jueves, 20 de enero de 2011

IN MANEKI NEKO I TRUST


Soy descreída por naturaleza. Descreída de las de fe, me refiero. Creo en las personas (cada vez menos), en los animales (cada vez más) y en la pasta (de forma ciega). De hecho soy una de las pocas apóstatas de este país católico, apostólico y romano. Pude apostatar a través de una web que se mantuvo activa muy poco tiempo, y a nivel de conciencia me siento absolutamente consecuente y liberada.

Desde hace unos tres años, sin ninguna fe a la que abrazarme, descubrí que me maravillaban los gatos de la suerte. Sí, los que mueven la patita llamando la fortuna. Alguien del trabajo me regaló uno, dorado, tremendo, de un tamaño considerable. Yo que soy poco egoísta (por naturaleza, también) decidí dejarlo en la oficina y compartir los buenos augurios que el minino tuviese a bien ofrecernos. El ritual consiste en meterle la pila para que mueva el brazo, elegir un mensaje y colgárselo de la pata en movimiento. Algunos en la caja llevan ya mensajes para recortar y pegar, peeeero nunca me he atrevido a utilizarlos, vienen en chino y es posible que para reírse en nuestros jetos en los mensajes rece "chop suey" o "dos de boquerones y tres de calamares" (un amigo mío llevó durante años una camiseta que compró en Tailandia que llevaba un escrito en la espalda, resultó ser una receta de un plato típico de esa tierra).
Así pues, los mensajes del gato son genéricos y del gusto mayoritario: "que el Barça gane la Liga y la Champions", por ejemplo. Y la prueba está en que funciona. Desde que tenemos el gato pidiendo goles, mi equipo del alma está que se sale.

Una compañera decidió ir un poco más lejos y, antes de irnos de vacaciones, le colgó un mensaje especialmente para mi: "que kitty se enamore". Y pasó. Me enamoré hasta las trancas. Hay que decir que nos lo curramos mucho, que le ponemos los mensajes en japonés con fondo rojo que molan más. Paranoias mías, creo que lo entiende mejor y que por eso es tan efectivo. Un día por la mañana me encontré a mi gato comunitario lesionado. Una contractura terrible que no le permitía mover el brazo. Diosssss, después de haber sufrido un secuestro por parte de unos compañeros envidiosos que lo encerraron durante tres días en un armario, dejándome notas de rescate, el pobre no merecía esto. Decidí no tirarlo, lo tengo ahí como un jubilado. Estaba taaaan triste por el suceso que otra compañera decidió comprar un Maneki nuevo. Esta vez el elegido es blanco y un poco más pequeño. Los tenemos juntos. El pequeñajo también nos trabaja muy bien. El Barça sigue estupendo.

Mi pareja se ha ido a vivir a una ciudad nueva. Allí donde haya curro, va. Los primeros días estaba tan agobiado porque no había apenas trabajo que lo único que se me ocurrió para animarlo fue comprar un gato y ponerle un mensaje pidiendo que tuviese más currito. Funcionó ya el mismo día. Sigue funcionando. Así que, muchachos y muchachas, adoro los gatos pedigüeños. Aquí solo nos llegan los dorados (suerte con la economía) y blancos (suerte en los negocios), pero la tradición japonesa dice que hay un color para cada cosa: el rosa para pedir amor, el rojo para pedir matrimonio, el negro para la felicidad, el azul para cumplir los sueños... Ya sé que cada vez parezco más majara, pero me gustan esos gatos horteras, y además creo en ellos. I Love Cats!!!

7 comentarios:

  1. Si vienen de una cultura tan ancestral, algo bueno tienen que tener. Alabemos al Gato.

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  2. Yo también tengo uno! Me encanta!! Pero lo tengo sin pila porque me pierde aceite...jajajaj. No sabía yo lo de las notitas jo, voy a tener que probarlo.

    Besos!

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  3. ¿y el del sexo desenfrenado de qué color es? que no lo digo por mi eh?, que es que tengo una amiga ... ;-)
    Voy rauda a los chinos de mi barrio a comprarme uno. Que tengo yo una primitiva pedida y claro, ahora entiendo porqué no me encuentra ...

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  4. Pos mira, he salido de la cola del paro y me he ido al Basar Diy rauda y veloz...cuando he visto el precio del puto minino he decidido comprar pilas para el MP3, unas témperas y una alfombrilla para el ratón de mi ordenador. Sólo quería escribir una palabra en el papelito, INSHALA, pero he preferido dejar mi destino en manos de la fortuna o del infortunio, a saber.....

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  5. Pues entonces yo quiero un solo gato de la buena suerte pero con topos de cada color,... ¿cuela? ;)

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  6. Reírsus, reírsus...

    Mis mininos funcionan de puta madre. Dicho queda.

    DDmx: que la cosa venga de Japón para mi ha sido definitivo.

    fiona: ponle notitas, fliparás. Lo de la pila es un poco pesadito porque no veas la barrila que meten, se te mete el sonido diapasón en las entretelas, peeeero... Sin pila y sin mensaje, miau!!!

    Salamandra: por sexo no me viene nada. Si lo quieres para pasta, cómpralo dorado.

    Sincopada: la inversión que yo hice con el gato ha sido recuperada con creces. Solo por escuchar la carcajada de mi santo ya mereció la pena. Luego está que se saca pasta y no le vamos a hacer ascos al bicho

    Charlotte Sometimes: todo es cuestión de probar. Uno blanco coloreado no es mala idea. Creo que va a ser mi próxima adquisición de la tropa gatuna

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  7. Cada vez que voy a China mi churumbel me pide uno, y me nieeeeego, el primero en tenerlo fue Buenafuente, no tenía ni idea de lo del mensajito, me lo pensaré.
    ForÇa BarÇa.

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