólo había que controlar un poco que no nos aplastaran en un pogo salvaje o nos rompiéramos los dientes intentando beber de una botella mientras la concurrencia pegaba botes como unos posesos....¡juventud divino tesoro!. Nosotros ya no estamos para eso. Para cuando salieron a tocar los otros dos grupos ya llevábamos tal morao que no sé si eran buenos o malos, pero diría que no me perdí gran cosa...
Por la mañana me dolía la cabeza una enormidad, estaba hecha trizas, sólo recuerdo haber cogido el camino de cabras que me trae hasta el pueblo para sortear controles drogadícticos variados...y poca cosa más.
Pero la sensación de haberme sentido como en casa en ese garito...eso es un antes y un después, volveré a ir sin dudarlo, aunque sea como la madre de todos, al menos nadie me llamó "señora" ni de "usted"...creo que aún soy joven.
Creo no, qué coño....¡¡¡lo soy!!!.
No somos románticos...¡¡somos Nekrománticos!!