domingo, 29 de abril de 2012

Cosas soeces que pasan


¿De qué color tienes los pelos de abajo? Sí, sí, los del chochete.

Me formularon esta pregunta mientras cenaba en un restaurante y hablaba con amiga del ERE inminente que va a producirse en la empresa en la que trabaja. Obviamente mi estupor inicial fue evidente. El de mi amiga fue húmedo, le salió disparado directamente a mi cara el trago de cerveza.
El tipo provenía de una mesa de tíos poco clasificables. Parecían compañeros de trabajo, no tenían edades similares, pero tenían en común que vestían todos con traje y corbata y que estaban bastante borrachos. Les había lanzado un par de miradas asesinas porque hablaban altísimo y a veces me costaba oír o entender a la persona que tenía sentada delante. Pero visto lo visto entendieron mis miradas como lascivas más que asesinas.

Con la cara empapada de cerveza y sin ver un comino porque me mojó las gafas en cascada intenté formular una especie de pregunta absurda del tipo "¿me has preguntado de qué color tengo...?", pregunta que no pude ni terminar porque el tío me lo aclaró inmediatamente: "sí, de qué color tienes los pelos del coño. Es una apuesta. Ya sabes las pelirrojas crean esa duda. Bueno, ¿me lo vas a decir?". Mientras aclaraba tan amablemente mis dudas fui secándome y cuando volví a mirarle empecé a reírme. Era como tener delante al capullo ese de Mariscos Recio, el que siempre persigue a la pelirroja para saber de qué color lo tiene.

Seguí la conversación como si él no estuviese allí, pero el tío seguía de pie esperando y mi amiga se sentía incómoda, así que me espetó un "mándale a la mierda, hazlo o lo haré yo". Entonces le miré y se lo dije, "Igual, lo tengo igual que el de la cabeza. Déjame en paz, anda". Me pareció la mejor forma de acabar con eso, los de la mesa de al lado estaban siguiendo el culebrón, pero no le debió gustar mi respuesta, o quizás con ella perdía la apuesta y volvió al ataque: "No te creo, júramelo o si prefieres me lo enseñas". Puse mi mejor cara de doberman y le pedí que se largara, mientras mi amiga le llamaba imbécil y sus amigos le jaleaban. Se acercó el camarero, que me conoce bastante, y preguntó qué estaba pasando. Me vi salvada por la campana. El tío se hizo el remolón pero volvió a su mesa, no sin explicarle al camarero su inquietud y pedirle una ronda de cubatas.

Él siempre me invita al te y a los chupitos, ya no me pregunta qué quiero me trae orujo. Cuando trajo los vasitos y la botella sonrió y acariciándome el pelo me dijo: "eres una mentirosa, a mi no me engañas". Dejó la botella en la mesa y se fue guiñándome el ojo mientras el otro pagaba la cuenta de los cubatas.

viernes, 27 de abril de 2012

No te agaches a cogerla, que no respondo...(estoy fatal de lo mío)


Las lluvias de este mes de abril han sido una burla. Los campos y los bosques se han bebido el agua sin inmutarse y no ha sido suficiente ni de lejos para dar un empujón a los sembrados ni para hacer aparecer las exquisitas y estrambóticas "múrgoles". Estoy afligida, compungida.

El lunes, después de pasear y comprar libros, tomaba una cerveza a la fresca con unos amigos, entre ellos mi Primo, que es un silvestre, un "hierbas", un trotamontes y un cazador fúngico como yo. Estuvimos hablando de huertos, del motocultor, de plantar marihuana, de hierbajos comestibles y, como no, de setas. Le pregunté si había ido a mirar en el bosque de aquí al lado el tema "múrgoles", a lo cual él contestó: "Sí, y no hay nada de nada, está todo...pffffffffff (haciendo gesto de perro asfixiado)".

En el mundo de las setas no hay amigos ni familia, sólo enemigos, es un vicio difícilmente explicable para el que no lo siente (un poco como lo del fútbol, pero sin competir; he tenido "orgasmos" parecidos a los de Kitty cuando marca el Barça postrada de rodillas ante algunos hallazgos seteros). Y quise verlo con mis propios ojos....es verdad, no hay nada de nada. Un asco.

Pero ayer por la tarde, mientras distraía mi cabeza del espeso curso de la UOC que estaba intentando discernir (desde luego se lucen con la "interfeis"), divagaba mentalmente con lo que me iba a comer para cenar y una alegría inconmensurable me ha asaltó cuando recordé unas bolsas de setitas que guardo en el congelador desde el otoño pasado. Revuelto de setas con huevos de mis gallinas, decidido. Sano, nutritivo y todo propio.

Y más aburrida aún estaba cuando, navegando por la red, me dio por investigar sobre las cualidades nutritivas de los hongos. Entre todas ellas una me hizo abrir los ojos como platos: AYUDAN A LA PRODUCCIÓN DE HORMONAS SEXUALES.

Acabáramos, ahora me lo explico todo. Así estoy yo...cargadita de vicios. Al menos ahora tengo argumentos para soltar cada vez que se me quedan mirando con cara de ¿?, ¿estará diciendo en serio que eso es bonito, romántico y que no da asco?. Últimamente en las conversaciones me quedo preocupada por esta cuestión.....en fin, cada uno es como es.


Y claro, llega la primavera y la pilla a una con un nivel hormonal fúngico superlativo en vena que, añadido a las características intrínsecas propias del ser humano en cuestión, le pone la líbido en la estratosfera, con todo lo que eso conlleva. Que si platito de setas, que si te pego un revolcón, que si te entra hambre y repites (de setas), entonces ya la has hecho buena porque tienes ganas de repetir (de revolcón), que si te pongo a cuatro patas, que si te pongo yo a ti... . Es un círculo vicioso, una cinta de Moebius sin final.

Desde ahora ya no volveré a decir que me pongo cachonda, diré que me pongo fúngica perdida.


La culpa de todo no es mía, ni de mi mente con fama (infundada) de perversa ni de Yoko Ono. Es de la ingente cantidad de setas que como al año. Y yo pensando que era una pervertida...¡¡lo que soy es una setófila extrema!!.


  

jueves, 26 de abril de 2012

El desánimo



Sinco: Joder qué penita lo del partido, solo por volver a ver la cara del Cuñao cuando ha marcado el Barça ya me gustaría que hubiese ganado.
Kitty: Ya. Es que sé que te cuesta entenderlo pero un gol en partidos como éste es lo más parecido a un orgasmo.

Me gusta el futbol desde siempre. Soy culé hasta las trancas. La primera vez que fui el campo tendría unos 4 años, y no me acuerdo de nada, pero sí tengo un recuerdo claro y vívido de la vez que le regalaron a mi padre unas entradas para ir a ver un partido del Gamper. Tendría unos 10 años y me flipó tanto que creo que es la primera vez que lloré de emoción.
Para los que me conocen, lo que siento por el Barça es como una anomalía, una tara a la que ya están acostumbrados pero que no deja de parecerles curioso. Odio profundamente unirme a las masas, me produce vértigo acudir a estadios, no soporto el gregarismo, sin embargo hago una excepción con este tema.
Hace apenas unos minutos la charla del café matutino la monopolizaba la derrota del Madrid, como ayer fue la del Barça. La gente se siente resarcida, de la derrota del rival eterno han hecho su propia victoria. Yo no. Mentiría si digo que no me alegro, pero no me hace olvidar que no presenciaré una final de Champions con el Barça.

Hace unos cuantos años, en un viaje en coche, mi sobrino lanzó al aire la pregunta "¿Cuál ha sido el día más feliz de vuestras vidas?", a lo que mi hermana, su madre, respondió "El día que ha nacido cada uno de mis hijos". Mi cuñado también tiró por ahí y añadió "El día que vi claro que yo le gustaba a vuestra madre y que había futuro entre nosotros". Cuando me llegó el turno y sin vacilar dije "el día que el Barça ganó la Champions", no especifiqué cual porque solo había ganado una vez la Copa de Europa ante la Sampdoria en Wembley. Nadie hizo ningún gesto de sorpresa, porque sí, me han pasado cosas mucho más alucinantes y puede que me hayan producido un sentimiento de felicidad casi indescriptible, pero ese día me sentí parte de un sentimiento colectivo de felicidad tan abrumador, tan contagioso, que eso no se puede explicar solo con palabras, hay que vivirlo. Y sorprende que alguien tan solitario como yo identifique como felicidad máxima un hecho tan social.

Me gusta más el sexo que el futbol, eso tampoco lo dudo, y comparar una victoria o un gol con un orgasmo no es banal. No concibo jugar para no ganar y eso comporta mucha tristeza ante las derrotas. Es como cuando estás con alguien y te sorprende con un gatillazo, me entra una tristeza infinita, y la verdad es que no me ha ocurrido muchas veces, pero cuando ocurre preferirías no haber empezado el partido.
Así que me siento como después de un mal polvo, o un polvo fallido, en el que me he depilado, me he perfumado, me he puesto mi mejor ropa interior esperando que me la arranquen con los dientes y ante mí solo aparece un tío que me indica que tiene ganas, que le pongo pero que su polla flácida no se corresponde con el mensaje.
Sí claro, hay más pollas, más tíos y más deseo en otros campos. Como habrá más partidos de Liga, de Champions y futbol del bueno. Así que toca subirme las bragas, entretenerme con otras cosas y esperar que se pongan erectos y me hagan vibrar.

Os juro que un gol es parecido a un orgasmo, colectivo, pero orgasmo al fin y al cabo.

martes, 24 de abril de 2012

Hoy toca hablar de un libro


Redescubrir el placer de la lectura es como volverse a enamorar. Despiertan esos fogonazos de pasión cuando cae entre tus manos alguna obra que te absorbe, de las que deseas que nunca se acaben, que  te hacen buscar momentos para volver a adentrarte en ellas.

Este último año he recuperado la mayoría (que no todas) de mis nocturnidades para el cine y los libros y me sienta bien. He leído unos cuantos, alguno me ha fascinado, otros me han dejado indiferente, pero de todos he aprendido.

Ayer, día de los libros, volví a casa con estos dos: "Una forma de vida" de Amélie Nothomb y la inexcusable ya a estas alturas de mi vida "Moby Dick" de Herman Melville. 

Pero hoy quería hablar de un libro, uno que me ha fascinado por original, elaborado, didáctico y por ser una obra de arte. 

Tuve la suerte de asistir a su presentación hace varios meses y poder disfrutar con la boca abierta de una interesantísima y amena charla de su autor sobre el grupo de escritores OULIPO: Raymond Queneau, Georges Pèrec, Italino Calvino y otros tantos que se atrevieron a rizar el rizo del arte de la literatura con un control de las palabras y el estilo que ya quisieran muchos premiados mediáticos. Parece que hoy en día cualquier fajo de papel con letras escritas es considerado literatura. Y no, por ahí no paso.

"A que no" de Eduard Ribera es una obra de arte, más que un libro. En él, basándose en una corta y simple anécdota, el autor compone 99 ejercicios de estilo, todos ellos perfectos, a cual más original y bien creado. Simplemente alucinante.

Página tras página crecía mi asombro y las ganas de leer más, de aprender. Porque "A que no", a parte de ser una joya, es, además,  un manual del buen hacer literario para los que no tenemos ni idea de escribir y de lo que supone el "trabajo" de ser escritor, un buen escritor. Escribir es mucho más que juntar letras. 

Después de leer el libro de Eduard (al cual pude felicitar en persona por su trabajo, somos cohabitantes en la estepa) no sólo quiero recomendarlo, aunque sea tarde, para que lo leáis y regaléis, sino también para que lo disfrutéis con el placer que se merece. No os defraudará.

Sin duda, el mejor libro que ha caído en mis manos en mucho tiempo.
 

lunes, 23 de abril de 2012

Canciones que me entran por las tripas... y las tengo que gritar (Vol.2)


Me dedico a seguir con la serie de posts que inicié de canciones que me entran por... El turno ahora es para aquellas que me empujan a desgañitarme cuando llega el punto álgido del tema quedándome afónica, aquellas que me remueven y que hacen más agradables según que tareas (entiéndase limpiar, pintar, cocinar...)

Se abre el telón con Skunk Anansie, podrían ser muchos temas, pero ninguno es tan redondo como Charlie Big Potato, Skin canta simplemente de forma brutal. No tengo especial predilección por Rage Against The Machine, pero es oír los primeros acordes de Killing In The Name y corro a subir el volumen, me vacía el estómago, la garganta y los pulmones. Y si de vaciar los pulmones se trata, la mejor, sin lugar a dudas Smells like teen spirit. Sí, ya sé que está muy manida y que Lithium o cualquier otra de Nevermind también son para gritarlas a los cuatro vientos, pero smells like... es única.

Creo que una de las canciones que más veces habré cantado a grito pelao en un bar, y más si está el vídeo de fondo, es Give It Away. Siempre me quedará la espinita de no haber visto en directo a los RHCP, pero cada vez que vienen a tocar, no sé por qué extraña razón no me decido a ir. También hay alguna que no me destroza las cuerdas vocales pero que me supone una carga de adrenalina tan grande como un puñetazo en el estómago. En esta órbita está Seven Nation Army, lástima que a los White Stripes ya no pueda verlos, aunque él no para de hacer cosas interesantes. He probado a correr con esta canción y cantarla a la vez, a punto estuve de pedir la extramaunción.

Entre las canciones patrias hay pocas o muy pocas que me inviten a desgañitarme, pero como no podía ser de otra manera, sí lo consiguen el grupo masquepérrico por excelencia LOL. Hay dos que me enloquecen hasta quedarme afónica Me amo con un final histérico y maravilloso y, sobretodo, sobretodo Los colores de una sombra. Cuando llega a "Estás hablando para nadie, basta, ¡cállate! Estás perdiendo el juicio, ya no hay nadie aquí. Pero si me has escuchado,vamos, ¡largate! O quédate, mi sombra. ¿Y si a cambio te lo digo una vez más?" pierdo literalmente los papeles (bueno, yo y otras de la raza canina que conozco).

Sí, ya sé que la cité en el post anterior, pero The Pretender de los Foo Fighters es redonda. Tan suave y susurrante al inicio y se convierte en un temazo electrizante. Cuando llega a la estrofa de "What if I say I'm not like the other?..." es brutal. Solo puedes dejarte poseer, desgañitarte y aprovechar cuando afloja para tomar aire y seguir moviendo la cabeza como si estuvieses poseída como la niña del exorcista. Y ya para el final me guardo el gran te-ma-zo de Radiohead, la canción que mejor encarna lo que significa "entrar por las vísceras", Creep. Nadie puede negarme que es imposible no ponerse a cantar hasta subir el tono y gritar, dejarse llevar para después volver a aterrizar.

Y como no, el cierre de gala se lo lleva System Of A Down. Difícil elección, me vuelvo absolutamente loca con la mayoría de canciones, pero creo que puedo destacar Attack por los cambios de ritmo, registro y porque consigue romperme la faringe y la nuca a parte iguales. ATWA porque a pesar de todo me parece tiernísima y me pone muy perra "I don't feel it anymore. I don't see, anymore. I don't speak, anymore. I don't feel."

Y la canción que más pone de todas, la que me golpea, me noquea y me transforma. Si consigo algún día oír a este hombre cantando esto en directo ya me podré morir feliz. DISORDER, DISORDER, DISORDEEEEEEEEEEERRR!!!!!!!


jueves, 19 de abril de 2012

La carta





Es tarde y estoy cansada. Entre mis manos un puñado de folios en blanco y un bolígrafo, tengo que escribirte una carta y no sé por dónde ni cómo empezar. Tantas cosas por decir se podrían resumir en dos palabras y una firma, pero sería una gran decepción al abrirla, pues siempre se esperan infinitas frases que estremezcan.

No sé por dónde ni cómo empezar. Pero sé lo que pondrá al final. Dos palabras y una firma.


Mi abuelo Marcelino, comunista hasta la médula, fue comisario político en Madrid durante la Guerra Civil. Al terminar ésta pasó unos años en el campo de concentración de Alcalá de Henares. Desde allí le escribía postales y cartas a mi abuela Encarna, letra minúscula y papel amarillento cargado de ternura que mi padre me dio poco antes de morir y yo guardo como un tesoro.

Las he cogido y me he puesto a leer buscando inspiración o complicidad. Me cuesta imaginar a mi padre como el niño que fue y del que habla, me cuesta pensar en el dolor de aquella familia, del momento de separarse cuando mi abuela le visitaba los domingos con mi padre cogido de la mano. Pienso en cuánto debían censurarle y en la rabia que debía sentir él al tener que escribir de su puño y letra "Arriba España, Viva Franco".

Un nudo en la garganta no me deja respirar, no quiero saber lo que debe ser estar separado de las personas que amas y despertarte cada día sin saber si ese será el último que vivas, si el dedo del verdugo te señalará hoy a ti al entrar en el barracón para darte "el paseíllo".

 Y leo:

"...chatilla, de lo que me dices que estás muy contenta por haber estado el domingo conmigo, pues lo mismo me pasa a mí, pues ya te puedes figurar las cuentas que me estaba echando yo pensando que tenía que pasarse otra semana para poderte ver, así que cual no sería mi alegría cuando estaba asomado para ver pasar el tren y vi que venías tú, pues fue una sorpresa  bien agradable, lo único que pasa es que se hace el tiempo demasiado corto, pero en fin, ya llegará el día en que estemos juntos para no tenernos que separar más en la vida...".

"...si venís el domingo nos haremos cuenta de que hemos ido a pasar un día juntos al campo, aunque desde luego pronto nos daremos cuenta que no ha sido así, cuando vosotros os tengáis que marchar y yo me tenga que quedar aquí, pero qué le vamos a hacer, no pensemos en cosas tristes, sino en el día tan feliz que vamos a pasar y en que somos jóvenes y ya tendremos tiempo de desquitarnos de todo esto...".

"...Chatilla, del niño te tengo que decir que cada vez estoy más chalado con él, pues es más salado que las pesetas, y luego con ese pico tan claro que tiene dan ganas de comérsele a besos, pero desde luego entre el hijo y la madre me vais a volver loco, pues es tanto el cariño que os tengo, que no os puedo separar ni un momento de mi imaginación...".


Cualquier cosa que me ponga a escribir ahora en estos folios desnudos me parecerá una porquería vacía y sin sentido. Lo intentaré mañana, mejor.


Aunque de sus cartas he sacado una buena conclusión para la mía, la tuya: "somos jóvenes y ya tendremos tiempo de desquitarnos de todo esto.".





"Tardan las cartas y son poco
para decir lo que uno quiere.
Después pasan los años, y la vida
(demasiado confusa para explicar por carta)
nos hará más perdidos.
Los unos en los otros, iguales a las sombras
al fondo un pasillo desvayéndonos,
viviremos de luz involuntaria
pero sólo un instante, porque ya el recuerdo
será como un puñado de conchas recogidas,
tan hermoso en sí mismo que no devuelve nunca
las palmeras felices y el mar trémulo."

(Fragmento de "En una despedida" de Jaime Gil de Biedma).







miércoles, 18 de abril de 2012

Cuando la felicidad me entra... por todos los poros


No tengo tiempo para estar escribiendo esto, pero no puedo dejar pasar la ocasión de hablar de... sí, sí y sí, de ELLOS.
Qué maravillosa noche de lunes nos hicieron pasar.
Hombres, mujeres y niños: nos espera un año grandioso con Love of Lesbian.
Ya iba siendo necesario este nuevo álbum, porque yo podría pasarme la vida entera solo escuchando lo que ya había, pero flipé con un concierto con canciones nuevas. Definitivamente son "el directo" en estado puro. Nada que ver entre escucharles enlatados o hacerlo mientras te deleitas con el poderío que destilan y ese Santiiiiii, ese pequeñajo que se convierte en alguien muy grande allí arriba el escenario.

Gran detalle marcarse un concierto, de dos horazas, en una sala chiquita ante solo 300 personas al módico precio de 5 leuros. Hubo calor, del bueno, de olor a sobaquillo pero también humano. Si lo que allí pudimos presenciar es lo que nos espera en la gira ya podemos ir atándonos los machos. Nos volveremos locas de bailar, cantar y pasarlo como niñas chicas.
El material nuevo, promete, yo diría que promete mucho. Quizás tiene demasiados arreglos, no hay suciedad, pero en directo esa voz hace que todo se convierta en mágico. No me gusta que no toque Santi en las canciones nuevas, no cogió la guitarra ni una sola vez, pero a cambio nos deleita con esos bailecitos, esos contoneos, el movimiento molinillo de los brazos...

Tienen material de sobra para tocar 4 ó 5 horas y escogieron muy bien los temas. Pudimos escuchar unas 7 canciones nuevas, entre ellas las que ya habían adelantado en Spotify. Qué grande es "Wio" en directo y sublime el "Hambre invisible". Nos flipó una que creo se llama "Oniria", será nuestro nuevo HIT del año, se convertirá en la canción masquepérrica del 2012.
Me gustó como han hecho los arreglos de las antiguas. "Segundo Asalto" me puso como una moto, más potente, la cantó casi a voz en grito. Impresionante el inicio de "Donde solíamos gritar", Santi solo con la guitarra hasta hacerla crecer de tal forma que no había nadie que no bailara. La nueva versión, muy Juani, de "Algunas plantas", esto ya fue delirante. O la siempre brutal "Me amo", con esos contoneos y mostrándonos la mini-tabletita de chocolate (sí, Salamandra, la tiene, muy chiquitita tipo Milkybar, pero la tiene) y haciéndose tocamientos.
Y feliz de escuchar de nuevo "Domingo astromántico" y la "Niña imantada", dos de mis preferidas. Y como no, "Incendios de nieve" o "Club de Fans de John Boy", nuestros grandes himnos.

Si lo que vivimos el lunes solo fue un aperitivo... amigas mías, nos vamos a dar un atracón que ni con Almax notaremos mejora.
Casi me cuesta esperar hasta el sábado, sé que será una noche MÁGICA.
Vosotras también lo sabéis, ¿verdad?

martes, 17 de abril de 2012

Κυνόδοντας (Canino)


"Canino" no es una película buena o mala, es de las que no pueden dejarte indiferente. Como "La pianista",  "Magnolia", "Los 400 golpes" , "Dead man's shoes", "Old Boy", entre muchas.


En alguna parte leí una crítica sobre ella que decía "si te gusta "Canino" es que tienes mierda en el cerebro"....glups, sabía que tenía cosas raras ahí dentro, pero mierda.....lo que se dice mierda...bueno, quizás también una poca.

Me pilló desde el primer minuto, entré en su bucle enfermizo y perverso como quien no quiere la cosa y cuando acabó estaba descompuesta. Me gustó, me gustan las películas que me dejan del revés.

Es imposible hablar de ella sin destripar el argumento, así que me abstengo (con todo el dolor de mi alma, porque la historia no tiene desperdicio).

Y yo que creía que con las de Hanecke, Medem o Miike ya iba servidita... . Algunas escenas de la película se han quedado grabadas en mi psique para los restos. Aunque es como todo, sólo es mi opinión, subjetiva 100%. 

¿Cuán perverso es el amor?, ¿hasta qué nivel de locura somos capaces de llevar nuestro afán por proteger a quienes queremos?. Hasta el infinito, hasta el paroxismo, la muerte.

Cuando se trata de evitar lo inevitable y ponerle puertas al campo, el lobo suele estar disfrazado de oveja dentro del corral.

Y se le ven brillar los caninos en la oscuridad.


domingo, 15 de abril de 2012

CARONTE


Y ahora en la ducha por fin he explotado. Tocando esa cicatriz que hicieron tus manos de cirujano, la que recorre desde la axila hasta el final de mi pecho izquierdo. Esa que si la viera un plástico se pondría las manos en la cabeza, la que me salvó de un mal mayor. La que me acompañará hasta que me muera y la que hará que me acuerde de ti, todos los días, hasta que eso suceda.

Una semana sin poder dejar de pensar en la puta muerte que se te ha llevado.
Una semana sin poder dedicarte un minuto de recuerdo afectuoso. Y ahora sí. He llorado como hacía meses que no lo hacía, con una amargura brutal. De nuevo un puntal de mi vida desaparece. Alguien a quien debo tachar de ese árbol genealógico en el que te dibujaba. La última vez que nos vimos me dijiste que teníamos que ir a celebrar que todo había salido mejor de lo previsto. Me confesaste que eras de whisky. Hoy te he rendido tributo con el Sr. Glenrothes y lo seguiré haciendo hasta que no pueda tener los ojos abiertos.
A tu salud!!!

jueves, 12 de abril de 2012

En tu desierto


En tu desierto
que dices andar solo
también ardo yo.
 

martes, 10 de abril de 2012

Los ojos del jaguar


Una profecía Maya se cierne sobre nuestras cabezas, parece ser que este año se acabará el mundo antes de que podamos empotrarnos los turrones. No paran de repetirlo y siempre acompañan tamañas sandeces con imágenes de las pirámides de TIKAL.

Entonces me asaltan los recuerdos, se me retuercen las tripas y respiro hondo por haber sobrevivido allí a mi propio apocalipsis. Si no palmé en aquella selva puedo superar profecías y bombas nucleares. Sólo quedaremos los alacranes, las tarántulas y yo.

Dos días antes de adentrarnos en el Parque Nacional de Tikal, pura selva tropical, pillé un mortífero retrovirus que andaba causando muertos por todo el país. Aún así, intrépidos insensatos, cargamos mochilas y una minúscula tienda de campaña con la romántica idea de pasar, al menos, una noche en la selva. Yo no las tenía todas conmigo, claro está, pero la cabezonería infinita de L., compañero infatigable y terco de aventuras, me hizo resignarme cual corderillo que llevan al matadero.

Cualquiera que haya estado en la selva lo sabe: el calor y la humedad son asfixiantes, te ahogan, y las picaduras de todo tipo de insectos, incluidos mosquitos armados hasta los dientes de malaria e inmunes a cualquier repelente que te pongas, sobrevienen en tu piel en menos de cero coma una milésima de segundo.
Si a esto le añades un virus cabrón destroza-estómagos-febril, la experiencia es casi mística y puedes alucinar más que con un mal tripi. Doy fe.

El gigantesco P.N. de Tikal ofrece todo tipo de posibilidades turísticas, desde hoteles de lujo con aire acondicionado para bolsillos repletos hasta una cutrísima zona de acampada junto a la vegetación selvática para intrépidos arrastrados. Ahí estábamos nosotros, solos, decididos a vivir aquello aunque fuera lo último. 

Llegamos a mediodía y plantamos nuestra ínfima tienda, de esas que tienes que entrar arrastrándote cual anélido (literal) y ponerte de lado, porque SI NO no cabes.
Mi cuerpo era incapaz de retener más de un minuto cualquier tipo de ingesta, sólida o líquida, y creo que me había metido Fortasec e Ibuprofeno hasta por vía nasal como para sanar a un elefante. Ni por esas. 

No recuerdo haber sudado ni pasado más calor en mi vida, ni caminando por dunas amarillas, ocres y rosas y desiertos varios. La fiebre iba en aumento pero habíamos perdido el termómetro en vaya usted a saber qué orificio corporal y de quién, así que opté intentar relajarme para poder estar mejor al día siguiente y ser capaz de patearme todo el parque, sus selvas y pirámides.

Entre temblores y delirios tengo fresca una frase que escupí (creo que con rabia) a L.: " por favor, tío, si mañana estoy así, ponme en un avión y mándame para casa, que de ésta no salgo"... se rió, como siempre. Me cagué en todo, sabía que, a no ser que estuviera casi muerta me quedaban aún diez días en Guatemala y me los iba a comer enteritos. Arrastré aquél maldito virus hasta pasados quince días en casa, el médico del pueblo amenazó  con mandarme a la sección de enfermedades tropicales de Barcelona.

La vida nocturna en la selva es casi tan ruidosa como la diurna, con la diferencia de que durante el día puedes intuir y ver miles de animales entre ramas, hojas, maleza y vegetación. Por la noche sólo puedes imaginar e intentar vislumbrar algo cuando los ojos se acostumbran a la oscuridad, y eso juega muy malas pasadas, sobre todo si estás delirando y febril.


Hay miles de animales allí, algunos ya muy acostumbrados a la presencia humana. Infinidad de aves, insectos, arañotes, monos, monicos y monetes, reptiles.
Los monos aulladores tenían una juerga día y noche que me rio yo de Benicássim y para postre dicen (dicen) que aún queda algún jaguar por las selvas de Guatemala.
Acabáramos.....a media noche, en pleno subidón delirante y asfixiada, me arrastré gusanamente a la hierba, en vano, el calor era insoportable tanto dentro como fuera de la tienda de campaña y mi temperatura corporal ya no era de este planeta, así que ni revolcándome en nieve virgen habría mejorado mi estado de confusión y agobio vital.

Me senté frente a la vegetación mirando fijamente hacia ella y en pleno delirio vi dos lucecitas brillar entre el follaje, observándome. Pegué un salto inaudito en mi persona y desperté asustadísima a L. gritándole en la oreja como una posesa "¡¡un jaguar, un jaguar, ahí fuera hay un jaguar!!. ¡¡Era un jaguar, os lo juro yo lo vi!!.

Os lo puedo asegurar, creo que es la vez que he pasado más miedo en mi vida, terror, diría yo. L., parsimonioso y resignado salió a ver y dio un bote cuando vio aquellas dos lucecitas brillando, mirándonos.... al cabo de un instante aparecieron dos más, y más, y más... . Debía ser algún tipo de insecto que brillaba en la oscuridad, porque en cinco minutos aquello estaba plagado de luces y no creo que hayan existido tantos jaguares en el mundo ni en sus mejores tiempos.

Pasé tanto miedo que se me quitó la tontería de golpe, dejé de temblar sin más y al día siguiente, aún con fiebre y hecha fosfatina, pude recorrer la alucinante selva de Tikal y postrarme ante la belleza de toda aquella ciudad imperial Maya. El espíritu me acompañó, pero mi cuerpo no era de este mundo, ni lo fue en muchos días.

Los jaguares sólo los he visto en fotografías y documentales, y doy gracias.

Arrastré el retrovirus 25 días en total, y aquí estoy, fresca como una lechuga. Creo.

Con apocalipsis a mí....¡anda ya!.



viernes, 6 de abril de 2012

Sólo era un hombre solo, sólo.

Ahora que tus sesos ya se han desparramado en el cemento, ¿será capaz alguien de seguirte?. ¿Habrá servido tu muerte, tu acto kamikaze, tu espíritu bonzo, para algo más que para dar trabajo a los servicios de limpieza y a las funerarias?.

A las armas, sí, pero contra los corruptos, los infames, las alimañas, los hijos de puta, los estafadores de personas, familias, ideas e ilusiones. El cañón apuntando su sien.

Hoy, Dimitris, lloro por ti, lloro por mí y por el futuro de los que vienen detrás. Sólo eras un hombre solo, y viejo. Un soñador, un luchador rendido.

Deseo que, al menos, algún cabrón no haya podido conciliar el sueño esta última noche. Pero nunca existió tanta sensibilidad en las almas de los infames. 

Poco pan y pésimo circo, poco pan.

jueves, 5 de abril de 2012

El efecto bola de nieve


El "Efecto bola de nieve" o también llamado "Teoría del Dominó" se utiliza en muchas disciplinas, sobretodo en las Ciencias Sociales y va vinculado a la causalidad. Para que se produzca debe existir un orden de cosas en la que intervengan al menos dos elementos. Sería, por ejemplo, estudiar si A es causa de B o, si por el contrario, B es un efecto de A.
En el campo de la investigación médica se utiliza este método dentro del ámbito de las revisiones sistemáticas.

Hace ya bastantes años que conozco el mencionado efecto, pero ayer, me llamó la "gran jefa" a su despacho para explicarme que había encontrado un link increíble para poder realizar las revisiones teniendo en cuenta esta particularidad.
Dado que no escucha, jamás, cuando le dije que ya, que sí, ella siguió a lo suyo intentando hacerme ver que estaba muy por encima de mí en cuanto a conocimiento. Además de no escuchar, la susodicha tiene lo que yo llamo los dedos más ágiles que el cerebro, así que clica sin mirar todo lo que encuentra a su paso. Y voilà, en un alarde de mira y apúntate bien este link se le abrió esto.

Su cara fue un poema, empezó a balbucear un "pero, pero, pero... madre mía! Yo no quería enseñarte esto, ¿tú sabías qué...?". No pude contener más la risa, así que le dije que sí, que yo sabía. Que el concepto Snowballing, tiene muchas acepciones y que, entre otras, describe una práctica sexual, a lo que constestó "ésto no es una práctica sexual, es una marranada tremenda!".
Solo pude recomendarle que se autorecete Orfidal (para calmar sus pulsiones dactilares) o que deje de meterse en Google.

Pues nada, ¡que rule la nieve!

miércoles, 4 de abril de 2012

¿Qué estaría haciendo ahora JACK THE DRIPPER si estuviera vivo?


Puro genio desparramante, si viviera hoy en día, posiblemente, en su variante pornográfica, las bukkakkes serían su punto fuerte....


... y si aún se dedicara al arte, es muy probable que hiciera cosas como ésta....(buenísima)



...todo me gusta, el dripping, el dopping, el dropping, el fucking, el ...

Jackson Pollock: ...¡¡para, para!!...¿qué estás haciendo?.

Sincopada: nada, tomarme un café, intentar ver el final de una película, hacer el imbécil con el ordenador, pensar en ti y en tus cuadros. No te voy a engañar, me gustan, pero me cuesta defenderlos a veces. Eras la hostia, pero parece que lo que tú hacías lo pudiese hacer cualquiera. No digo que yo lo crea, digo que es lo que parece. ¿Tú bebías mucho?.

Pollock: bueno, sí, algo sí que bebía...

Sincopada: ya, eso me parecía a mí.

Pollock: sí, pero es lo que pensáis todos porque hicieron aquella película sobre mi vida.

Sincopada: ¡mira!, justamente la que estoy intentando acabar de ver. ¿Sabes qué pasa?. Que Ed Harris es un Dios para mí, absolutamente. Es de un atractivo acojonante y tiene una sonrisa que... . Ese hombre me gusta.

Pollock: yo era más guapo.

Sincopada: perdona que discrepe, Jack... .

Pollock: ¿y a ti qué te pasa?.

Sincopada: a mí nada, ¿por?.

Pollock: siempre estás como una polilla revoloteando junto a una bombilla polvorienta, quemándote, chamuscándote, dando vueltas y más vueltas. ¿No ves que al final vas a arder?.

Sincopada: es que me empecino, Jack, ya sabes, insisto, insisto, doy vueltas churruscándome, dale que te pego aunque no me quede ni una antena ni una pata ni un ala en condiciones. Por cierto, es acojonante tu proceso creativo, creo que en la película está bastante bien resuelto, aunque no creo que Harris llevara las melopeas que llevabas tú, pero.....nunca se sabe.

Pollock: el Harris ese debe ser un amargao impotente.

Sincopada: no me seas envidioso, Jack, no hace para un genio como tú.

Pollock: ya... entonces, ¿te gusta lo que hacía?.

Sincopada: sí, y mucho, tengo que reconocerlo. Debías pasártelo teta creando, componiendo, qué envidia, siempre he envidiado a la gente creativa. Y fuiste vanguardista, atrevido, original, eso siempre son puntos a favor. Lo que pasa es que ahora pareces un tío borracho que tiraba pintura a los lienzos, y punto. Hemos perdido mucha sensibilidad con los años, Jack, ni te imaginas que mierda está hecho todo.

Pollock: mujer, ya será menos... . Ponme una copa, cielo.

Sincopada: voy a poner dos, que le den por saco a la película, total ya me sé el final, estás muerto. ¿Fumas?.

Pollock: Sí, gracias... ¡salud!.

Sincopada: ¡salut!.
 

martes, 3 de abril de 2012

BILIS


Vivir con resquemor hacia alguien durante muchos, muchísimos, años debe ser una tortura.
El sábado tuve el honor de asistir al despelleje más grande que se ha hecho jamás sobre mi persona. Y, sinceramente, no es plato de buen gusto saber que alguien a quien durante muchos años supusiste que era tu amigo, crea que eres el peor bicho del planeta.
Lo curioso es que del sujeto en cuestión hablé en una entrada de este blog, lo que supone que yo me acuerdo de él y que a pesar de no tener ningún contacto desde hace más de veinte años, siempre ha sido un recuerdo amable y positivo. Parece ser que este sentimiento no ha sido bidireccional.

Puede que no sea normal pero cuando a un tío lo considero mi amigo lo veo asexuado. No importa si me parece guapo, ni que seamos afines, ni nada, es mi amigo y el trato es idéntico al que dispenso a las amigas. Jamás he follado con uno. A mi favor sí puedo decir que soy siesa y no practico ni abrazos, ni caricias ni nada que pueda dar lugar a equívocos.
Como decía, el sábado tropecé, literalmente, con este mozo y de la ilusión inicial pasé al estupor final.
Cuando nos pusimos un poco al día me soltó la primera lindeza: "No sabes cuantos bulos han corrido sobre tu vida entre los que íbamos juntos en aquella época. Que si te habías casado con un viejo muy rico [juas, mayorcito sí era pero rico...], que tenías Sida [juas, juas. ¡Cómo se aburre la gente!], que habías dado un hijo en adopción [juas, juas y juas. Siempre se me ha visto el plumero con mi adoración por Herodes], que te habían trasplantado el hígado y ya no podías trabajar [joder, qué obsesión con mi afición a la bebida]... Ya ves, cosas que se dicen. Me las creí todas y ninguna porque de tí se puede esperar todo".

Cuando le pregunté por su vida parejil, con una pregunta tan sencilla como "¿Estás con alguien?", vi como empezaba a ponerse verde, su camisa se resquebrajaba y se transformaba en una especie de Hulk cabreado que empezó a vomitar un discurso delirante. "No. No estoy con nadie ni me ha ido bien con ninguna. ¿Cómo iba a irme bien con nadie si ninguna de ellas era tú?. ¿Cómo es posible que no te dieras cuenta que estaba pilladísimo contigo? No sabes cuanto te he llegado a odiar, ni remotamente te lo imaginas. Todo lo que hacía para acercarme a ti me convertía en una especie de osito de peluche, de amiguito del alma, de imbécil manipulado, de calzonazos... Hubiese hecho cualquier cosa para estar cerca y nunca supiste verlo. Eras horrible, pero me gustabas tanto... Me pasé años siendo tu sombra: te hacía de chófer, de segurata, de amiguito confesor, coño! que me hiciste ser un mierda".

Aproveché un momento que parecía que tomaba aire para decirle que estaba flipando, que no entendía nada, que éramos amigos y que nunca tuve la sensación de ser manipuladora, ni creí que el trato que le dispensaba él lo vivía como una humillación. Pero nada, él a lo suyo.
"Tenía que soportar que siempre te fueras de los bares con un tío distinto y me guiñaras el ojo diciendome mañana te llamo. Tenía que soportar que me contaras tu vida sexual mientras yo no la tenía porque yo quería ser ellos. Te saqué de mil apuros cuando ibas borracha y tenía que recogerte las bragas del suelo [pensé que era una metáfora, pero según él pasó, y no una vez si no varias. Aquí la memoria me falla, es lo que tiene el bebercio] y te pedía que no lo hicieras en la barra... Tenía que soportar que nuestros amigos me dijeran que era un idiota por estar colgado de ti, que tú nunca me harías caso... Pero luego, cuando estábamos solos eras un encanto, y nos íbamos a pasar el día fuera con la moto, y nos encantaba pasar horas en la playa hablando y riendo y yo no perdía la esperanza que me llegarías a ver como tu chico... pero no. Nunca he conocido a nadie tan insensible. ¡¡¡JODER, QUÉ GANAS TE TENÍA, CHICA!!!

Di que sí. Con dos cojones. A esto lo llamo yo un exorcismo del copón. Qué odio, qué amargura más mala. Vino a decirme un "ahora cómete tú mi mierda". ¿Era necesario después de veinte años?. Lo que más me fascina es cómo podía estar enamorado de alguien, según él, tan horrible y mezquina y alargarlo hasta el infinito. Pero todavía más flipante es que después del chorreo de bilis amargo me pidiera el teléfono para vernos y salir por ahí algún fin de semana.
¿En qué quedamos, soy la bruja del cuento o el hada madrina?
Definitivamente a la gente le va la marcha. Nunca creí que mi actitud fuera ¿inapropiada?. Pero si así fue tampoco le disgustó tanto, o al menos su sufrimiento no fue superior al goce de estar con una zorra implacable e insensible.

lunes, 2 de abril de 2012

EL ANSIA

Ríos de hormigón surcan la red de venas, arterias y capilares que pueblan mi cerebro, espesos como lava caliente. No puedo moverme. Encerrada en este magma espeso, no puedo respirar, me falta el aire. Una borrasca de lágrimas nubla mi visión, dejándome momentáneamente ciega. Escuece. Siento mis miembros laxos y calientes, la piel me arde en un ígneo resplandor anaranjado, e imploro un poco de tormenta, de hielo, de huracán, un vendaval de gas gélido que me arrebate esta quemazón que me consume.


Me abandono recordando aquellos días en que la niebla me rodeaba con su húmedo abrazo. Añorando el invierno y la nieve.


PD. ME CAGO EN EL PUTO POLEN, COÑOYA




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