Os presento a la "cabeza" de Yukio Mishima. Sí, ya lo sé, es desagradable y seguramente me voy a poner "gafapasta" como dice Salamandra, pero es que me lo pide el cuerpo (más bien el cerebro). El último libro que he leído ha sido "Música", de Mishima. Lo cogí en la biblioteca porque era el único suyo que tenían y el título, para una musicófaga como yo, era seductor. En realidad esa "música" de la que habla Yukio nada tiene que ver con la que yo estaba pensando. En la novela un psicoanalista trata a una bella paciente que "no puede escuchar la música", es incapaz de llegar al orgasmo, vamos. Él se afana por conocer y tratar la causa, que no es otra que....leeros el libro y lo sabreis (aunque, sinceramente, no es ninguna maravilla, os lo podría ahorrar).
En realidad lo que siempre me ha llamado la atención es la vida y muerte de Yukio, tan de folletín. Soy morbosa y macabra por naturaleza, no puedo luchar en contra de eso....en fin. El tema de los samurais me atrae y ese código de honor siempre me ha parecido curioso y erótico (llamadme rarita...).
Una vida intensa, llena de contradicciones entre la tradición más extrema y su homosexualidad; inmerso en la metáfora y los versos, la belleza y la cruel severidad castrense. Aún sabiendo de antemano la batalla perdida, luchó por sus ideales (más o menos loables, cierto), pero fue consecuente hasta sus últimos segundos.
Deslumbrado por la estética, el culto al cuerpo, los astros y aquellas pequeñas acuarelas que le mostraba su abuela de pequeño, mientras el resto de niños jugaban.
Provocador. Irreverente. Belleza. Dolor. Pasión. Sadismo.
En la mañana del 25 de noviembre de 1970, Mishima, junto a su amante Masakatsu Morita y y dos discípulos más, asaltan el despacho del general de las Fuerzas de defensa. Pretenden que Yukio sea escuchado. Y lo será. Habla de patriotismo, de heroicidad, resuelve con maestría el acto final de de su vida, su muerte.
Preparado el SEPPUKU hunde en su vientre su espada lustrosa y su ayudante trata, en vano, de rebanarle la cabeza en tres ocasiones. No era muy ducho en el tema, aquella cabeza se resistía a rodar. Tuvo que ser otro de los asistentes quien acabara el trabajo, de un golpe certero...¡zas!...Mishima rodaba con los ojos abiertos por el lustroso suelo del despacho del General. Acto seguido, su amante Morita, comenzó el mismo ritual. Rodaron cabezas.
"Los hombres usan máscaras para embellecerse. Pero a diferencia de las mujeres, la decisión de embellecerse de un hombre siempre es un deseo de muerte" (Yukio Mishima).
En realidad lo que siempre me ha llamado la atención es la vida y muerte de Yukio, tan de folletín. Soy morbosa y macabra por naturaleza, no puedo luchar en contra de eso....en fin. El tema de los samurais me atrae y ese código de honor siempre me ha parecido curioso y erótico (llamadme rarita...).
Una vida intensa, llena de contradicciones entre la tradición más extrema y su homosexualidad; inmerso en la metáfora y los versos, la belleza y la cruel severidad castrense. Aún sabiendo de antemano la batalla perdida, luchó por sus ideales (más o menos loables, cierto), pero fue consecuente hasta sus últimos segundos.
Deslumbrado por la estética, el culto al cuerpo, los astros y aquellas pequeñas acuarelas que le mostraba su abuela de pequeño, mientras el resto de niños jugaban.
Provocador. Irreverente. Belleza. Dolor. Pasión. Sadismo.
En la mañana del 25 de noviembre de 1970, Mishima, junto a su amante Masakatsu Morita y y dos discípulos más, asaltan el despacho del general de las Fuerzas de defensa. Pretenden que Yukio sea escuchado. Y lo será. Habla de patriotismo, de heroicidad, resuelve con maestría el acto final de de su vida, su muerte.
Preparado el SEPPUKU hunde en su vientre su espada lustrosa y su ayudante trata, en vano, de rebanarle la cabeza en tres ocasiones. No era muy ducho en el tema, aquella cabeza se resistía a rodar. Tuvo que ser otro de los asistentes quien acabara el trabajo, de un golpe certero...¡zas!...Mishima rodaba con los ojos abiertos por el lustroso suelo del despacho del General. Acto seguido, su amante Morita, comenzó el mismo ritual. Rodaron cabezas.
"Los hombres usan máscaras para embellecerse. Pero a diferencia de las mujeres, la decisión de embellecerse de un hombre siempre es un deseo de muerte" (Yukio Mishima).
Creo que los japoneses en general y Mishima en particular están benditamente pirados. Cuando estuve por allá me lei cinco libros de cinco autores distintos (Mishima included) y ninguno llegó a apasionarme tanto como el propio país.
ResponderEliminarLos samuráis molan, ¿no os entra a alguno de vez en cuando la necesidad imperiosa de ver una peli de samuráis?
No conocía esta historia, ni a este hombre, me he quedado sorprendido. Y perdona pero la escena del ayudante intentando cortar la cabeza sin éxito se me hace hasta cómica.
ResponderEliminarA mi si lobo. Una de Kurosawa me gusta mucho.
Saludos.
Y con esa rodaja se perdió un magnífico escritor.
ResponderEliminarEl mundo japonés, su idiosincrasia, son de lo más absorben. ¡Cuidadín!
Solamente he leído un libro suyo, "El pabellón de Oro". Cuesta entrar en la japonesez, pero una vez dentro, te atrapa sin remedio. En este libro, por cierto, aparece si mal no recuerdo un prior budista con una doble vida: templo por el día, burdel por la noche. Como la vida misma.
ResponderEliminarAunque soy mucho más de Murakami.
Conocía la historia por el amigo Cebrián. Angustioso final, amiga, lo que debía ser un acto de honor acabó siendo una carnicería chapucera rollo Saw ... pobre Yukio.
¿Preparada para la verbena?
Pues a mi llamadme rarito pero Mishima me parece un escritor inmenso. No he leido (yo que pensaba que había leido tanto de él) ninguno de los libros que decís, pero leí los cuatro libros de El mar de la fertilidad, Nieve de primavera y un cuento titulado el rumor del oleaje, que os recomiendo a todos porque son verdaderas joyas.
ResponderEliminarMishima se suicidó porque no sentía que ese Japón que empezaba a modernizarse fuera realmente Japón, su Japón. Para él la era moderna consistía en un montón de ciudadanos que se moverían como muñecos en un mundo sin sentido para ellos, resumiéndolo mucho. No le gustaba una sociedad así y prefería la cosa viril y feudal, plena de sentido para él, del Japón de los samurais.
En fin.
Los japoneses modernos bien integrados en el Japón actual sienten espanto con solo oir habla de Mishima, supongo que para ellos sería algo parecido a lo que para nosotros es un facha retrógrado.
Pero se esté o no de acuerdo con él era un escritor maravilloso.
Saludos.
Mishima es inmenso. En todos los aspectos. Su biografía es de las más flipantes que existe y su bibliografía, también.
ResponderEliminarLobo de Mar: sí, a mí me gustan, sobre todo "Seppuku", "ghost Dog" (Jarmush me flipa), "Los siete samurais", "Zatoichi"...ni mentar el bodrio de Cruise, por favor.
ResponderEliminarDante: nada q perdonar, la escena es...¡¡DANTESCA!!.
Igor: pues sí, gran poeta, no se puede estar tan chiflado, hombre...
Lagarta: el rollo "japo" nos gusta, tendríamos que pensar en irnos para cuando cumplamos....¿50?.
¡¡¿¿VERBENA??!! I'M READY FOR THE FLOOR!!!!!!!!!!!!!!
Juan C: bienvenido a nuestro cutreblog...gracias por las recomendaciones. En realidad me lancé a la biblioteca pq para St Jordi un querido amigo me dijo q se había comprado "El rumor del oleaje" de segunda mano...y soy fácilmente impresionable. Tendré que leerlo, sin duda.
Kitty: habría que verse la peli que hicieron sobre su vida. ¡¡Ready for the floor, darling????.
Lo desconocía.
ResponderEliminarMe voy traumatizado.
Besos.
Desconocía la historia y la verdad, me ha dejado algo perplejo. La filosofía y costumbres orientales no creo que lleguemos a entenderlas jamás.
ResponderEliminarPor cierto, no recuerdo haber leído nada de ningún autor japonés. Creo que ya va siendo hora ¿alguna recomendación? ¿algo imprescindible?
La muerte de Mishima me impactó. Es como si Passolini hubiera aprendido artes marciales. Aunque como escriptor era muy bueno, no dejaba de ser un reaccionario que añoraba los tiempos de la segunda guerra mundial, cuando invadieron Asia. Y los militares lo detestaban por su homosexualidad. En fin, un muy buen apunte.
ResponderEliminarEres rarita pero molas. Fijate que no me ha extrañado nada que te gustara esto. Recibe kisssses por todo ello.
ResponderEliminarYo ilustré la portada de una de sus novelas: "El marino que perdió la gracia del mar". Curioso personaje, con un gran ego pero también muy inseguro. En sus obras teatrales no consentía que en el reparto hubieran actores más altos que él. Kisses. Borgo.
ResponderEliminarQue maravilla saber que lees al gran Santi Balmes..
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo!
Sergio, de los que he leído ya comentaba que ninguno me pareció imprescindible, pero dicen que La historia de Genji es una obra maestra de la literatura universal. En la edición de Atalanta son unas 1.300 páginas en dos volúmenes formato biblia, algo la mar de cómodo para llevar a la playa este verano...
ResponderEliminarY como me ponga a hablar de pelis de samuráis no paro, quizá Seppuku y Los siete samuráis que nombras, Sincopada, sean las mejores, pero hay tantas buenas...
TORO: no hay para tanto, hombre, será que no ves cosas peores en tu "manicomio". Besos.
ResponderEliminarSergio: soy más de cine que de leer, pero Murakami, como a Salamandra, me tiene bastante pillada, aunque seguramente hay milcosas mejores que leer...preguntaré.
Aris: lo de Passolini tb da para mucho, buen tema. Sí, era un reaccionario, creo que no hubiéramos congeniado mucho, yo tiro más hacia la....¿indignación?.
JOhnny: pero qué maldito eres...gracias, tú tb molas y debo decirte que ni soy famosa ni rica, pero tb me encanta escuchar música cuando voy en el coche...
Zueras: eres un puto pozo de sabiduría sin fondo, lo tuyo no es normal. A veces pienso que debes ser un "no-muerto" y que llevas 2000 años en la capa de la tierra, osmotizando tanto conocimiento. Kissesss.
Allek: sí, en este cutreblog ya es sabido, somos unas fanslanzabragasmojadas del Sr. Balmes y su banda, pero sobre todo ÉL nos turba como nadie. Bienvenido.
Lobo: no sabes cuánto me gustaría que me recomendaras películas de samuráis, por favor, hazlo, te lo ruegooooooo.
Yo llegué a él por su biografía, es más, creo que lo primero que vi fue una peli donde el representaba una muerte como la que luego tuvo.
ResponderEliminarEs que yo ya leía por aquel entonces.
Venga, cuando vaya sereno preparo un post de pelis de samuráis, que el tema lo merece...
ResponderEliminarGracias por las sugerencias, las atenderé (pero no las llevaré a la playa)
ResponderEliminarMishima es un escritor extraordinario. Nadie como el para dar la sensación misma de la existencia, el dolor de vivir, la fascinación de la muerte. Recomiendo la lectura de Confesiones de una máscara, El marino que perdió la gracia del mar y Caballos Desbocados. Para los japoneses el "sepukku" -la muerte ritual- significa "mostrar la sinceridad", mostrando las entrañas. El quiso llegar hasta ahí ¿quien puede juzgarlo?
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