Cuatro días en la montaña pueden dar mucho de sí. Uno puede aprender, compartir, desaprender y, sobre todo, dejarse llevar por las sensaciones.
El Pedraforca es una montaña mágica, desafiante y cabrona, rodeada de bosques y más bosques de pinos negros y rojos. Es impresionante y cada año nos dejamos caer por allí. Durante el viaje discuto con mi hermano la diferencia entre amar y querer, hablamos de las pulsiones de amor y muerte, de Eros y Thanatos, de cómo ambos guían cada paso en nuestras vidas, sin remisión. Cada acto, consciente o inconscientemente, está movido por el deseo de crear o de destruir, que son lo mismo en su esencia.
He podido constatar aquello de "los niños en manada, vaya hijos de puta"....pero aún así, el momento más divertido de esta salida me lo ha proporcionado mi sobrina C., con 7 años. Cuando nos oyó comentar en Gòsol la posibilidad de visitar la casa que allí tenía Picasso, soltó con total frescura..."¡¡¡Síiii!!!!, yo quiero ver la casa de Pikachu!!!". Santa inocencia, bendita ignorancia, qué libres les hace.
Me comí una endrina y estaba sumamente ácida y amarga. Mi hermano, que es un pozo sin fondo de sapiencia (el muy cabrón) me ha explicado que no es hasta invierno, con las primeras heladas, cuando esos frutos se vuelven dulces. Parece ser que la planta, como método de defensa contra el hielo, envía azúcares al fruto para que éste no se congele. Curioso. Ni arándanos ni endrinas....otra vez será.
Una de las noches un trío de osos pardos con sinusitis, a modo de "Los tres tenores", se puso de acuerdo para soplar al unísono "Nessun dorma"; me desperté con los ojos inyectados en sangre, eran las cinco de la madrugada, "hijos de puta, dejad ya de roncar!!". Ni caso. Salí a fumarme un cigarrillo y me abrumó la visión de aquél universo infinito, plagado de estrellas, galaxias y constelaciones. Casi estaba al nivel del cielo aplastante que disfruté durante un viaje por el País Dogón, en Malí. No había luz eléctrica en cientos de quilómetros a la redonda. Parecía que el cielo y la tierra estaban pegados, que se venía encima. Me acordé de M., esa noche trabajaba, le mandé un mensajito solidario y cariñoso. Tantas preguntas y tan pocas respuestas abruman.
Otra noche la hemos pasado bebiendo gintonics y jugando a los dados, como si nos fuera la honra en ello, a muerte, cuando hay pasta por medio, no hay familia ni hay amistad que valga. Nos hemos reído muchísimo y yo he recordado viejos tiempos de cientos de tardes en el "Aritjol" jugando con mis colegas, bebiendo cervezas y tomándonos las anfetas de la madre de S.. Una de aquellas tardes aparecieron los maderos para hacer una redada y servidora tuvo que empotrarse las rulas así, pim-pam, sin pensarlo dos veces, para salvar el culo de todos...así me he quedado señores.
La Font dels Terrers está en un prado de alta montaña, a casi 1700 metros. Un paisaje alucinante, prados de pastos verdes rodeados por montañas gigantescas. Me he acercado a un rebaño inmenso de ovejas para intentar convencer a algunas de hacer un cambio de vida e irse para Madrid. Alguien me dijo que las adora y que su ilusión es sacarlas a pasear cuales perrillos falderos. No ha habido éxito y el pastor se ha acercado a nosotros para pedirnos, amablemente, eso sí, que dejemos de tocarles las pelotas a sus animalejos. Que vale, que entiende que a los de ciudad nos flipe cualquier cosa que anda a cuatro patas, pero que ellas se estresan y que nos compremos un perro y arreando.
Después de empotrarme la correspondiente tortilla de patatas y cacho carne empanada, me he tumbado con brazos y piernas abiertas en la hierba y he empezado a cantar "Luna de agosto" de Radio Futura. Llevo tres días sin música y noto los efectos del síndrome de abstinencia (mucho).
Estaba triste cuando he subido a mi troncomóvil el domingo por la tarde. Antes de despedirme ya sentía nostalgia, del lugar, de las personas que quiero y me quieren, de los conciertos de soplidos, del pan lleno de hormigas.....enchufo en la radio rústica de mi coche un "parato" (porque no llega ni a aparato) que compré en un almacén chino que consiste en un cassette con un hilo que se enchufa al mp3 o ipod y.......¡¡funciona!!. Es increíble lo que inventan esta gente. Me decido por Parálisis Permanente y ya no los suelto hasta llegar a casa, a dos horas y media de camino. He escuchado "Autosuficiencia" 6 o 7 veces por lo menos, nunca me cansa, es un himno de nuestra generación de setenteros. Ellos fueron los mejores sin duda. Nosotros sólo lo vamos a intentar.
El Pedraforca es una montaña mágica, desafiante y cabrona, rodeada de bosques y más bosques de pinos negros y rojos. Es impresionante y cada año nos dejamos caer por allí. Durante el viaje discuto con mi hermano la diferencia entre amar y querer, hablamos de las pulsiones de amor y muerte, de Eros y Thanatos, de cómo ambos guían cada paso en nuestras vidas, sin remisión. Cada acto, consciente o inconscientemente, está movido por el deseo de crear o de destruir, que son lo mismo en su esencia.
He podido constatar aquello de "los niños en manada, vaya hijos de puta"....pero aún así, el momento más divertido de esta salida me lo ha proporcionado mi sobrina C., con 7 años. Cuando nos oyó comentar en Gòsol la posibilidad de visitar la casa que allí tenía Picasso, soltó con total frescura..."¡¡¡Síiii!!!!, yo quiero ver la casa de Pikachu!!!". Santa inocencia, bendita ignorancia, qué libres les hace.
Me comí una endrina y estaba sumamente ácida y amarga. Mi hermano, que es un pozo sin fondo de sapiencia (el muy cabrón) me ha explicado que no es hasta invierno, con las primeras heladas, cuando esos frutos se vuelven dulces. Parece ser que la planta, como método de defensa contra el hielo, envía azúcares al fruto para que éste no se congele. Curioso. Ni arándanos ni endrinas....otra vez será.
Una de las noches un trío de osos pardos con sinusitis, a modo de "Los tres tenores", se puso de acuerdo para soplar al unísono "Nessun dorma"; me desperté con los ojos inyectados en sangre, eran las cinco de la madrugada, "hijos de puta, dejad ya de roncar!!". Ni caso. Salí a fumarme un cigarrillo y me abrumó la visión de aquél universo infinito, plagado de estrellas, galaxias y constelaciones. Casi estaba al nivel del cielo aplastante que disfruté durante un viaje por el País Dogón, en Malí. No había luz eléctrica en cientos de quilómetros a la redonda. Parecía que el cielo y la tierra estaban pegados, que se venía encima. Me acordé de M., esa noche trabajaba, le mandé un mensajito solidario y cariñoso. Tantas preguntas y tan pocas respuestas abruman.
Otra noche la hemos pasado bebiendo gintonics y jugando a los dados, como si nos fuera la honra en ello, a muerte, cuando hay pasta por medio, no hay familia ni hay amistad que valga. Nos hemos reído muchísimo y yo he recordado viejos tiempos de cientos de tardes en el "Aritjol" jugando con mis colegas, bebiendo cervezas y tomándonos las anfetas de la madre de S.. Una de aquellas tardes aparecieron los maderos para hacer una redada y servidora tuvo que empotrarse las rulas así, pim-pam, sin pensarlo dos veces, para salvar el culo de todos...así me he quedado señores.
La Font dels Terrers está en un prado de alta montaña, a casi 1700 metros. Un paisaje alucinante, prados de pastos verdes rodeados por montañas gigantescas. Me he acercado a un rebaño inmenso de ovejas para intentar convencer a algunas de hacer un cambio de vida e irse para Madrid. Alguien me dijo que las adora y que su ilusión es sacarlas a pasear cuales perrillos falderos. No ha habido éxito y el pastor se ha acercado a nosotros para pedirnos, amablemente, eso sí, que dejemos de tocarles las pelotas a sus animalejos. Que vale, que entiende que a los de ciudad nos flipe cualquier cosa que anda a cuatro patas, pero que ellas se estresan y que nos compremos un perro y arreando.
Después de empotrarme la correspondiente tortilla de patatas y cacho carne empanada, me he tumbado con brazos y piernas abiertas en la hierba y he empezado a cantar "Luna de agosto" de Radio Futura. Llevo tres días sin música y noto los efectos del síndrome de abstinencia (mucho).
Estaba triste cuando he subido a mi troncomóvil el domingo por la tarde. Antes de despedirme ya sentía nostalgia, del lugar, de las personas que quiero y me quieren, de los conciertos de soplidos, del pan lleno de hormigas.....enchufo en la radio rústica de mi coche un "parato" (porque no llega ni a aparato) que compré en un almacén chino que consiste en un cassette con un hilo que se enchufa al mp3 o ipod y.......¡¡funciona!!. Es increíble lo que inventan esta gente. Me decido por Parálisis Permanente y ya no los suelto hasta llegar a casa, a dos horas y media de camino. He escuchado "Autosuficiencia" 6 o 7 veces por lo menos, nunca me cansa, es un himno de nuestra generación de setenteros. Ellos fueron los mejores sin duda. Nosotros sólo lo vamos a intentar.
Bueno, bueno, veo que el Pedra sigue en su sitio ... cómo me alegro. La verdad es que tal como iba leyendo os iba imaginando a todos y me he pegao una pechá de reir ...
ResponderEliminar¿Bolets no habían esta vez?
;-)
.................no tengo palabras. Vivo cada línea que escribes como propia, te quiero sistááááá!!!
ResponderEliminarLagarta...sí había, sí: rovellons, fredolics, camagrocs, potes de perdiu, esclatasang, orelles de judes, llores y algún molleric. Volveremos en breve......
ResponderEliminarGracias prima.
ResponderEliminarChunari chunari
De nada, solete......mmmuack!
ResponderEliminarEl disfrute
ResponderEliminarcuánto calorcito hay en esta familia
Y usted otro pozo sin fondo de sapiencia...¡¡¡Cuántas setas conoces, porelamordediós!!! Cuántas existen?/!
Ni que decir tiene que me ha encantado, querida Sinco, eres grande. Además hay detalles de este episodio dignos de enmarcar como lo de Pikachu, lo del trio de osos pardos con sinusitis pero sobre todo lo de las rulas con los maderos. Paralisis Permanente fueron los mejores pero tú has estado a su altura con este texto, déjame que te lo diga. Recibe kisses merecidos.
ResponderEliminarJohnny: joer, tío, me abrumas con este comentario...¿qué puedo decirte que no suene pedante ni engreído?. Sí, eso, muchas gracias. Tú tb eres muy grande. Y tu blog es un estupendo sitio donde perderse y aprender. ¿Eres de mi quinta?..porque si no no entiendo tanta sapiencia en esa cabecita tuya.
ResponderEliminarKisses a lot.
Pues por lo que leo nos estamos abrumando mutuamente. Aunque no se le debe preguntar la edad a un tío en público, te confesaré que no sé si soy de tu quinta pero intuyo que andaremos cercanos. Más kisses a lot.
ResponderEliminarPerdona si he sido indiscreta....ejem...bueno, si miras la primera entrada del año sabrás mi edad, no hay secretos en el masqueperrerío (joder, cómo miento).
ResponderEliminarKissessss a toneladas (supera ésto, no serás capaz...).
Molas, te conservas de lujo, Rebeca. Como me voy de vacaciones, te envio un intenso ciberbeso, porque a veces uno intenso supera toneladas de ellos.
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