martes, 15 de junio de 2010
CAMAS DESHECHAS
Me gustan las camas deshechas.
Me gusta el desorden.
Me gustan los libros apilados, fuera de los estantes.
Me gusta la sensación de vida en las cosas usadas.
Decidí no volver a hacer la cama hace unos 6 años. Sólo se puede ver mi cama en perfecto estado de revisión los días que cambio las sábanas. Nunca el resto de días.
Cuando paso por delante de una habitación y veo unas sábanas arrugadas, las almohadas amontonadas, la colcha por el suelo... me pongo a imaginar qué habrá pasado en ese catre.
Imagino las arrugas marcadas en la piel de los que allí han yacido.
Imagino los sueños que se habrán evaporado entre esas sábanas arrugadas.
Imagino las caricias, los besos, el sexo, que allí se ha podido producir.
Imagino las noches en vela, dando vueltas, hasta conseguir que la sábana bajera se suelte.
Desde que tengo uso de razón, me ha parecido más interesante invertir el tiempo en deshacer que en hacer una cama.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy cierto, yo tampoco la hago jamás de los jamases,pero la deshago un poquito cada noche....aunque últimamente duermo más bien poco, adoro retozar. Aún recuerdo la última vez que la deshicimos juntas. Era la tuya, y estábamos húmedas de lesbianos, my darling...dormí de puta madre, por cierto.
ResponderEliminarPues a mi al revés ... no soporto las camas deshechas, de hecho no soporto ni las camas mal hechas. Me encanta meterme en la cama y que las sábanas estén oreadas, lisas, sobretodo la de abajo, esa debe estar bien tibante (toma catalanada)... y la colcha, ninguna arruga, las almohadas deben estar bien puestas, mulliditas e iguales ...
ResponderEliminarEstoy enferma verdad?? culpa de mi madre TODO
Aunque que me guste verlas hechas no quiere decir que no me guste deshacerlas eh? NADA QUE VER