viernes, 14 de enero de 2011

MENOS HUMOS

Bueno, pues nada, hoy tengo el día de cagarme en San Pico Pato. Un tema espinoso ronda mi cabeza y me cabrea, me duele la espalda, tengo un marrón en el curro de tres pares de huevos, llevo la cuesta de enero francamente mal y encima debo tener la hormona alterada. Un cuadro.

Para más INRI, he dejado de fumar. Nunca he fumado mucho, de hecho he sido una fumadora bastante social, de fumarme un paquete entero en una noche de juerga, pero de fumar muy poco –o casi nada- el resto de los días. Y aunque por esta razón, debería suponer poco esfuerzo para mi el dejarlo definitely, la realidad es que lo llevo fatal. FA-TAL. Porque uno de mis rituales caseros cuando llegaba cansada era calzarme las pantuflas, ir a la cocina a preparar la cena y mientras lo que fuera humeaba en la olla, me relajaba con el spotify de fondo, me abría una cerveza (o a veces me ponía una copita de vino) y encendía un cigarro. Pocas rutinas me proporcionaban más placer (porque lo del cigarro post-coitum ya es directamente humor negro).

Como estoy en pleno monazo nicotínico, me he visto en la obligación de retirar de mi día a día todo aquello que me recuerde al tabaco. Ergo ya no voy a desayunar al bar, ya no salgo a la calle a media mañana a fumar y obviamente, he tenido que suprimir la cervecita/Riberita del Duero del “momento cocina”. Con lo cual, al mono del tabaco estoy añadiendo el mono de mi mini-espacio de relax nocturno. Bueno, eso y unas cuantas lorzas, porque en una cocina, si no se puede fumar ni beber, ¿qué se hace?.
Premio.
No veais lo que jode.

Alguien me dijo que hiciera deporte, que iba la mar de bien para mitigar los efectos del síndrome de abstinencia. A este alguien tengo algo que decirle: mis cojones treinta y tres. He ido esta mañana a la piscina y me he nadado todo lo nadable durante una hora. Y noto que mis músculos me están gritando “¡cabronaaaaaaaaaaa!”. Y es que todavía es pronto para evaluar los daños, pero mi sexto sentido me dice que mañana seguramente voy a tener agujetas hasta en el píloro.

Y las mismas ganas de fumar, claro.

11 comentarios:

  1. jajajajaja, la verdad es que ya tiene que ser jodido dejar de fumar para añadirle extras...y si cambias el cigarrito que te fumabas con la cervecita/vino por cascarujas?...xD

    Un beso y que las agujetas no lleguen al río!

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  2. cascarujas no, amiga, te verías obligada a aumentar al doble el número de piscinas matinales, y eso sería, probablemente, más letal que un cigarrito al atardecer escuchando buena música.....no hay que ser tan extremista, joder!.

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  3. Cómo le entiendo, amiga; yo atravesaba hasta hace unos días los mismos propósitos de enmierda. Ahora también los atravieso, no se crea, pero los alterno con seguir fumando como una chimenea. Para darme ánimos, ya sabe. Lo del desayuno del bar lo comparto plenamente, es una costumbre perniciosa que debemos abandonar para no asociar conceptos cual perros de Pavlov y, en mi caso, también por cuestiones económico-financieras y no tener que acabar viviendo en un contenedor de se-para-reciclar.

    Me declaro firme fan de la expresión 'mis cojones treinta y tres', por cierto: tiene cojones (treinta y tres) que el diccionario de la RAE incluya cosas tipo 'toballa' y 'cocreta' y no estas elocuciones que tanto y tan calvo engrandecen a nuestro idioma.

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  4. Si no fumas ni bebes ni... Bueno siempre habra cosas que hacer. Un saludo.intatodi

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  5. En una palabra: FUMA
    Alguien que lo hace como tú lo haces, puede permitirse esos pitillos de placer. Alguien yonqui como yo lo era, debía dejarlo o dajarse los bronquios.

    Por cierto, y aunque acabe molida a palos o llena de escupitajos, me MOLA LA LEY ANTITABACO. Ayer cené un restaurante, tomé un café en un bar y al llegar a casa olía a... MI!!! Y no me lloraban los ojos ni me rascaba la garganta.
    Eso sí, sigo teniendo todos los días unas ganas de fumar casi, casi, casi irrefrenables. Asco de tabaco.

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  6. Vaya, vaya,... Primero: enhorabuena. Por lo de la piscina! Jajaja, que nooooo, por lo del tabaco, nena. Bien hecho. Que es maaalo.
    Segundo: aguantaaa!!! Con 2 tetas !
    Y por último: dieta del cucurucho. Funciona (si te dejan) ;)
    Besos.

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  7. Yo, tras casi treinta años fumando(sí, soy mayoooor), lo dejé al quedarme embarazada, pero hace un par de añitos he vuelto a fumar, uno al día, el de antes de acostarme, porque digo yo, si tengo que estar a dieta, no puedo beber sola, sin follar, mejor fumo¿no?.Y no fumo más porque mis pulmones ya no lo llevan bien.
    Que gran incoherencia la ley anti-tabaco

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  8. Fiona: las cascarujas las carga el diablo tía. Que se convierten directamente en tejido adiposo sin pasar por el estómago!!!

    Sinco: no, no hay que ser tan extremista. Porque ya te digo que si tengo que doblar el nº de piscinas alguien va a tener que desencrustarme del fondo. Que no doy pa maish.

    Señor de las Moscas: es duro esto de dejar de ser chimenea andante neng.
    Por cierto, me han hablado de una expresión muy cañí que es: "y tu culo una bicicleta" ... ¿podrías escribir un ejemplo de cómo se utilizaría? ;-)

    DDmx: algo habrá que buscar ... ¿macramé? ;-) un beso guapo

    Kitty: JO-DER tía!!! que lo quiero dejar, que es maaaaalo. Además, de aqui a un tiempito podremos tener agradables conversaciones en las que nos caguemos en esos insensatos que fuman y que lo dejan todo que apesta... ;-)

    Charlotte: Gracias por los ánimos, guapetona. Espero que esta vez sea la refinitiva. Lo del cucurucho me gustaría niña ... a ver si este 2011 pongo remedio a eso ...

    Pseudosocióloga: Bienvenida reina, aqui somos unas cuantas que peinamos canas (aunque nos las tiñamos), así que como en tu casa.
    ¿No puedes beber sola? ¿porqué? ¿te vuelves toa loca y no te fías de ti misma? cuenta cuenta!!! ;-)

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  9. Yo esa expresión la conocía como "LOS cojones 33", no "MIS cojones 33". Es también de mis favoritas.
    Salamandra: jeje, me parto contigo, ánimo y sigue nadando

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  10. Elessar: ¿LOS cojones? puede ser, puede ser ... de hecho en mi caso sería más correcto, porque cojones, que yo sepa, todavía no me han salido. Aunque no lo descarto.
    Beso

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  11. Efectivamente, lo oí por primera vez en Toledo, hace como 20 años, me hizo mucha gracia, así q lo repetía mucho, y siempre era algo así:
    - "Oye, déjame 1000 pelas".
    - "Sí, los cojones 33".

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