martes, 29 de enero de 2013

Los polvos más caros de la historia del polvorón



- Oye, que me voy a Madrid... he cogido un día de vacaciones para ir a conocer a un tío que me llama chorbiiiii, tronca y no sé cuantas lindezas más... pero con el que me parto de risa

- ¡¡¡¡Vooooy contigo!!!! Tengo ahí un fichaje que es un "cielito", que me dices cosas hermosas y que vendrá en febrero... pero no sé yo, mejor voy y le sorprendo.


Y aquí estamos en el AVE de vuelta* dos másqueperras cansadas, folladas y más pobres, bastante más pobres.
Teníamos hotel, un cuatro estrellas con reserva pack por horas (¡qué gran invento!) hasta las seis de la tarde. A las cinco pasadas acaba la más tardona, checking y nos lanzamos a la nutrición, la hidratación y la nicotina.
Qué bien, tenemos tiempo  para hacer unas birras, unos vinos, unos lo que sea. El AVE de vuelta sale a las 20:25. Nos metemos en una bodeguilla, productos extremeños, buena pinta, así que escogemos copa de vinito a la carta y... copita-tapita, copita-tapita... y así hasta ¿tres?, ¿cuatro? difícil contarlas porque ya pesan las cañas anteriores.

- Son las ocho menos veinte, nos da tiempo a hacer la última ¿no?
- Siiiiiii, si estamos aquí al lao...
Ponemos el pie en la estación y... "correeeeeeee que son y veinte". Cruzamos la selva amazónica como buenamente podemos, pasamos el control con la bolsa de mano con condones, lubricantes y chorradas varias... ah bueno, no... y un libro, que eso siempre viste. Corriendo o a medio tambaleo llegamos al mostrador:
- ¡¡¡¡No, no, no, nooooooooooo que están cerrando, no puede seeeeerrrrrr!!!!!

Que si ya no se puede, que no insistamos que se puede acceder a las vías DOS MINUTOS ANTES, más tarde no (¡joooooooder, que el tren está ahí, que hemos llegado a tiempo! [cara de malas pulgas] Anda, abre [gesto de no me toques los huevos bonita]).
Que si no se puede, que el interventor ha dicho cerrar, que sale otro a las nueve, que compréis un billete nuevo (¿¿¿cóoooooooooooomorrrrr??? [risa floja] Anda, abre la puerta)
Que si uffffff tarifa web, que si esto no tiene arreglo, que si tenéis que pagar un billete nuevo, que si ésto no tiene arreglo...

A ver, nos hemos pegado el madrugón. Hemos mentido como bellacas, engañado a los más cercanos diciendo que íbamos por trabajo. Hemos gastado un día de vacaciones del 2013. Habíamos pagado ya el billete de ida y vuelta... Resumiendo, billetes + algo del hotel + cafés mañaneros + comer algo + beber un poco (o un mucho) + billete nuevo por nuesta mala cabeza... Nos sale un total de 520 euros por nueve polvos...

¡Hay que joderse, siempre perdemos los trenes por el puto alcohol!

* escrito en el AVE con mano temblorosa, risa floja y ojos de mapache... llegada a casa a la una de la madrugada. Transcripción después de 9 horas de trabajo y solo 4 de sueño, qué gran promedio.

jueves, 24 de enero de 2013

La Inopia


Había dicho basta. No podía sostener más esa doble vida que la estaba descuartizando por dentro. Llevaba mucho tiempo mintiendo a su marido, a su familia, a (casi todos) los amigos...y lo peor, o lo que en parte había desencadenado la necesidad de poner fina a esa situación, era que había empezado a creerse sus mentiras.
No le temblaba la voz cuando una llamada de su marido interrumpía una supuesta reunión de trabajo y ella le espetaba secamente "estoy ocupada, ¿no puedes esperar a que llegue a casa?". Engarzaba cuidadosamente historias y excusas que no levantaran la liebre y que puediera utilizar indistintamente en función de la situación, tanto con unos como con otros.

Vivía parte del tiempo como había escogido hacerlo hacía años, con esa persona que quería pero por la que sentía cada vez menos atracción, en esa casa en la que se sentía cómoda pero a la que le costaba regresar muchas noches, compartía vivencias con esos amigos que con el paso del tiempo quedaban pocas cosas que les unieran... Se enfundaba ese personaje todos los días y vivía como todos esperaban que lo hiciera.
Y luego tenía ese espacio vital no compartido, furtivo. Esos momentos de sentirse deseada, de inventarse viajes de trabajo para poder ir a follar a cualquier sitio con un amante cualquiera, o simplemente para dormir sola en un hotel de su ciudad. 
Esta situación ambivalente la había vivido sin problemas los últimos tres años. Al principio incluso le excitaba solo la idea de ser descubierta, aunque tuviese mucho cuidado en intentar evitar que eso pudiera ocurrir. No era ajena al dolor  que eso podía comportar, pero tampoco había sido el freno para parar.

Si aquel día su cita no la hubiese dejado plantada en la cafetería del hotel donde habían quedado, probablemente no habría tomado esta decisión de poner fin a once años de matrimonio. ¡Cuántas veces había salido este tema en las cenas de amigos! ¡Cuántas veces unos y otros habían fantaseado con lo que harían de saberse cornudos! 
Y mientras esperaba en la barra, a esa cita impuntual que nunca llegó, vio salir a Natalia del ascensor. Le vinieron a la cabeza las reflexiones de Carlos, el marido, la última vez que cenaron juntos y salió este tema en la conversación. "No creo que me engañe con nadie. ¡Pobrecita, si no tiene tiempo!. Entre el trabajo, los niños, la casa, ocuparse de sus padres... Que no, que no... además nosotros estamos bien, como pareja estamos bien". En aquel momento no puso en duda sus palabras, nada le hacía pensar que no fuese así. Pero ahora tenía a Natalia ante sus ojos, derritiéndose en carantoñas en brazos de un hombre que no era Carlos.

Pensó en Carlos, pensó en su marido, y se vio reflejada en esa imagen que acababa de protagonizar su amiga. No era justo lo que estaba haciendo, y además de no serlo estaba harta de fingir, de inventar, ya no sentía ningún cosquilleo con el riesgo... había convertido en normal su desdoblamiento. Le dolía en el alma hacerle daño a su marido pero era necesario dejar de mentir. Después de tres años convirtiendo su matrimonio en una estafa creyó que le debía la posibilidad que él pudiera escoger vivir, quizás, una vida que también pudiera gustarle más que la que compartían. Sí, iba a dejarle, sin ahondar mucho en los motivos, sin contarle toda la verdad, dejarle para que él pudiera ser también libre.

Y esa noche, después de recoger los platos de la cena, en su nueva casa más pequeña, más vacía, se reía sola con la copa de vino en la mano. Sacó el móvil del bolso y por enésima vez leyó el whatsapp que le llegó unos días después del incidente de Natalia y que había abierto la caja de los truenos. "Tenemos que hablar. Hoy. Esta noche. No pongas excusas y ven a la hora de cenar". Y esa noche que no puso ninguna excusa y fue a cenar a su casa, deseando tener valor para decirle que ya basta, se encontró a un hombre desconocido que había tenido el valor de juntar las fuerzas suficientes para decirle que no podía más, que llevaba más de tres años saliendo con otras mujeres, que aprovechaba todos sus viajes de trabajo para coleccionar amigas, que no quería seguir engañándola. 
Borró el mensaje, firmó los papeles que le había mandado su abogado y se fue a dormir sola.

martes, 15 de enero de 2013

GENT DEL BARRI

Cola en la carnicería. Tienen puestos unos asientos porque la carnicera (Zutanita para los amigos), se enrolla con las clientas como si le fuera la vida en ello. Vas a comprar medio kilo de carne picada y acabas perdiendo el pelo esperando, amén de irte, además de con lo que ibas a comprar, con media ternera de Aragón en canal, cuatro piernas de cordero y 20 hamburguesas preparadas para congelar “porque es sábado y prefiero vendértelo a ti bien de precio, que meterlo en la cámara”. La tía es una petarda desesperante, pero lo que vende es muy bueno y hay veces que, si tengo tiempo, claudico y voy a sabiendas de que voy a perder una hora de mi vida escuchando la vida y milagros de las vecinas del barrio. Un día estoy por llevarme un libro, a ver para cuántos capítulos me da la cosa.

Entro y planto mi culo en el asiento, mientras le hago un gesto a Zutanita. Hola cariño, espera un segundo que enseguida estoy contigo. Sonrío. “Un segundo” dice, qué morro tiene la cabrona. Compruebo que tiene una nueva ayudante, me la presenta sin dejar de blandir el cuchillo como una descosida. “Mira, ésta es María”. Holaquétal. “Trabajaba en la Boquería ¿eh?”, me dice Zutanita como diciendo “no te pienses que contrato cualquier cosa, bonita, que aquí hay nivel”. María me dedica un saludo sonriente con acento andaluz. Le sonrío de vuelta y saco el móvil del bolso para seguir la partida de Apalabrados que tengo con la amiga Sincopada. La muy zorra me está machacando, de nuevo. Estoy concentrada en el juego, cuando escucho que María empieza a hacer eeeecs y aaaaghhss, y levanto la cabeza para ver qué pasa: Zutanita le está pasando trocitos de carne a la clienta que está atendiendo, para que los pruebe, y la otra ni corta ni perezosa, los va agarrando y se los va comiendo como si fueran caramelitos. Que si mira, ésta no tiene nada de sabor de hígado (y la otra asintiendo mientras mastica), que si ahora prueba ésta, que la he cogido esta mañana en Mercabarna porque me ha parecido muy sabrosa ... entre las dos están haciendo una merendola de carne cruda que ya la querrían los de The Walking Dead.

María las observa con repugnancia ... “¡mira, la finolis ésta! ¿pues no le da asco la carne cruda? anda anda anda, que yo todo lo que os vendo lo he probado primero ¿eh? ¡¡¡que si no más de una vez os habríais llevado vaca enfebrá!!!” ... María le pregunta que qué coño es eso de vaca enfebrá. Y Zutanita le suelta “¡pues eso, enfebrá! ¡qué es un animal que lo han montado mucho! ... ¡¡y la carne enfebrá es mu’mala, se nota mucho!!”.

Empiezo a reirme y María me mira divertida, y me suelta: “ella dise que el animal está enfebrao, pero vamoh ... ¡que lo que quié desí eh que la vaca ehtá caschonda, jajajajaja!”

Y yo pienso para mis adentros ... “joer, si al final no voy a servir ni para comida”.


PD. Estoy viva ;-) Poco productiva, pero alive and kicking

PD2. Un poco de musiquita pa’venirse arriba (¡¡¡...esos Barricadaaaaaa de mis 15 años!!!)

Como animal caliente
su lengua violenta tu boca
invisible caricia
déjate arrastrar por la noche ...


sábado, 12 de enero de 2013

INSENSATEZ

ME GUSTA...

...negociar con él sabiendo que es una negociación absurda, que siempre saldrá ganando
...traspasar esa puerta de la cueva en la que hay que llamar con los nudillos porque no soporta los timbres
...ese gesto de invitación a pasar sin a penas mirarme, y oír cerrarse la puerta con llave
...quedarme quieta mientras espero instrucciones (inesperadas todas las veces)
...sentir vértigo cuando lo tengo delante y me clava la mirada
...su lado tierno y sus besos en la mejilla que indican que no me confíe lo más mínimo
...su lado salvaje e imprevisible
...su capacidad de entender lo que quiero aunque nunca se lo diga
...que nunca me haya preguntado como me llamo
...ver que cuando aparezco lo aparca todo y pone el móvil en modo silencio
...que me encienda los cigarrillos y los comparta conmigo
...utilizar su vaso o su botella para beber y que me mire cuando lo hago
...notar su brazo alrededor de mi hombro o cintura cuando sabe que me vestiré y me iré
...saber que no preguntará nada ni se interesará por mi vida
...jugar a ser más perra que él (y no conseguirlo)
...oír el sonido de su mano repicando en el sofá para decirme ven aquí
...mirar su sonrisa ladeada, sardónica, y conseguir generar una carcajada
...perder la noción del tiempo
...el tacto de sus manos, las más bellas y perfectas que jamás me hayan acariciado
...que me diga que soy su mayor hallazgo cuando no buscaba a nadie como yo, cuando no me buscaba
...el dominio que ejerce sobre mí y dejarme llevar
...poner yo los límites y que siempre esté de acuerdo
...aborrecerle hasta odiarle cuando aparece en escena y, sin embargo, desear que me diga ven
...que me desee y lo demuestre con hechos y palabras
...ser su jueguete y que él sea el mío
...que me pida de tal modo las cosas que no necesite imponerse para conseguir lo que se le antoja
...sentirme fuerte y segura cuando todo lo que envuelve esta historia es peligroso
...rozar el abismo
...que me haga reír y me mire con la ceja levantada mientras dice que no está acostumbrado a oír risas excepto la mía

ME GUSTA MUCHO...

...haber conocido al mismísimo Satán en persona
...que sea exigente conmigo y reconozca mi autoexigencia
...poder ser yo sin ninguna fisura cuando estamos desnudos el uno frente al otro
...perder el aliento y pedir tiempo muerto para recuperarme
...que nunca acepte mis excusas cuando le digo que no puedo ir y me acabe convenciendo
...su ritmo pausado y sus modales ingleses
...que anteponga su deseo hacia mí a sus gustos a menudo no compartidos

ME TRANQUILIZA...

...que haya desaparecido



jueves, 10 de enero de 2013

Doce meses y... ninguna causa

Ya me he hartado a decir, desde este blog, que a mí si me molan las fiestas de navidad.
Este año para reyes tuve un regalo increíblemente mágico:

Sí, lo sé está en efecto espejo pero es que me puteaba blogger y no sé qué he hecho...
Es una Goodbye Kitty monisísisima y he decidido tenerlo en el curro. Yo soy para algunas cosas muy dada todavía al papel, las agendas y calendarios sigo teniéndolos a la vieja usanza. Me encanta acabar el año y ver todo el calendario pintarrajeado, con anotaciones, con la palabra FIESTAAAAAA en tamaño gigante...

Así que voy a empezar la saga "Doce meses y... ninguna causa: simplemente Kit" y os ofreceré la imagen del mes que toque.

Aquí tenéis a Miss Kitty de enero: sobria, minimalista y muy pirata

Que nooooo, que no voy borracha... pero por qué me hace esto? Pues así se queda...


Por cierto, el regalo venía envuelto en papel de las Monster High... ¿es posible que me haya quedado infantil y no lo sepa?

miércoles, 2 de enero de 2013

42 Primaveras!!!!!




Felicidades mil SINCOPOWER !!!!!!!!!!

Lo bueno que tiene tu cumpleaños es que siempre lo podemos celebrar porqu estamos all together, pero es de ley felicitarte el día que toca, ¿no?, porque cada año te envejecemos unas horas antes.

¿Y qué decir de esas 42 primaveras que te caen? Pues desearte que no sean como losas, que sabemos bien que no. Ya sabes que mi fe en la cuarentena es inquebrantable, que yo estoy viviendo esa decena con poderío indestructible, por si acaso la siguiente me acecha con la decrepitud inevitable.

Así que, felicidades porque lo manda el calendario, pero lo viviremos alocadamente como siempre, como si fuesen 20.
Porque este año tan bonito que termina en 13 lo gozaremos como todos los anteriores, ¿verdad? Yo estoy preparada... así que Come on Másques!!!







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