Es curioso. Esta tarde, mientras cocinaba algo para mañana, me he puesto un gran disco, de aquellos que resurgen como un Fénix cada 4 o 5 años de mi discoteca. "Talk, talk, talk", de Psychedelic Furs.
Qué gran disco y qué gran banda.
Enseguida han empezado a aflorar recuerdos a mi mente, historias de hace muchos, muchos años. Yo debía tener casi 14 años y en unas fiestas de Gràcia (mi barrio, en Barcelona) vi por primera vez una polla en vivo y en directo, en todo su esplendor y envergadura, como un águila imperial con sus alas desplegadas (con el paso del tiempo y la experiencia he constatado que era una buena polla, sin duda). La asociación libre ha venido dada porque aquél chico, Paco, era igualito a Tim Butler, de los Psychedelic Furs. Supongo que fue eso lo que más me gustó de él, aquella nariz de boxeador troceada y los ojos pintados de negro. Yo tenía 13, él 20. ¡Qué cabrón!. Estaba con mi amiga C. y llevábamos horas bailando y tomando cervezas de calle en calle, andábamos algo borrachas. Yo llevaba unos tejanos desteñidos con lejía, unas botas militares, una camiseta de Sid Vicious y los pelos de punta con la raya de los ojos pintada de negro, igual que él. Cruzamos un par de miradas y alguna sonrisa y enseguida se acercó a mí decidido. No pasaron ni diez minutos y media birra y ya estábamos en un callejón cercano pegándonos el gran filete en un portal, tirados en el suelo. Para mí todo era nuevo. Para él yo era una más.
Levantó mi camiseta (debajo no llevaba nada) y me lamió como a un polo, enterita, con una destreza jamas imaginada por mí. Me puso como una perra en celo y él se puso hecho un animal. Aquello fue un baile de lenguas, manos y dedos, medio desnudos y a mil, sin importarnos nada la gente que pasaba por la calle y se recreaba la vista. Era una noche de fiesta, todo está permitido, ¿no?. De repente la vi, allí estaba ella, fuera de sus pantalones, grande, brillante, empalmadísima. ¡Joder, me asusté!. Decidida, la agarré con fuerza y le miré a los ojos, esos ojos igualitos a los de Tim Butler, de los Psychedelic Furs. No sabía ni qué hacer con ella, estaba paralizada, fuera de juego completamente. Está claro, un tipo con 20 tacos espera algo más que dos lametones y un sobeteo para pasarlo bien. Me dijo..."dale un besito, mujer, quiérela"...supongo que mi cara de acojonada debió bastar, porque acto seguido se limitó a decirme...."nena, ahora no puedes dejarme así, ¡muévela rápido!". Obedecí, expectante, alucinada, deseando ver llegar el final para saber, al fin, cómo eran los orgasmos masculinos. Se corrió en veinte segundos y después lamió mis dedos uno a uno. Mis ojos, como platos; mis sentidos, en estado alfa. Mi amiga, esperando, con un cabreo de tres pares de huevos, me lo hizo pagar con sangre, sudor y lágrimas durante tiempo.
Al terminar, entre la borrachera y el turbamiento, le dije que sacara sus dedos de mí, que tenía que largarme ya, le di mi teléfono y esperé durante días su llamada. Ésta llegó (inaudito), pero fue para decirme que aquella polla ya tenía dueña y que si quieres arroz Catalina...lógico, obvio, aún fue bastante diplomático.
She is mine, Pretty in pink, Into you like a train.......¡¡¡a cuál más buena!!!!
La polla de Paco..................¡¡qué polla!!!.
Qué gran disco y qué gran banda.
Enseguida han empezado a aflorar recuerdos a mi mente, historias de hace muchos, muchos años. Yo debía tener casi 14 años y en unas fiestas de Gràcia (mi barrio, en Barcelona) vi por primera vez una polla en vivo y en directo, en todo su esplendor y envergadura, como un águila imperial con sus alas desplegadas (con el paso del tiempo y la experiencia he constatado que era una buena polla, sin duda). La asociación libre ha venido dada porque aquél chico, Paco, era igualito a Tim Butler, de los Psychedelic Furs. Supongo que fue eso lo que más me gustó de él, aquella nariz de boxeador troceada y los ojos pintados de negro. Yo tenía 13, él 20. ¡Qué cabrón!. Estaba con mi amiga C. y llevábamos horas bailando y tomando cervezas de calle en calle, andábamos algo borrachas. Yo llevaba unos tejanos desteñidos con lejía, unas botas militares, una camiseta de Sid Vicious y los pelos de punta con la raya de los ojos pintada de negro, igual que él. Cruzamos un par de miradas y alguna sonrisa y enseguida se acercó a mí decidido. No pasaron ni diez minutos y media birra y ya estábamos en un callejón cercano pegándonos el gran filete en un portal, tirados en el suelo. Para mí todo era nuevo. Para él yo era una más.
Levantó mi camiseta (debajo no llevaba nada) y me lamió como a un polo, enterita, con una destreza jamas imaginada por mí. Me puso como una perra en celo y él se puso hecho un animal. Aquello fue un baile de lenguas, manos y dedos, medio desnudos y a mil, sin importarnos nada la gente que pasaba por la calle y se recreaba la vista. Era una noche de fiesta, todo está permitido, ¿no?. De repente la vi, allí estaba ella, fuera de sus pantalones, grande, brillante, empalmadísima. ¡Joder, me asusté!. Decidida, la agarré con fuerza y le miré a los ojos, esos ojos igualitos a los de Tim Butler, de los Psychedelic Furs. No sabía ni qué hacer con ella, estaba paralizada, fuera de juego completamente. Está claro, un tipo con 20 tacos espera algo más que dos lametones y un sobeteo para pasarlo bien. Me dijo..."dale un besito, mujer, quiérela"...supongo que mi cara de acojonada debió bastar, porque acto seguido se limitó a decirme...."nena, ahora no puedes dejarme así, ¡muévela rápido!". Obedecí, expectante, alucinada, deseando ver llegar el final para saber, al fin, cómo eran los orgasmos masculinos. Se corrió en veinte segundos y después lamió mis dedos uno a uno. Mis ojos, como platos; mis sentidos, en estado alfa. Mi amiga, esperando, con un cabreo de tres pares de huevos, me lo hizo pagar con sangre, sudor y lágrimas durante tiempo.
Al terminar, entre la borrachera y el turbamiento, le dije que sacara sus dedos de mí, que tenía que largarme ya, le di mi teléfono y esperé durante días su llamada. Ésta llegó (inaudito), pero fue para decirme que aquella polla ya tenía dueña y que si quieres arroz Catalina...lógico, obvio, aún fue bastante diplomático.
She is mine, Pretty in pink, Into you like a train.......¡¡¡a cuál más buena!!!!
La polla de Paco..................¡¡qué polla!!!.
No pienso hacer ningun comentario Sinco. Por que todos los que se me ocurren son brutos brutos.
ResponderEliminarPiter
Piter,creo que nada de lo que puedas decirme iba a sorprenderme ya....creo.....si no, ¡¡sorpréndeme!!
ResponderEliminarAishhhh ahora que me acuerdo... Le he visto la polla a 2 Pacos, y vaya par!!!! Debe ser que el nombre imprime bravura.
ResponderEliminarLos viajes al pasado son... la hostia!
Querida Sinco, has vuelto!!! biennnnn
ResponderEliminarEsas fiestas de Gràcia son un filón de historias ... algún día explicaré alguna mía, después de aquellos chupitos que daban en la Plaza del Raspall que se llamaban "Grito del orgasmo" ... qué ciegos juveniles, qué calentones, qué recuerdos!!!
Un beso guapas,os quiero
Tremendo tema, tremendo Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Paco sería un gran dotado pero está claro que se iba enseguida. No perdiste nada, le perdía la prisa y su ego. Un bbuen amante no lo es así ni por asomo, ni a los veinte ni a los cuarenta. Un buen amante lo es ddesde los quince o dieciocho y retiene el tiempo en su escroto hasta soportar si es necesario la contención del maremoto.
ResponderEliminarPaco te era Poco, Paco Para ti te era Poco:...
[-paco peco pico poco, poco a poco paco peco pico poco; le dijo a su tío federico como un loco: paco peco pico poco, poco a poco paco peco pico poco]D