domingo, 8 de septiembre de 2013

Deseos narrados en pocos minutos




"Ponme medio quilo de arándanos desecados, medio de nueces con cáscara y medio de pipas de calabaza". Su compra siempre es la misma. Solo varía lo de las nueces si por temporada no hay de las de la tierra, y entonces coge avellanas, pero solo 250 gramos.

Al inicio del blog le dediqué esta entrada. Creí que a partir de ese día, al cruzarnos por la calle, volvería a saludarme siempre. Pero no ha sido así, nunca más había vuelto a dirigirme ni la palabra ni la mirada. Siempre he pensado que me convierto en invisible ante él. Es capaz de pararse y saludar al perro (que yo llevo de la correa siendo su extensión) y no decirme nada. Pero ahora que me he convertido en un personaje popular en el barrio se le ha puesto mucho más difícil ningunearme. Ahora que soy la nena de la tienda he cobrado vida para él.

Hace un par de semanas entró en la tienda y mi hermana estaba atendiendo a una clienta. Yo estaba disponible, pero él no me vio con esa gran capacidad que tiene para borrarme del mapa. No hice nada, no me ofrecí a atenderle, así que esperó. Mi hermana me miraba de reojo y yo veía como sonreía sin decirme nada. Terminó de atender a la otra persona y luego le saludó efusivamente, son vecinos. Siempre me ha dicho que es un tío encantador y no se creía que me hacía ese vacío hasta que lo vio con sus propios ojos. Sabe que me gusta, así que disfrutaba con la situación (es un poco cretina). Mientras hablaban le iba poniendo en bolsitas el mismo pedido de siempre hasta que le soltó la pregunta ¿por qué no saludas a mi hermana nunca?, el tío tuvo los santos cojones de decir que nunca me había visto. La respuesta es cuanto menos curiosa porque resulta que abulto más que un ácaro y que nos vemos a diario. Bueno, yo le veo a diario, él a mí no. Cuando salió del establecimiento mi hermana empezó a descojonarse y me dijo que no entendía por qué hacía eso, pero que estaba segura que a partir de ese día no tendría huevos de no mover una ceja al verme.

Ayer vino de nuevo a por los manjares de su dieta. Le atendí yo porque mi hermana que estaba desocupada no movió ni un dedo para atenderle, le preguntó por el trabajo porque iba con el uniforme y a partir de ahí nos resumió en un momento su vida y sus anhelos. Ahora sé que un conductor de autobús de Barcelona gana 1.500 euros, que él trabaja para vivir y no al contrario, así que le parece un curro estupendo. Que solo le interesa ir al gimnasio, salir a correr con el perro, leer antes de acostarse, salir a cenar a japos, ver los partidos con los amigos... y por primera vez le hablé, ¿cuántos años tienes?. Resulta que tiene un año menos que yo. Mi hermana le dijo que estaba estupendo y que además ahora que había cambiado la dieta y el entrenamiento parecía menos "clembuterado" y que le sentaba divinamente. Se acercó a nosotras y le pidió que le tocara el pedazo tableta abdominal (es que ella es nutricionista y para él su opinión es importante!). A juzgar por sus ojos saliendo de las cuencas deduje que lo que estaba tocando no era humano. Cogió mi mano y me la puso en el torso de piedra, haciendo que mis dedos fueran deslizándose por cada onza de ese toblerone. Creo recordar que de mi boca salió un jooooooo-derrrrrr. Ni se inmutó.
Solo se quejó de tener el pelo canoso, dijo que eso le envejecía, a lo que enseguida ella apuntilló que eso gusta a las "señoras" y yo me apresuré a decir que quizás sí gusta a las "señoras", pero que a las "chicas" puede que no tanto. Me miró fijamente (parecía como que me dedicaba una mirada con la que saldaba su cuenta pendiente de miradas de tres años) y me espetó un "No, no, noooooooo...yo no busco una "chica", no quiero marcha, ni fiestas, ni que me hagan viajar constantemente, ni tener esa sensación de tener que rellenar la vida con lo que sea. Me gustan las "señoras", no estoy para tías guerreras". Sabía que ella la cagaría y aunque tenía ganas de taparme los oídos, no lo hice y pude escuchar sus agrias palabras: "¡¡¡¡Vaaaaaaya qué lástima!!!! No le convienes nada.

Cría hermanas, que te quitarán los ojos.


...No sería lo mismo imaginarte
que poder estudiarte con detalle
Usaré cada segundo que pase
para poner a prueba nuestras capacidades corporales
Solo quedará sin probar un sentido,
el del ridículo por sentirnos libres y vivos

¡Que me hablen de sandeces y que me digan que sobra el amor!


14 comentarios:

  1. Eeeeehhhhh...... No comments....
    Pos él se lo pierde. Anda que no lo iba a pasar bien!!!! Que siga buscando frígidas señoras....

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    1. Yo con los gustos de los demás no me meto. Pero es que no estoy en el cajón de lo que busca...eso lo tiene claro incluso mi hermana que intenta ver mi parte sensata de "señora".
      Una lástima! Porque con esa tableta me aficionaba incluso a planchar.

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  2. Yo más bien diría que ese tío no te conviene a ti. Lo imagino en plan seta, del curro al gimnasio y del gimnasio a casa. No le verías el pelo y nuuuunca tendríais ni una afición en común (el fútbol y para de contar).

    A la hoguera.

    Bueno, yo es que ya estoy en un plan que los quemaba a todos.

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    1. Tú me ves con buenos ojos... pero no soy una "señora" muy conveniente, a no ser que realmente el guerrerismo les ponga mucho.

      Pero sí... oye, a la hoguera!!!!

      Tenemos algo pendiente, y le estoy dando vueltas para darle forma, help me!!!!

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  3. Puede que sea un juicio algo apresurado, pero... un tipo que diferencia entre señoras y tías guerreras me parece un "atontao".:)

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    1. Totalmente de acuerdo, yo me considero una "pedazo de señora tía guerrera"...y a ver quién tiene cojones de llevarme la contraria!!!!

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    2. Totalmente de acuerdo, me too.
      Aunque yo, Sincopada mía, no me considero una "señora", quizás más bien una "pedazo de tiarrona muuuuuuy guerrera", y a ver quién tiene cojones de llevarme la contraria!!!! (y creo que lo mismo sirve pá ti, pero no voy a llevarte la contraria so pena que me desovarices)

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  4. Desconfía de los adictos al Gimnasio. Un tío que prefiere una tabla de abdominales a unas cervezas, no puede ser normal. ¿Que va a ser lo siguiente? ¿Electrodos en los huevos antes que sexo? Aunque eso puede ser también un tipo de sexo... Bueno que me lío: No me gustan los/as vigorexicos/as.

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    1. Uri,a mí tampoco me gustan. Y me quedo mil veces con un tipo con tripón cervecero que con un figurín. Pero la impresión al tocar a esa roca humana... me humedeció, què vols que et digui?????

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  5. Es jodido encontrar pelos blancos dentro de los gallumbos, sí.
    Pero si no son negros, se hace demasiado evidente la nicotina del fumador, ya sabes....

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  6. Pues no sé qué decirte... yo no me encuentro pelos blancos en las bragas, así que no sé cuán jodido es. Y la verdad, con los años que llevo dando guerra habré pillado todos los limpios como una patena porque gayumbos nicotinados... casi ni recuerdo.

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  7. ¿Y algunos quemones de la plancha, tampoco?.
    Queda como más fino....

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  8. my dear, considere uste lo siguiente, please: un ser que visita el gimnasio, oliendo los gimnasios como huelen, que se jacta de disfrutar viendo partidos con los amigotes (es decir, compartiendo y comentando sus pedos entre el crujir de quicos y palomitas) y, sobre todo, que se ha labrado un abdomen para ir poniendolo por ahi a disposicion del tacto de cualquiera (dicho sea ese "cualquiera" sin animo de menospreciarlas ni a usté ni a su hermana de usté -a quien no conozco pero me cae bien solo por el hecho de ser su hermana, apunto-)... un ser asi, decia, no deberia ser merecedor de sus humedades. Aunque es bien cierto que las humedades, como tantos otros fenomenos de los bajos fondos, son dificilmente sometibles a argumentos racionales... no me negará que llevo algo de razon.

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    1. cómo me gustan sus nombres!!!! y qué variedad... hoy estamos punkarras eeeeehhh!!!
      dicho esto, qué rabia me da tener que darle (una vez más) la razón! Aunque humedecerme, lo que se dice humedecerme, pues el muchacho no lo consigue. Necesito algún argumento más sólido que una simple tableta abdominal para ponerme burraca...creo que me entiende requetebien.

      Le daré recuerdos a mi hermana de sus partes...aunque no entiendo que le caiga bien haciéndome, como me hace, grandes putadas sin maldad, pero me las hace.

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