miércoles, 11 de junio de 2014

DISPARATES marca de la casa

Hace ya muchos días tenía previsto escribir algo que empezara tal que así: "Estoy nerviosa. Dentro de un par de horas podré hacer un cara a cara con alguien con quien llevo más de un año y medio de azarosas conversaciones...". Pero no pude. Fui poseída por las Candy chuches maléficas y las tropecientas mil vidas que tenía ahí en el sobrecito, así que no me apetecía perder esa oportunidad y tuve que escoger entre escribir o ducharme.

Cuando conoces tanto a alguien sin haberle visto la cara (en directo), ni saber a qué huele, ni si es de los que escupen cuando hablan, o si es daltónico y será el payaso de micolor... pues te entra una especie de pereza a romper eso. Llega un momento en que ese alto conocimiento del desconocido ya te parece bien. Pero la intriga está ahí, así que hay que aprovechar esa ventana interestelar para acortar distancias.

Todo lo que rodea a la historia que me une a esa persona es un absoluto disparate. Porque unida a él, lo que se dice unida, tampoco es que lo esté... o sí, o puede que nos queramos pero que no seamos capaces de soportarnos. A grandes trazos el titular de lo acontecido sería: "Se conocen en una web de adúlteros y acaba siendo el gestor del negocio familiar". Del inicio al final del titular han pasado unos 20 meses, arriba o abajo, con intermitencias, exabruptos, deserciones, vueltas a empezar... y por fin llegó el día de mirarnos a los ojos y flipar con la situación a la que hemos llegado.

Hay personas que tienen la capacidad, o la inteligencia, de reconducir relaciones, de cambiar una coma por un punto y darle otro sentido al texto. Yo la tengo, y parece ser que él, que me parecía tan banal, estúpido y frívolo, también.
Ahora bien, si yo hubiese estado en su lugar en muchas de las ocasiones, jamás habría vuelto a dirigirme la palabra. Una vez visto el repertorio de su imbecilidad me mostré implacable. Le he echado de mi vida no sé cuántas veces, todas ellas con una explicación (que me ha sido demandada) sin ningún atisbo de piedad. Pasados unos días, y supongo que intentando digerir una dosis de sinceridad desnuda, siempre ha pedido estar ahí. Y ahora está, y mucho.

¿Qué quién es Leo? 

Un tarambana inmaduro que un buen día decidió que yo debía ser una loca madura que le iba a chupar la polla como nadie lo habría hecho. Que le invadió el miedo cuando se dio cuenta que prefería quedarse con la persona antes que con la mamada, y su comportamiento fue absurdo y empezó a tomarme el pelo porque no sabía salir de ese entuerto. Y pasados unos muchos reproches, otros tantos insultos, dejé de verle como un imbécil para que ocupara un espacio de ternura en mi vida.

Es mi amigo. Quien me cuenta sus miserias y también sus triunfos (ojo, que de superación sabe más que cien personas juntas, el tío es iron man), quien comparte conmigo sus lecturas favoritas, quien me pide consejo cuando se siente confundido, quien me dedica a menudo unas horas de conversación y se preocupa si me nota triste, o quien comparte mi sentido del humor para reírnos juntos.

Sin habernos visto nunca un día me pidió que le ayudará a redactar algo para la boda de su hermana pequeña, le habían nombrado padrino y no quería hacer un versito ñoño. "Ayúdame a escribir algo cañero y emotivo", esas fueron sus palabras. La idea me divirtió mucho, así que le pedí que me contara cosas de su relación, no de la novia, sino de aquellas cosas que les unían y desunían. Nos quedó un texto divertido, sin ápice de mordacidad, cariñoso y sobretodo personal. Yo solo me limité a escribir las palabras que él no encontraba. 
En ese momento supe que yo había incorporado a mi vida a una persona que me daría mucho más que yo a él. Y así ha sido.

Verle entrar. Sonreír. Reírnos a carcajadas. Mirarnos. Darnos unas collejas y fundirnos en un abrazo. Notar que besa de verdad, no soltando los besos al aire. Cogerle la cara con mis manos y darle las gracias por haber ayudado a mi hermana desinteresadamente... y llamarle Capullo después.

Sé perfectamente que las casas jamás se empiezan por el tejado. Fui una gran constructora de Lego en mi infancia y siempre que lo intenté no pude sostenerlo. Pero por extrañas circunstancias, que desconozco, he conseguido algo sólido y que se tiene en pie a penas sin cimientos.


10 comentarios:

  1. Parece mentira que de maneras tan absurdas, entre gente en tu vida que acaba siendo importante ;-)

    Petons reineta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He aprendido que no sólo tiene que pasar lo que uno quiere...hay personas que consiguen que estés ahí, que se lo trabajan, que se lo ganan...y me ganan!!!!!!
      Lo más sorprendente es cuando no sabes por qué te quieren ahí.
      Qué respetuosa he sido contando esto, compañera.
      Besos grandes y sonoros.

      Eliminar
  2. Te veo blandita compañera!!
    Y me alegro mogollón!!
    Abrazos a puñaos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido mañico, hay que abrir más la mirada y no estereotipar. Soy dura, blandita, borde, cariñosa, simpática, antipática... como la mayoría de los seres vivientes.
      Multifuncional que es una!!!
      Estoy bien, nada nuevo bajo el sol.
      Abrázame, pero no aprietes mucho (soy más frágil de lo que imaginas!)

      Eliminar
  3. Las cosas, así, sin pensar y a lo loco, son las mejores. Yo también he frenado para decir "eh, qué pasa aquí" muchas veces este último año. Y sobrevivo a lo loco. Y es lo mejor.

    Me gusta leerte ilusionada. Te mando un besazo muy gordo, porque te lo mereces :D :*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira tú que yo a lo loco no hago casi nada. Puede que mis tiempos de reflexión parezcan cortos... pero rara vez actúo sin haber pensado en las consecuencias de mis actos. Pero se puede ser espontáneo sin ir a lo loco.
      ¿Alguien pensaba que estaba mal? Solo he bajado el ritmo por necesidades físicas...pero estoy bien!!!!
      Acepto y doblo ese besazo. Que sean dos, para ti.

      Eliminar
  4. La belleza de las cañerías que tienen pérdidas por montones de agujeritos, pero consiguen que el agua llegue, es grande.

    Pero me ganaste en las primeras líneas, al escribir "o si es daltónico y será el payaso de micolor"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nan, el daltonismo es de las pocas cosas que no sufro. Así que cruzarme con uno me cortocircuita, no podría mantener la compostura con una persona que combine de forma irrisoria los colores o estampados. Me descojonaría, eso seguro.

      Cuando miras atrás y ves que algo ha ido forjándose a pesar de... a mí me sigue flipando.

      Eliminar
  5. The Last Living Rose14 de junio de 2014, 17:57

    Celebro su situación de absoluto disparate... y no veo porqué habría que invalidar a alguien por banal, estúpido y frívolo, habiendo tanto listo sensato y trascendental incapaz de darle a uno una alegría.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. mmmmmmmmm nada que decir, señoría!
      su comentario entró en el correo con una sarta de anónimos tocapelotas y me pasó por alto...
      voy a ponerme a PJ Harvey

      Eliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails