domingo, 28 de agosto de 2011

AY SANTIAGO Y SU PUTO CAMINO!!!


Sí, lo sé, me despedí de la creación de entradas. Pero a veces ni yo misma me tomo en cuenta.
Y no, no es el regreso de "Kitty reloaded" como sugería ECDLC, es la necesidad que surge de lo más íntimo para contar el "vía crucis" que he sufrido en agosto y no en semana santa. Más que reloaded estoy caput.

Tiendo a hacerlo todo difícil, no a los demás, eso nunca. Solo me lo pongo difícil a mi. Sé de antemano cuando me estoy equivocando al tomar una decisión, pero no me echo atrás, asumo. ¿Por qué? Pues no lo sé, espero que no me lleve otros 7 años de terapia, pero como no soy tonta, intuyo. Creo que estoy en vías de conocer el motivo de este estúpido comportamiento.
Cuando me propusieron hacer una parte del Camino de Santiago, dije uffffff!!!. La respuesta fue: piénsatelo, tienes tiempo. Yo lo haré igualmente vengas o no, así que no te sientas obligada.
Vale, le daré vueltas al asunto. Un día era: creo que no voy, yo no estoy preparada para tantos kilómetros. Otro día era: es que no sé, me pone el reto. Además luego voy a pasar un montón de días en la playa sin hacer nada. Al cabo de los días era: joder, no sé qué hacer! Sé que no estoy en forma, pero es algo que no has hecho nunca... Hasta que llegó el día de la pregunta: ¿Vamos? Hay que empezar a comprar billetes. Cuando cobremos me tienes que decir algo.

Día 9 de agosto y 9 horas de viaje en tren hacia Ponferrada. Sigo teniendo claro que es un error, pero una vez más, me castigo y voy. Suspendo la medicación para el dolor de corazón roto, la que me mantiene como una zombie que ni sufre ni padece, para cambiarla por el cansancio físico que me permita sufrir y padecer y, sobretodo, no pensar.

Este escrito no es un diario de viaje. Nada de eso, nada de crónica de la amistad que se traza en el camino. No recomiendo la experiencia ni dejo de hacerlo. Para mí fue un error. Supongo que las ganas, la motivación, las creencias o lo que coño sea que lleva a la gente a semejante calvario, suplen la buena forma física hasta el punto de gozar, a pesar del sufrimiento.

Día 1: Ponferrada - Villafranca del Bierzo.
Joder no me gusta nada esto. Qué calor. Qué agobio. Andar, ¿para qué?. Llevo más de 7 horas con la cabeza como un bombo. Mierda, un tirón muscular en la ingle, estoy jodida. Me recrimino estar aquí. Me enfado. Me enfado mucho, conmigo. Llego al fin de etapa con mucha ira. Y encima no paro de escuchar: Buen camino!, a lo que contesto "gracias, igualmente", lo más cortesmente que puedo.
Creo que voy a abandonar.

Día 2: Villafranca del Bierzo - O'Cebreiro.
Porque ya me quise morir hace pocos días de manera mucho más dulce, en los brazos de alguien para no tener que renunciar nunca a ello. Estoy a un tris de tirarme al suelo y mandarlo todo al carajo. He conocido la extenuación en la máxima extensión de su significado. Ya no me enfado, me cabreo. Odio estar ahí. Al vigésimo quinto "Buen camino!" de la mañana, contesto secamente: "vale".
Llego, pongo los pies en el bidet con agua fría y rompo a llorar como una niña chica, con hipo.
Me acuesto a las 20:00 horas, no puedo pensar más, mañana ya veré qué hago.
... aunque creo estar segura de querer abandonar.

Día 3: O'Cebreiro - Triacastela
Todo lo que sube, baja irremediablemente. Las puntas de los dedos sufren. Después de la dura jornada anterior, me parece un paseo.
De todos modos, el cabreo sigue creciendo en mí cada día después de haber caminado entre 15 y 18 km. A partir de estas cifras, odio continuar. Empiezan las llagas. Buen camino!, "Joer, que sí, que ya!"
Vaya que sí. Abandono seguro, mañana.

Día 4: Triacastela - Sarria
¿Etapa fácil? Sí, vale, bastante llana, pero a pleno sol, sin un puto árbol, andando al lado de la nacional casi todo el rato... Estoy muy, pero que muy, rayada. Atesoro tal cantidad de mal humor, que si no lo suelto por la nariz como un Mihura, explotaré.
Me gusta el albergue y me reconcilio un poco conmigo, con la vida... Me propongo aguantar un día más. Tengo ya los gemelos muy en su punto.

Día 5: Sarria - Portomarín
Empiezo bien. He decidido ponerle más ganas y bloquear mi cerebro tanto como pueda. Lo consigo unas 3 ó 4 horas. Luego todo se tuerce. Joder con el puto clima, hace un calor de tres pares de cojones y nunca termina esta etapa. Un peregrino listillo i tecnológico me da la clave para que esté tan cabreada todos los días: él mide las distancias con GPS y cuando creo que hago 23 kilómetros suelo hacer 30 o más. Ya me olía yo algo raro, jodidos mojones mentirosos.
Me rompo. Derrame linfático en el brazo. Llaga en el pie izquierdo. Dedo gordo pie derecho irreconocible. Esguince ingle izquierda. T se asusta y quiere facturarme como sea. Me ve francamente jodida.
Con dos cojones, varias copas de vino en el cuerpo, partido cojonudo del Barça: decido que sigo, no me rindo.

Día 6: Portomarín - Palas de Rei
Como decidí tomármelo mejor y no cabrearme, la mañana pasa mejor. Facturo hoy la mochila para mejorar el esguince y poder seguir andando hasta el final. No tengo un mal recuerdo de este día, pero si no hubiese existido tampoco me habría perdido nada.
Con todos los albergues reservados, sin prisas, habiendo recortado la etapa siguiente en dos, me siento un poco más animada.
Odio dormir con roncadores.

Día 7: Palas de Rei - Melide
Dicen que en Melide se come el mejor pulpo. Una vez probado digo: NO. El pulpo excepcional nos lo comimos en Portomarín. El sitio es feo de cojones y encima están de feria (eso me horroriza mucho, las casetas lo afean todo más). Hoy consigo llegar sin el más mínimo cabreo. T está pachucha y no se merece que ponga ni una mala cara.
Nos vamos encontrando con otros caminadores/as que vamos conociendo. Aunque ya lo sé, constato que no soy especialmente simpática. Qué poco interés me despierta la humanidad!

Día 8: Melide - Ribadiso
¿Sólo 11 km? Espera que me da la risa. Un paseíto de nada. Parada en un pueblo perdido en la nada. Tres casas: albergue municipal, albergue privado y un bar. Holgazanear desde las 11:30 de la mañana, no me lo puedo creer.
Momentos de bajón. Otra vez muchas horas para pensar, pero sin dolor no hay tanta rabia.
Partidazo del Barça rodeada de merengues. Gran goce. Habrá valido la pena dormir solo 5 horas.

Día 9: Ribadiso - Santa Inés
El paisaje me gusta. Bosques encantados. Olor a eucalipto. He perdido toda la rabia de los primeros días. La experiencia me sigue pareciendo una tontada, un esfuerzo inútil, pero ya no lucho contra mi. Cuanto más jodida estoy, mejor ando. Piropo del día: ¡Qué tibias más bonitas tienes! Pozí. Y unos gemelacos que te cagas.
Llegar a un sitio donde las toallas huelen a jabón de marsella y las sábanas son suaves y olorosas es un sueño hecho realidad. Qué gozada de albergue! Como siempre, lo malo es compartir ronquidos, bufidos, toses... ains!

Día 10: Santa Inés - Santiago de Compostela
Parecía pan comido. Ja! A partir del mojón que indica que faltan 12 Km ya no encuentras ninguno más. PORQUE ES MENTIRA!!! Por lo menos, por lo menos son unos 12 más de propina y no se acaba nunca. El último tramo urbano es ya para que te fustigues y te dejes azotar. Como oiga las dos palabras de marras (BUEN - CAMINO), le atizo con los palos a quien me las suelte.
Solo tengo un objetivo: llegar, encontrar un sitio donde dejar la puta mochila, ducharme, comer y dormir. Y saber que ya no tengo que ponerme más las botas opresoras en mis pieses divinos pero dañados.
Entrada en la plaza: ir al centro, tirar la mochila, los palos, abrazarnos por lo conquista. Prueba superada: 236 km. Lloramos, cada una tiene sus motivos. Conseguimos cama, ducha, comida y un merecido Gintonic de Gin Mare con Fever Tree por la noche.

Día 11: día libre en Santiago. Dios y el apóstol Santiago bendigan las chanclas. Hemos decidido que preferimos meternos una mariscada que ir a buscar la compostela. Yo con la iglesia no quiero tratos, creo que ella tampoco.

Lección aprendida para siempre: no huyas jamás de tus fantasmas, y menos por el jodido Camino de Santiago. Luego de tanto huir te tienen que operar y quitar uñas de los pies (cosa fea donde las haya, y muy dolorosa). Lo peor de todo es que yo tenía esos preciosos pies de la foto, y ahora... snifffff, ni rastro de ellos.



PD: le dedico esta entrada, merecidísimamente, a T. Por ser una compañera de viaje increíble, por aguantar mi mal carácter, por ser tan alegre, porque comprende mis silencios y no los perturba, porque me quiere mucho, porque la quiero mucho.

10 comentarios:

  1. Debe ser muy buena persona T porque solo puedes haberlo hecho por ella.Es imposible dejar la medicación para corazones rotos y ser tan tozuda a la vez.

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  2. Bueno, aunque no sea totalmente reloaded...me encanta verte al menos updated.

    abrazos

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  3. Queridísima Kitty:

    1-Pues a mí me caes fenomenal (debo ser igual de borde q tú).
    2- Si es que no aprendemos, nos llenamos la boca de palabras y luego NUNCA echamos patrás.
    3-Yo, ese espíritu de sacrificio y sufrimiento tampoco lo he entendido jamás, por más que me lo explican, ¡que no, coño, que no hemos venido al mundo pasufrí tanto!(añadamos a esto ponerse cera hirviendo por el cuerpo y tacones).
    4-Eso de sanar el alma a través sólo les funciona a los del Opus y otra índole de masocas.
    5-¡¡¡Prepárate que voy a raptarte!!!...voy poniendo la tónica a enfriar, darling...

    Kissessssss!!!!!!!

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  4. ¿pero no se supone que es un camino de recogimiento, entrega, autoencuentro...?, lo que tenían que poner es una línea de bus.

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  5. Ayer leí una noticia que me dejó estupefacto: una persona que estaba haciendo el Camino de Santiago a raíz de una promesa por haber sobrevivido a un accidente de tráfico a muerto atropellada por un coche. Parece de película de Berlanga. Cuídate. Borgo.

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  6. Pseudo: Sí, T es una excelente persona. Pero yo soy muuuuuyyy tozuda y más dura que una piedra. Lo hice por mi, porque me permito pocas derrotas.

    ECDLC: Gracias. De momento solo ha sido un tanteo.

    Sinco: niñaaaaa te caigo bien porque son muchos años, pero a borde no me ganas, sure! Gracias por venir a buscarme con tu carroza y tomarnos un buen brebaje energizante esta noche!

    Sergio: sí, eso es en principio la virtud del camino y su caminante. La alien era yo!!!!

    Zueras: Sí, también leí la noticia. Triste. Una vez más la realidad ha superado la ficción. Si es que cuando la de la guadaña se empeña... ya puedes correr, ya.

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  7. la satifaccion de haber superado el reto, quita todo los males pasados...siempre podras decir: yo, lo hice...con dos cojones.

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  8. Yo sigo diciendo que hacer algo así por amor al arte es un síntoma de involución: qué necesidad hay de patearse 230 y pico kilómetros habiendo coches, trenes... o hasta carros! Coño, que ya hace unos milenios que alguien inventó la rueda!!!

    Sin embargo no descarto hacer el camino en algún momento: Yo voy yendo a todos los pueblos que me digan, jornada gastronómica, gintonics, duermo en el albergue de turno y al día siguiente continuamos: pero en mi coche. Que no me dan el diploma o lo que sea que te den? Pues mira, que se lo coman, pero yo eso no lo ando.

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  9. Pues has caminado por mis dominios y me extraña mucho que no te haya gustado el archifamoso pulpo de Ezequiel, el que antes de cocer meten en la hormigonera.

    Vivo al ladito del camino y realmente envidio a los peregrinos que siguen adelante después de ser estafados y vilipendiados en algunos (no todos) lugares donde pretenden aprovecharse de ellos.

    Un saludo.

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