martes, 28 de septiembre de 2010

LAPSUS LINGUAE

La noticia me ha encantado: Rachida Dati, ex ministra de Justicia francesa, en una entrevista en la televisión, tuvo un lapsus linguae de tomo y lomo y confudió "inflación" con "felación". No está mal, sí señor, si la pilla mi rompecocos le pone los puntos sobre las íes. No es que estuviera hablando de comer pollas y pensando en la inflación, si no al contrario....ella hablaba de los fondos y, claro, algunos piden rentabilidad del 20% con una felación casi nula ... señores, eso no se puede consentir.

Freud y todos los psicoanalistas posteriores le dan suma importancia a las palabras. Ya todos sabemos que, a la que salen por nuestra boca, cagada la hemos, ya no vuelven pa'trás. Que levante la mano el que no haya tenido jamás uno de esos lapsus que te dejan la sangre helada y el bochorno quemándote las mejillas ... mmmm ... no veo ninguna mano alzada.
Mi rompecocos, desde luego, no me pasa uno, me los caza al vuelo y cuando me los pone delante de las narices, se me queda cara de empanada casi siempre ... ¡ups! ... ¿yo he dicho eso?.

Me gustaría hacer un ejercicio de exorcismo y que quien tenga ganas me contase alguno de ellos, nos reiríamos mucho. Voy a romper el hielo explicando uno mío, uno que me soltaron a mí y el broche final, sin permiso de mi amiga J., uno que costó un divorcio.

Tras muchos años de vivir en pareja y haberlo dejado con él, me eché otro noviete al cabo de un tiempo. Como podeis imaginar, llevaba ni sé cuántos años follando con el mismo tipo, repitiendo su nombre hasta la saciedad. ¿A quien no le ha pasado, amigos?. Un día (o una noche, da igual), en el fragor de la batalla le solté a mi flamante amor el nombre de mi ex, así, a bocajarro, a grito pelado. La frase fue algo tipo ..."¡¡Joder, cómo me gusta comértela, S.!!!"... él no era S... era otro. Me libró que el hombre estaba cegado, sordo y mudo por la intensidad del momento y que, ya lo dice mi madre siempre, con la boca llena no se habla, es de mala educación y no se te entiende.

Unos meses después (aquello se repitió al menos un par de veces, creo que se hacía el sordo) fue aquél mismo hombre quien me llamó........trtrtrtrtrtrtrtr (redoble de tambores) ... ¡MAMÁ!.
Os lo prometo, tremendo lapsus, yo sí que lo oí y os aseguro que la líbido se me puso a menos mil y le dije que si teníamos que ser tantos en la cama que mejor se podían ir yendo pa'casita los dos ... él se quedó, a su madre costó tiempo ponerla en su sitio.

Y pecando de mala amiga indecorosa, quiero compartir la tremenda anécdota de "el lapsus linguae que costó un divorcio".
J. y M., amigos desde hace muchísimos años, tenían un bareto de copas en el barrio de Gràcia, nuestro barrio. J ya llevaba tiempo mosca con M., farlopero, mujeriego y simpaticote, intuyendo que la cornamenta que lucía se veía desde las Corts. Un sábado cualquiera, a altas horas de la noche, J. decide retirarse para casa reventada y M. le dice que se quedará un rato hasta que se vayan todos lo clientes. Ella se va a casa, se mete en la cama, duerme, se levanta, desayuna, se ducha, prepara la comida ... M. no ha aparecido aún y cuando finalmente lo hace es mediodía y los ánimos están tensos. J. le pregunta, M. dice que ha estado trabajando, que a última hora llegó una gente con mucha fiesta, que a puerta cerrada la liaron, que bla bla bla ... ella pregunta y pregunta y cuando él se siente acosado, llega su inconsciente y le jode todo el tinglado ... "Me he quedado dormido"... dice él. ¿Dormido?. ¿Cómo?. ¿Dónde?. ¿Con quién?. ¿Qué hacías durmiendo de pie?. Si le pinchan en ese momento, M. no saca ni gota de sangre. Es más, creo que habría agradecido una catana para hacerse el harakiri en ese mismo momento. J., claro está, tuvo clarísimo que uno se queda dormido en un cama y normalmente después de follar como un animal. Costó un divorcio.

El inconsciente va por libre, es un maldito cabrón y no da tregua, siempre está alerta para dejarse ver. ¡Andaros con ojo!.

lunes, 20 de septiembre de 2010

POEMA DE AMOR COLIFATO


Trabajo con colifatos: dementes, chiflados, tarados, idos, locatis, pirados, botarates, lunáticos, chalados, aturullados, enajenados, alienados sin causa y sonados militantes. Y me rio con ellos. La sociedad les aparta, molestan. Están desinhibidos, a veces huelen mal, su mirada provoca y desafía y aún así, si uno se esfuerza y se acerca sin miedo, puede oir el grito callado de su alma pidiendo respeto y cariño.Después de años de batallas se acumulan mil anécdotas en mi memoria y se mezclan los momentos más divertidos con aquellos más dramáticos y trágicos. Al final he comprendido porqué me llevo tan bien con todos ellos, porqué derrocho empatía y soy capaz de ponerme a cantar la "Internacional" a grito pelado con I.G. mientras J.C. llora como un niño recordando lo que vio en la Batalla del Ebro con tan sólo 17 años. Recordarles me pone los pelos de punta y tierna a la vez. Hoy más que nunca, cuando "el Abuelo" ha decidido dejar de luchar, pienso en la libertad, pienso en pensar, pienso en la frescura de poder ser uno mismo y a tomar por culo las convenciones, los modales y la hipocresía. Probad un día, tan sólo unas horas, a desinhibiros, a ser libres. Probad a agarrar a alguien de las dos tetas ( como hace amenudo P.Ll. agarrando las mías mientras me guiña un ojo). Probad a mandar a alguien a la mierda gritando en su cara ( como hace I.S. cuando le digo que tiene que tomarse la pastilla blanca para alcanzar la paz). Probad a bajaros los pantalones y caminar entre los demás con el culo al aire, por el simple placer de sentir el airecito en vuestros sexos (como hace T.R. cuando tiene calor y siente sus huevos recocidos). Probad a decir en cada momento lo que os pasa por la cabeza sin tapujos (como hago yo cuando le digo a A.N. que ese día está más chalada y colifata que nunca...siempre me contesta:..."estoy fatal de la cabeza, nena, toy loca", sonriéndome). Probad a reir y llorar siempre que os venga en gana, dejándoos llevar por el sentir (como hace A.A. que pasa de la risa al llanto en un plis y sólo queda darle paquetes y paquetes de pañuelos y ofrecerle el hombro). Probad a tener 90 años y dedicarle un poema surrealista de amor colifato a una mujer de 39, y dárselo a escondidas como un adolescente pillándola en un renuncio al salir del trabajo (P.V., eso va por ti,gracias). Sin vergüenza, sin convenciones, sin tapujos, sólo personas frente a personas, sólo el sentir...


Ellos SÍ son libres.....sin duda.



PD: he intentado en vano colgar el poema que P.V. me regaló el otro día. En parte he pensado que es mejor guardarlo para mí como un pequeño tesoro, como lo que es....esas son las cosas que no te pagan con dinero a fin de mes.


LIBERTAD

En un día triste como hoy, y aunque la canción se refiera a otra opresión bien distinta, recuerdo aquella vez en que, por motivos de trabajo, tuve que ir a un centro penitenciario. Estaba en una ciudad que no era la mía, llegaba tarde a la cita y no sabía llegar hasta ahí, así que agarré un taxi.

- A la cárcel, por favor
- Sí, señorita, ahora mismo.
Unos kilómetros después, el taxista habló:
- ¿Sabe señorita? Allá en mi país, Uruguay, nací en un pueblo que se llama Libertad
- ¿Sí? ¡qué bonito!
- Y allí construyeron una de las cárceles estatales más grandes del país
- ... joder. Qué paradoja...
- Qué hijos de puta, señorita, qué hijos de puta.

Para todos aquellos que siendo buenas personas, están en la cárcel por errar el camino, por nacer en entornos hostiles siendo débiles, por amar a quien no deben. Encerrados durante años por un sólo momento de desacierto.

Muchos corruptos deberían estar en su lugar.


martes, 14 de septiembre de 2010

Quiero soñar, leñe

El otro día tuve un sueño consciente. Esto es que, mientras soñaba, supe que era un sueño. Estaba en la calle donde viven mis padres, era de noche, y repentinamente empezaron a saltar monos desde los balcones. Se lanzaban, rebotaban en el suelo y aterrizaban en otro balcón, desde donde volvían a brincar haciendo piruetas. Era como un enjambre de simios de extremidades larguísimas saltando de un balcón a otro a mi alrededor ... recuerdo que intentaba dar una explicación racional a esa súbita concentración de primates en pleno barrio de Gràcia cuando, en un momento de lucidez, me dije a mi misma: “tía, esto no puede ser, estás soñando. Prueba a hacer algo para comprobarlo”, y entonces, lo hice ... empecé a flotar.


Lo de flotar como si no hubiera gravedad es uno de mis sueños recurrentes, en muchísimas ocasiones he soñado que estoy volando y, al contrario de lo que pueda parecer, en mi caso de trata de una experiencia angustiosa. Espeluznante. Porque se trata de un vuelo incontrolado, como si algo me tirara desde arriba y me hiciera subir y subir y subir, cada vez más arriba, cada vez más lejos, mi casa, mi barrio, allí está el mar, estoy encima de las nubes y sigo subiendo y subiendo hasta que ya no distingo nada ni a nadie, todo es verde, marrón, azul, y de repente allí abajo está España, Europa, el planeta Tierra ... es como si viera el mundo desde la Luna y no puedo dejar de alejarme sin remedio, todos mis intentos por bajar sólo consiguen que me distancie aún más. Y es normalmente en ese punto cuando me despierto aterrorizada y sudando.

Pero en ESA ocasión, sabía que era un sueño. Y eso lo cambiaba todo, porque YO controlaba, YO gobernaba, yo sabía que no me iba a pasar nada. Cuando empecé a flotar y a subir demasiado, me dije “salamandra, baja, es tu sueño, ¡contrólalo!”. Y voilà! ¡bajé!. Y entonces conseguí mantenerme en una altura que no me daba miedo, justo por encima de los edificios. Ahí está el Paseo de Gracia, cuántas luces, cuánta gente paseando, la Plaza Catalunya, las Ramblas ... ¡mira, la estatua de Colón!, nunca has subido y mira por dónde ahora estás a la altura de ese dedo señalando América... qué noche más bonita y qué bien se está aqui arriba, voy a ir a la Barceloneta a ver qué se cuece ...

Y entonces escuché ruidos. Era como un resuello sordo que se repetía cadenciosamente. Las olas del mar empezaron a moverse al compás de ese sonido repetitivo, los edificios empezaron a hincharse, como si respiraran, como si palpitaran, la luna parecía brillar más acompañando a esa sinfonía, uno-dos-uno-dos ... el volumen aumentaba, cada vez más molesto, “qué runrún más inoportuno, ¿qué coño es eso? ¿porqué todo se mueve?” me preguntaba, y el soniquete cada vez sonaba más alto, más claro, más reconocible ... parecía alguien respirando ... ¡no! ¡parecía alguien roncando! ¡alguien estaba roncando y yo, dormida, lo estaba oyendo! y recuerdo que pensé ¡no-no-no-nooooo, mierda, me va a despertar!.

Y en aquel momento, todo empezó a desaparecer. Yo me aferraba al sueño, no quería despertar, quería seguir volando, comprobar qué más podía hacer ... pero abrí los ojos y ahí estaba mi habitación, mi cama ... y mi acompañante roncándome como un cochino jabalín en la oreja. Era tal la cantidad de decibelios que estaba liberando por la boca que no sabía si cabrearme o llamar a Urgencias. Como soy más de rebotarme, opté por pegarle un codazo fuerza 3. Se dio la vuelta, y siguió roncando, el muy desaprensivo.

Fue una experiencia tan total que he estado investigando sobre el tema y resulta que el tema del sueño lúcido o sueño consciente es algo que puede entrenarse (http://www.elsentidodelavida.net/node/330) lo cual me parece un hallazgo sin parangón. Y teniendo en cuenta que la mayoría de la gente se despierta cuando se da cuenta de que está soñando, y yo supe seguir en el rollito hasta que a “le petit roncadeur” le dio por amenizarme la noche con unos minutos musicales, es obvio que tengo una capacidad innata que sólamente me falta desarrollar ... ¿o no?

Mi meta es conseguir llevarme a la cama a Ville Valo. O a Viggo Mortensen. O a ambos a la vez.

¿Any suggestion?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

...vivir, comer, beber, amar....

Este fin de semana comí un arroz taaaaaan delicioso que necesitaba elevar mi agradecimiento al orden público. Es de bien nacidos ser agradecidos.
Gracias por generarme tal placer, disfruté tanto que hice (durante un instante, breve e intenso) un viaje al pasado. Recordé los arroces y los guisos maternos viniéndome a la cabeza, que estando todavía en el funeral de mi madre pensé que además del duelo y de soportar su ausencia, a partir de ese momento, tendría que hacer el gran esfuerzo de encerrar en mi cabeza en una especie de "envase al vacío", todos los aromas, sabores, texturas..., que mi cerebro ya no iba a poder procesar.
Así que gracias por sacarme de ese letargo, my darling!

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