sábado, 9 de octubre de 2010

Incendios de nieve y calor a las 03:00 a.m.


No pensé en que iba a llegar el día en que me sentiría atorada para escribir. Pues llegó. Tengo ya unos añicos y mis neuronas no están para echar cohetes, así que si las mantengo ocupadas en otros menesteres no puedo pensar para luego poner una letrita detrás de otra hasta obtener un texto. Estoy en un proceso de vuelta a la edad del pavo, bueno en mi caso es de estrenarme porque no la pasé en su momento, así que toda mi atención está puesta en un ser maravilloso que me mantiene la mente ocupada las 24 horas del día. Pues eso, que kittyfollen se ha enamorado!

Después de haber narrado mis autosatisfacciones y las satisfacciones ajenas, se me pidió que ya iba tocando el momento de narrar el gran polvo y dejarme de pajas. Pues bien, no voy a hacerlo. El gran polvo no existe, no sé si soy muy suertuda pero suelo pasármelo bien en todos, así que siempre creo al terminar que acabo de echar el mejor polvo. Mejor explico una anécdota de una noche de muuuuucho amor y bastante sexo.

Digamos que hacía unas 72 horas que no salíamos de casa para nada, que lo de comer escaseaba y que la hidratación era básicamente cutánea a través de la ducha. En fin un puente muy perruno, de no hacer nada o de hacer mucho, depende como se mire. Pues eso, a la tercera noche el sueño me pudo, y todavia retozando en el sofá era evidente que estaba más en los brazos de Morfeo que en los suyos. Ante tal situación de ataque de sueño decidimos ir a la cama. Una vez en posición horizontal, ya fuese por el contacto de los cuerpos desnudos o porque mis actos son imprevisibles e impredecibles, tuve un resurgir en el mundo de los despiertos, un poquito de mimos, unos abrazos, unos besos... y aunque le ponía ganas e interés, los jodidos párpados decidieron echar el cierre, tuve el tiempo justo de avisar de tal situación antes de ponerme en posición de dormir. A todo esto el sueño me venció a eso de la 01:00. Supongo que mi mente calenturienta no descansaba, que me martilleaba con el mensaje subliminal de "despierta, ya dormirás cuando estés en la caja de pino!", porque abrí los ojos a las 03:00 con una única obsesión "quiero fundirme con él".

Media vuelta. Me giro. Está dormido, muy dormido. Lo tumbo plano, ya que está de costado, de hecho está abrazándome por la espalda, abre los ojos primero tímidamente y luego los deja abiertos como platos cuando me subo encima suyo y empiezo a comérmelo. Repaso con mis labios cada centímetro de piel de su cara, su cuello, su pecho... Pero esos ojos abiertos, abiertísimos, brillan en la oscuridad, no puedo parar de mirarlos. Hay tanta estupefacción en su mirada, me entra la risa. Está aturdido, no sabe de dónde coño le ha caído una tía encima que le está pidiendo susurrante que la quiera, mientras él trata de discernir donde acaba el sueño y empieza la realidad. Me toca, me besa y es consciente que esa loca desatada que le ha atacado, soy yo. Sí, sé que he sido brusca, pero había como una orden mental, como las que deben oír los esquizofrénicos, que me decía "no pierdas el tiempo durmiendo, ámale, ataca!", y eso he hecho, de forma irracional. No voy a contaros lo que sigue, eso no tiene mayor interés. Lo que es impresionante es saber que estás durmiendo con alguien y que tienes la necesidad imperiosa de amarle y que se lo hagas saber, que no te importe despertarle para hacerle participar de tus fantasías, eso sí es digno de mención. Poder ver esa cara de "Dios, cómo me gusta!", es como lo de la MasterCard, no tiene precio.

No soy nada dogmática, ni me presto a hacer recomendaciones, pero hay una parte de conocimiento adquirido que siento que debo compartir: cuando tengáis la sensación que estar entre los brazos de esa persona es el mejor lugar del mundo donde podríais estar, despertadla y decidle que la amáis. Lo que pase a partir de ese momento ya será mágico.

Como dice una de las canciones de nuestra BSO:
...Vamos a engañarnos y dime mi cielo que esto va a durar siempre
perderme en tus brazos
dulce locura, tú mi droga más dura





6 comentarios:

  1. Qué bonito Kitty, cómo me alegro ...
    Por cierto, te reafirmo que sí, ERES UNA SUERTUDA

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  2. Aish, my darling, qué puedo decirte yo....que soy la fofainez personificada. El amor es lo único, el amor nos mueve, lo mueve todo, es demiurgo y es fuego...sólo vívelo cada segundo como si fuera el último. Feel so happy for you!!!!

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  3. Qué torridez, Kitty. La verdá qe sí, que el amor es lo únic que al final vale la pena en la vida.

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  4. Gracias por esa sonrisa! G, me alegra saber que aún entras por aquí alguna vez

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  5. ¿Cómo no, Kitty?

    No renunciaré a leer narraciones bellas y pensamientos inteligentes.

    G

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