jueves, 9 de mayo de 2013

El puto carrusel de la vida

Estoy indignada con la vida. Y punto.

Ayer, durante la fiesta que celebramos por el día mundial de la C.R., tuve el placer de reencontrarme con un viejo amigo, al que no veía desde hacía algunos meses.

La última vez que le vi, pasadas las navidades, nos encontramos en una joyería de la ciudad. Yo estaba con mi amiga C. comprando un reloj que le regalamos entre todos a nuestra querida G. Él había ido a recoger unos cubiertos chiquititos de plata, grabados con el nombre de su hijo, contento y orgulloso. Cuando me preguntó qué me parecían le contesté que preciosos, aunque en mi interior retumbó una voz diciendo "menuda horterada, qué cosas más chorras hace la gente". A veces mentir un poquito tampoco es tan malo.

Le pregunté cómo estaba el tema de la custodia de su hijo y me dijo que en un par de meses tenían el juicio y que esperaba ganarlo para poder estar con él al fin. La historia, su historia, es básicamente ésta:

"J.(mi amigo) llevaba años siendo "la enfermera" (como dice él mismo) del pueblo.Se casó con la novia de toda la vida, una chica de casa bien, y después de años juntos no tenían hijos. Las malas lenguas dicen que ella, más interesada por su carrera profesional que por la maternidad, no quería tener. A J. se le caían las babas a litros cada vez que veía un retoño, aun recuerdo cómo cogió en brazos a mi hija casi recién nacida, cualquiera habría pensado que él era el padre. Pasaron los años y J. conoció a otra mujer. La cosa parecía un calentón, un furor uterino, pero ella se quedó embarazada casi al instante y se lió un pollo descomunal en el pueblo, con el consiguiente linchamiento popular. J. dejó a su mujer, pidió un traslado de centro de salud a otro pueblo y decidió seguir adelante con aquél proyecto de familia feliz que tanto había ansiado. Pero no sabía (porque no le había dado tiempo a conocerla) que la chica con la que iba a tener a su hijo era (es) una zumbada de tres pares de huevos, una desequilibrada...y ahí empezó su calvario. Dos meses antes de que naciera I. ella le dejó, se marchó sin decirle a dónde iba, tuvo a su hijo como madre soltera y le puso sus dos apellidos. Así, pumba, jódete que te has quedado sin niño. Él, claro está, supo cuándo y dónde había nacido la criatura y fue rápidamente a verle. Ella le dijo que ese hijo no sería nunca suyo, que le iba a joder la existencia, que le negaba la paternidad y que no lo iba a ver ni en pintura. Alguna persona de su entorno con dos dedos de frente hizo que J. pudiera visitar a su hijo brevemente algunas veces. Alguna vez que me lo encontré en el parque con su niño me explicó todos los despropósitos que le liaba aquella loca, un día incluso vi con mis propios ojos cómo les perseguía por la calle, escondiéndose detrás de las farolas cuando nos girábamos a mirarla. Me daba terror pensar en qué clase de hogar se estaría criando aquél niño, con esa madre chiflada. Entonces empezó una batalla legal de pruebas de paternidad y demás para que le otorgasen la custodia de su hijo. "

Ayer en cuanto le vi, le pregunté cómo había ido el juicio, aunque supuse que no del todo mal, porque I. estaba con él, correteando feliz, jugando con otros enanos allí presentes, entre ellos la miniborroka de mi hija.

S: ¿Bueno, qué, ¿cómo fue ese juicio, lo celebramos?
J.: Pues fue bien, de puta madre, gané la custodia total, por fin soy su padre y ya podemos estar juntos para siempre. Soy muy feliz.
S: ¡Joder, cuánto me alegro!...¿lo celebramos tomándonos una de esas birras?
J.: No sé, Sinco, no tengo el cuerpo para birras....
S: ¿Qué pasa?
J: Pues que mi hijo ahora está enfermo.
S: Bueno, ya, los niños pillan de todo, pero son fuertes como robles, ¿qué le pasa?. A ver si te vas a volver ahora uno de esos padres paranoicos, tío, que te conozco...
J: I. tiene un tumor en la cabeza, estoy pendiente de que me llamen en cualquier momento para ir corriendo al hospital a operarle.
S: (glups)....no puede ser, dime que no...bueno, pero...¿el pronóstico es bueno? ¿qué te han dicho? Tú trabajas en el gremio, sabes que muchas de estas cosas se solventan la mar de bien.
J: Precisamente por eso, Sinco, porque sé demasiado como para hacerme el tonto, no lo veo claro. Hay que operar, hay que ver si pueden quitarlo todo, está en un sitio jodido, no saben qué secuelas pueden quedar....ya sabes, toda esa mierda.
S. Ostia...¿qué puedo hacer, decir?
J: Nada, gracias, estar ahí simplemente. Darme un abrazo cuando me veas. Sonreir. Es una mierda, después de tres años luchando para poder estar con él, para poder ser y hacer de padre, cuando al fin estamos tranquilos y felices nos cae esto encima, no sé qué he hecho para que la vida me trate así, y menos aun qué ha hecho él para merecerse esto.
S: Desde luego, J....lo siento mucho, joder, menudo palo.
J: Ya ves, llevo años currando aquí (señalando el cartel del local donde estábamos) por la cara, por intentar mejorar en algo la vida de los demás, creyendo en algo más humano y justo... y ya ves cómo el Karma me jode vivo.
S: Pues sí, dan ganas de... de... ¡no sé!, ¡de reventar algo a ostias, aunque sea!. Os deseo toda la suerte del mundo.
J: Gracias, nos va a hacer falta.
S: Míralos, qué bonicos y porculeros son...¿nos los llevamos un rato al parque de aquí al lado mientras esta banda se ponen ciegos a comer y a beber?
J: Venga, va, sí, que disfruten de la vida mientras puedan, que tiempo para ser adultos y sufrir ya tendrán.
S: Vamos...

Y mientras ellos jugaban sin pensar en nada más J. y yo les mirábamos en silencio, apretándonos muy fuerte la mano, y yo tenía un nudo en el estómago descomunal, pero al mirarle sonreía. Él también lo hacía. A saber lo que pasaba por nuestras cabezas.

Por la mía, sin cesar, viendo a I. reir y jugar sin importarle nada de lo que habita en su cabeza, sólo pasaba una idea: qué jodida es a veces la vida, las ostias que te arrea sin avisar. Y qué mal me parece que los niños tengan que sufrir...eso no, por ahí no paso. Si existe un dios hay que matarlo, por cabrón.

Esta mañana, chateando con grinder Kitty, hablábamos justamente de eso, de que a veces es demasiado, de que estamos indefensos frente a todo y todos, de que somos como cáscaras de nuez flotando en un mar furioso y en cualquier momento nos llevamos un revolcón, y no de los placenteros, sino de los otros.

¿Por qué nada más nacer a muchos les toca ya empezar a sufrir?

¿Qué puta burla nos espera mañana?

Me gusta vivir, mucho, pero a veces..... ¡joder!.

Mientras tanto...que rían, que jueguen, que sean felices. Bendita ignorancia.

Como bien decía J.M. Fonollosa:

No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.

No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.

Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.

Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.


(Recitado por Roberto Iniesta aun tiene más aplomo...bendito disco de Albert Pla "Supone Fonollosa")

9 comentarios:

  1. Lo que la verdad esconde es una realidad pesada y cruel que muchas veces pone a prueba la capacidad de aquellos que aman sin esperar nada a cambio más que la sonrisa de un niño al que, tal vez por puro instinto racional, quisieran encargarse de transmitir todo cuanto saben. Eso, además de madurez, es absoluta confianza paternal de alguien que ha sido educado en un entorno libre y jovial. Ahora, cuando la lucha tenía buen fin y, por fin, según lo relatado, todo tomaba rumbo viento en popa, sobreviene un temor que desanima los ideales de un hombre de los que habiendo pocos puede llegar a ser héroe allí donde no se dan medallas y sí abrazos a mansalva. Tal vez, ahora, alguna, según lo relatado, se esté alegrando del mal ajeno y yo sólo espero que sea lo que sea llegue a buen puerto y se cumplan las esperanzas, qué no suerte, de un hombre fuerte, de los que hay pocos.
    Me uno a sus deseos y admiro su capacidad y tesón.
    Para ti, unha aperta longa de verte feliz.
    dl*S

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  2. Qué decir. La vida es muy puta a veces.

    Solamente esperar que las cosas salgan bien.

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  3. Salamandra +1.

    Joder. Que mal cuerpo se me ha quedado.

    A ver si las cosas, aunque sea un camino un tanto penoso, van saliendo bien...

    Un abrazo o algo que anime un poco.

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  4. Puta mierda de vida mecaguen dios!!!!
    Debe ser una de las mayores putadas que te puede deparar la vida, joder yo tengo dos peques de 11 meses y si me pasa algo así arranco la cabeza del primer hijo puta que e diga que no me preocupe y que todo se arreglará
    Solamente toca esperar y que todo se solucione, y sobretodo disfrutar de cada momento que se viva

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  5. Que jodida vida, no perdona ni a los niños...!

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  6. Por más que haya vivido circunstancias jodidas en primera persona o en mi entorno, cada historia como esta me jode como si fuera la primera vez que la vivo, la escucho, la presencio o la sufro.

    Me toca muy mucho cualquier cosa que sea ver a un padre jodido...pero mucho!

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  7. Respuestas
    1. Perdón. Qué comentario tan soez. Es que los putos tumores y la madre que los generó me alteran. Y peor cuando es un niño el afectado.
      Ojalá fuera culpa de alguien para poder partirle las piernas y torturarle como merece. Por muy dios o director de la cocacola que fuera.

      Besitos.

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  8. Conozco un caso con algunas connotaciones similares. Puta vida.

    Al principio pensé que podía tratar de algo relacionado con otro carrusel, como el de Lapido. Sé que no tiene nada que ver pero te pongo el enlace de mi canción preferida del maestro. http://www.youtube.com/watch?v=W2qV0qJivnk

    Recibe kisssses como siempre.

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