lunes, 16 de septiembre de 2013

Afasia

En el centro donde trabajo hay 36 colifatos.
De ellos el 99'99% sufren algún tipo de demencia (alzheimer, vascular, senil, Pick, Lewi,  Parkinson, vayaustedasaberporquediagnosticaresjodido, etc... )

Dejo ese 0,1% como loa a la esperanza de que nuestra última adquisición no me dé un susto cualquier día (parece una mujer en su sano juicio, pero claro, estando allí tardará poco en descerebrarse, el panorama es altamente demencial y vuelve loco a cualquiera)
De los 35 restantes 7 viven permanentemente encamados, vegetales humanos que no hablan, ni pasman, espásticos hasta lo imposible. Sorprende que, pese a no estar ya en este mundo, el instinto les haga abrir la boca cada vez que les acercas una cuchara.
De los 28 que quedan, 14 ya no andan y el grado de demencia es superlativo.
De los 14 últimos, 10 aun dan el pego pero a la que les preguntas algo te das cuenta enseguida de que están más pallá que pacá.
Y nos quedan los 4 "caminantes". Así les llamamos (con cariño, conste) mi compañera de fines de semana y yo, ambas seguidoras en su día de "Walking Dead".
Nuestros 4 zombies deambulan con la mirada perdida y los brazos caídos todo el santo día, pasillo arriba, pasillo abajo. Cuando no les conoces, acojonan.
De los 4 "caminantes" T.R. se lleva la medalla de oro y mi especial cariño. En todos mis años de profesión es el primer colifato que luce un tatuaje en su brazo izquierdo. En él se puede leer el nombre y apellido de su hija, muerta precozmente en un accidente de coche. Se pasa el día andando sin rumbo, sus ojos son opacos, como canicas negras sin vida, su cuerpo está rígido y extremadamente delgado. Hace cosa de un par de años aún era capaz de decir alguna palabra con sentido de vez en cuando: contestar cuando le llamabas por su nombre, saludar si le saludabas, poca cosa más. Ahora el grado de demencia y de afasia le tienen aislado del mundo real.
Ayer vi que había quedado chocolate del desayuno, negro y duro, y pensé que seguro que a él le apetecería. Aunque, debido a que todo se va atrofiando con la demencia, su dieta es de fácil masticación, cogí un par de onzas y fui a dárselas con toda mi ilusión.
Me puse frente a él, le mostré el chocolate, me miró, lo miró, lo pilló con la mano y se lo llevó a la boca, instintivamente. Despacio empezó a masticarlo, su cara se iluminó, sonrió ampliamente y, mirándome fijamente a los ojos, me dijo:

-Estoy hasta los cojones.
-De nada, disfrútalo (le contesté).

Su mirada habló, su boca sólo emitió sonidos, no pensamientos. Yo supe que me estaba dando las gracias. Y felizmente le cogí del brazo, contentos y orgullosos los dos, y seguimos paseando por el pasillo mientras él sonreía y devoraba chocolate. Yo también sonreía, andando como una zombie.







23 comentarios:

  1. En la colifatería de mis sueños (en la que espero acabar mis días junto a vosotras liándola parda), habrá una Sincopower que me distraerá chupitos de espirituoso.

    Y la adoraré.

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    1. Of course, darling, yo te distraigo lo que sea menester, incluso te liaré los THC para que podamos reírnos hasta la extenuación, porque adoro esa capacidad nuestra de descojonarnos de todo pese a la solemnidad. Eso no tiene precio, y lo sabemos. Per favortttt, no dejéis que me peinen cuando estemos en la colifatería,sus lo ruego!!!!

      T'estimo, reina, fins d'aquí a un ratet....(llévate THC, yo tb llevo....riámonos de todo...again)

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  2. Quién fuera colifato en ese instante :)... donde el chocolate sabe remover la memoria y bostezar la palabra exabrupta que renunciando a nada haga entender cuan distante es la vida en vida y lejana la muerte que aún no se alcanza.
    Los placeres que puede dar el cacao aún están por demostrar y, entre otros, es abrir la mente de golpe para gritar lo ricas que son algunas personas y su más maternal compañía.
    Una persona vieja tres veces niño, me repetían de pequeño y si es senil la mente apagada toma carrerilla apagando la última vela por la que se derrite la cera que deja un reguerillo por la acera sin rumbo.
    Cuando un nuevo inquilino llega a tu lugar, pronto el medio lo embargará y lo absorberá tanto que su mente irá dejando de trabajar, sólo aquellos que los cuidan son capaces de inyectarles un poco, cada día, de cuerda para que el olvido se retrase...
    Llegar tal vez sea la meta, pero creo que lo importante es ser consciente de ello; si eso no es así, o a nosotros no nos llegan indicios de certeza, entonces sólo podemos acompañar hasta el fin de sus días.
    Una sociedad madura es aquella que se ocupa de sus predecesores y los tiene en cuenta como personas, no como números.
    Quién fuera colifato saboreando chocolate puro de tus manos...
    Yo también hubiera dicho hasta los mismos...de no tener la tableta entera...y algo más jeje
    Las fuerzas se desvanecen
    Eso

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    1. A casi nadie le gustan los viejos en esta sociedad, reflejan demasiado la decadencia y no es agradable verlo. Yo siempre he pensado al revés, para mí son lo que seremos nosotros y admiro su capacidad de sufrimiento y la cordura y serenidad que les gobierna, pese a estar como putas regaderas. Experiencia y sabiduría,a veces con mucha mala leche, también es cierto, pero tienen todo mis respeto por ser supervivientes de esta vida a veces tan cabrona.
      Me alegra saberte vivo y bien ... mucho.

      Petons!!

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    2. Es mutuo y considero tu mismo criterio; leyéndote se viven muchas y gratas emociones que se sienten y resienten propias aunque sean ajenas. Me derretiría entre tus manos, por entre tus dedos si fuera él y exclamaría aún más alto su palabra...Ahora entiendo su respuesta que hace referencia, entre otras, a sus últimas fuerzas :*´

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    3. Es mutuo y considero tu mismo criterio; leyéndote se viven muchas y gratas emociones que se sienten y resienten propias aunque sean ajenas. Me derretiría entre tus manos, por entre tus dedos si fuera él y exclamaría aún más alto su palabra...Ahora entiendo su respuesta que hace referencia, entre otras, a sus últimas fuerzas :*´

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    4. Es mutuo y considero tu mismo criterio; leyéndote se viven muchas y gratas emociones que se sienten y resienten propias aunque sean ajenas. Me derretiría entre tus manos, por entre tus dedos si fuera él y exclamaría aún más alto su palabra...Ahora entiendo su respuesta que hace referencia, entre otras, a sus últimas fuerzas :*´

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    5. Es mutuo y considero tu mismo criterio; leyéndote se viven muchas y gratas emociones que se sienten y resienten propias aunque sean ajenas. Me derretiría entre tus manos, por entre tus dedos si fuera él y exclamaría aún más alto su palabra...Ahora entiendo su respuesta que hace referencia, entre otras, a sus últimas fuerzas :*´

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  3. Como me ha gustado la historia, querida. Eres grande, y lo sabes. Un placer volverte a leer. Recibe kisssses.

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    1. Lovely Johnny!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Qué alegría verte por aquí, tío!!!!! Miss you so much!!! Tú sí que eres grande, cabrón, hace díiiiias que quiero meterle mano a tu post sobre las mejores canciones de los discos de los Stones, y lo haré aunque llegue tres pueblos tarde.....lo haré!!!
      Kisssesssssssssssssssssssss a mogollón!!!

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  4. Buen trabajo haces¡ felicidades por ese chocolate
    Bss

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    1. Gracias, es cosa de la empatía, sólo procuro hacer lo que me gustaría que hicieran conmigo llegado el caso: respetar, querer, acompañar.
      Kisses.

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  5. Me gustas siempre (ya sabes que estoy platónicamente enamorada de ti!!!), pero cuando escribes sobre los colifatos te adorooooooooo.
    Yo soy hija del que fue el mayor afásico del reino, en la familia tenemos un diccionario patentado... Aún recuerdo cuando le pedí que firmara unos papeles, le marqué el sitio con una crucecita y le dije: Sr. Follen, firma aquí. Y tardaba, y tardaaaaaba. Cuando cogí la autorización que había firmado mi señor padre había escrito: Soledad Cien Años Libre.

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    1. ¿Dónde coño está el Me Gusta?

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    2. Aish....darling grijander grinder Kitty....cuánto amor, joder, cuánto amor...
      Ya sabes que yo a tu viejo le tenía mucho cariño (sobre todo pq me consiguió un abono puta madre de bien situao en el Palau de la Música y siempre nos regalaba entradicas para conciertos)
      Una vez que ya no están es cuando podemos recordar todo lo mejor, descartando casi (caaaaasi) todo aquello que nos jodió en su día.
      Y cien años libre...pues oye, no estarían mal, NO?

      Kissesssssssssssss, grinder de las grinders.

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  6. Este artículo tuyo me recuerda al libro aquel de Torcuato Luca de Tena, "Los renglones torcidos de Dios". Tienes un gran corazón, Sinco.:)

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    1. Grannnnn libro. Me gustó mucho en su día...

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    2. Gracias, Cabrónidas, igual de grande tengo la cabronez (podría decir algunos/nas) pero intento ir equillibrando el karma, como Earl, por lo que pueda ser que me encuentre después, ya sabes....
      joder, qué gran libro, en nuestra época, y gracias la Círculo de Lectores, no había hogar donde no lo encontraras...ahora que pienso, se lo voy a mangar a mi vieja y lo voy a releer.

      Kissessss.

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  7. Respuestas
    1. Desde luego, no se puede ser más humano que cuando te despojas de todas las imposturas que adquieres durante la vida.

      Kisses, Alabama, te sigo en Churchill, que lo sepas, el último del rey me ha encantado.

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  8. Chocolate Power.

    Eres muy Buena en lo tuyo! (incluso a veces en lo ajeno)
    Si a mí el tipo me dice "estoy hasta los cojones", hubiera entrecerrado los ojos y me hubiera comido el resto del chocolate, mirándole fíjamente y diciéndole, entre bocados: "Yo sí que estoy hasta los cojones! Ves este chocolate?? MIO, todo MIO!!!!"

    Por eso trabajo con máquinas y mis compañeros de laburo me ignoran.

    Vaya entrada tan bonica, oiga.

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    1. Qué tal andas?
      Espero que todo se encuentre ya más diluido y sólo tengas memoria para aquello que era bueno; me alegraré en ese caso...
      Hay quien generosamente sabe dar chocolate sin importar quien lo recibe, aunque lo acertado es ofrecerlo a quien lo aprecia y necesita...
      Eso, oiga, más madera jeje :|´

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    2. Aish..gracias Pérez, bien lo sabes, en lo ajeno también soy aplicadita...
      No digas chorradillas, pq tú sí que tienes un corazón enorme, y además late como una mala bestia y cualquier día te salta por la boca.
      Repartir chocolate es como repartir felicidad, ¿no?

      Besos en tus párpados, Pérez, muchos.

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