Otra noche algo excedida y al despertarme tengo un terrible dolor de cabeza, mi cuerpo necesita ingentes cantidades de agua e ibuprofeno casi a partes iguales. Tengo que empezar a pensar en aflojar un poco.
Voy hasta la cocina, la guitarra está sin funda y apoyada en la pared (¿saqué la guitarra?, qué vergüenza, aish madre...).
Preparo café , dudo si poner música, pero opto por respetar el descanso y contentarme con el alegre canto de los pajarillos, mientras tomo el fresco de esta mañana nublada y aireada en la terraza de mi cocina. Un día ideal para perrear.
Crec, crec, crec, crec.......¿y ese ruidito?.
Enseguida lo identifico, lo he oído muchas veces, es el crujido de los huesos de algún animalillo en las fauces de cualquiera de mis gatas.
Tengo el estómago revuelto y la visión algo distorsionada, ningunas ganas de una escena gore....crec, crec, crec, creeeeec...
Miro de reojo a la izquierda y ahí están, mi gata Mali y el pajarillo, bueno, lo que de él queda.
-¡¡¡Nooooooo!!!, gata mala, ¿pero qué has hecho?.
-Miaaauuuuu!!?? (poniéndome ojitos del gatito de Schreck).
-¡¿Pero qué necesidad tienes?!. Tienes un cacharro lleno de ese pienso tan rico con vitaminas y control urológico, para que tengas el pelete lustroso, los riñones a ful y los dientes sin sarro...¡¡¿por qué??!!.
(Se pasea rozando mis piernas tras el festín, haciéndome cómplice de su fechoría).
-No, ahora no pienso darte mimos, estoy cabreada contigo.
-Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr (ronronea).
-¿Qué contenta estás, ¿eh, so cabrona?.
-Meeeeeeeou (topetazo con su cabeza a mi tobillo).
-Que no, que yo no ronroneo. Ya sé que es puro instinto felino, vale, pero....¿y si le esperaban unos polluelos para desayunarse unos gusanitos, o si tenía un puñado de huevos en su nido esperando el calor de sus plumas?.
-¿¿Miauuu??. Grrrrrrr.......(se restriega contra los barrotes de la barandilla esperando mis caricias).
-No pienso acariciar tu lomo, que no, gata maula. Me quieres, te quiero, pero ésto (señalándole las plumas ensangrentadas)....¡ésto no se hace!.
Llega Huma y olisquea los restos plumíferos.
-¡Ahora la otra, vaya banda de desalmadas, sois como vuestra santa madre!. ¿¿Pero quereis dejar en paz ya al pobre bicho, so cabronas??.
-Meeeeeeouuuu...
-Miiiaaaauuuuuu....
-¡Bah! no teneis arreglo, felinas crueles. Sois guapísimas, independientes, elegantes, ágiles, alucinantes, pero...¡esto de cazar sobra!, ¡es puro vicio!.
-Rrrrrrrrrrrr...
-Rrrrrrrr......(ronronean a la par, contentas ellas, impacientes y anhelantes de caricias; los gatos sólo se dejan acariciar cuando a ellos les da la gana).
-¿¿¿¿¿MIAU????¡¡¡¡¡¡SO DEPREDADORAS!!!!!!.
-......................(mirándome ambas con complicidad).
-Vale, teneis razón, yo también lo soy un poco, no sé de qué me quejo....ahora sí que voy a poner algo de música, se acabó el dormir.
He hecho la foto que ilustra, he barrido los restos del pajarillo, les he dado un final digno en el cubo de la orgánica y he puesto a bastante volumen este temazo de Mercromina....me encanta.
Cazar, cazar, cazar.....puro instinto animal, que no desfallezca nunca.
Voy hasta la cocina, la guitarra está sin funda y apoyada en la pared (¿saqué la guitarra?, qué vergüenza, aish madre...).
Preparo café , dudo si poner música, pero opto por respetar el descanso y contentarme con el alegre canto de los pajarillos, mientras tomo el fresco de esta mañana nublada y aireada en la terraza de mi cocina. Un día ideal para perrear.
Crec, crec, crec, crec.......¿y ese ruidito?.
Enseguida lo identifico, lo he oído muchas veces, es el crujido de los huesos de algún animalillo en las fauces de cualquiera de mis gatas.
Tengo el estómago revuelto y la visión algo distorsionada, ningunas ganas de una escena gore....crec, crec, crec, creeeeec...
Miro de reojo a la izquierda y ahí están, mi gata Mali y el pajarillo, bueno, lo que de él queda.
-¡¡¡Nooooooo!!!, gata mala, ¿pero qué has hecho?.
-Miaaauuuuu!!?? (poniéndome ojitos del gatito de Schreck).
-¡¿Pero qué necesidad tienes?!. Tienes un cacharro lleno de ese pienso tan rico con vitaminas y control urológico, para que tengas el pelete lustroso, los riñones a ful y los dientes sin sarro...¡¡¿por qué??!!.
(Se pasea rozando mis piernas tras el festín, haciéndome cómplice de su fechoría).
-No, ahora no pienso darte mimos, estoy cabreada contigo.
-Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr (ronronea).
-¿Qué contenta estás, ¿eh, so cabrona?.
-Meeeeeeeou (topetazo con su cabeza a mi tobillo).
-Que no, que yo no ronroneo. Ya sé que es puro instinto felino, vale, pero....¿y si le esperaban unos polluelos para desayunarse unos gusanitos, o si tenía un puñado de huevos en su nido esperando el calor de sus plumas?.
-¿¿Miauuu??. Grrrrrrr.......(se restriega contra los barrotes de la barandilla esperando mis caricias).
-No pienso acariciar tu lomo, que no, gata maula. Me quieres, te quiero, pero ésto (señalándole las plumas ensangrentadas)....¡ésto no se hace!.
Llega Huma y olisquea los restos plumíferos.
-¡Ahora la otra, vaya banda de desalmadas, sois como vuestra santa madre!. ¿¿Pero quereis dejar en paz ya al pobre bicho, so cabronas??.
-Meeeeeeouuuu...
-Miiiaaaauuuuuu....
-¡Bah! no teneis arreglo, felinas crueles. Sois guapísimas, independientes, elegantes, ágiles, alucinantes, pero...¡esto de cazar sobra!, ¡es puro vicio!.
-Rrrrrrrrrrrr...
-Rrrrrrrr......(ronronean a la par, contentas ellas, impacientes y anhelantes de caricias; los gatos sólo se dejan acariciar cuando a ellos les da la gana).
-¿¿¿¿¿MIAU????¡¡¡¡¡¡SO DEPREDADORAS!!!!!!.
-......................(mirándome ambas con complicidad).
-Vale, teneis razón, yo también lo soy un poco, no sé de qué me quejo....ahora sí que voy a poner algo de música, se acabó el dormir.
He hecho la foto que ilustra, he barrido los restos del pajarillo, les he dado un final digno en el cubo de la orgánica y he puesto a bastante volumen este temazo de Mercromina....me encanta.
Cazar, cazar, cazar.....puro instinto animal, que no desfallezca nunca.
Parece que estamos en sintonía.
ResponderEliminarTambién me encanta Mercromina...
Evolution fue una canción que me acompañó mucho tiempo.
Un saludo
Todos depredamos sin parar.
ResponderEliminarLo que ocurre es que no hablamos de ello.
Pollo, conejo, ternera, cordero, pececitos, pecezazos, etc.
Es lo que hay.
Besos.
Los instintos no se pueden frenar......y lo peor es que nosotros somos más depredadores y peores que las lindas gatitas.... :-/
ResponderEliminarEsero que se te haya pasado la resaca!! Un besazo!! :-)
Vaya, la cosa va hoy de felinos.
ResponderEliminarPobre pajarillo, pero en la realidad Piolín acaba no librándose, Silvestre tiene que hacer su trabajo: ser gato.
Jajaja, lo que tenemos en los genes nos gobierna. Si eres gato cazador, cazarás aunque tengas la panza llena ...
ResponderEliminarA todo esto, ¿dónde estaba la madre voraz, que es la peor de todas? ... un día tendrías que postear la historia de Benita emparedada y atacada de hambre feroz de por vida ...
Petons
Eso de "He de aflojar un poco" lo hemos pensado todos (me señalo a mí mismo ahora) la tira de veces... uf.
ResponderEliminarLos gatos son más depredadores que los perros. Mi gato Poe me dejó sobre la cama muy orgulloso el cadáver de un ratoncillo de campo como diciendo "mira, hago mi trabajo". Los mininos son así, ahora está viejuno y se dedica a las arañas (como Renfield) Kisses. Borgo.
Mi gato hacía lo mismo que tu gata, y mi hermana hacía lo mismo que tu, le decía que era un gato malo, que tenía mucha comida... yo siempre defendía al gato, porque consideraba que no era un juguete, que era una fierita en cautiverio, que necesitaba cazar por si mismo para sentirse realizado, vivo... mi hermana jamás me dio la razón :)
ResponderEliminarSaludos.
Nunca he podido quitarme de la cabeza ese espectáculo sleepy hollow que vivimos una vez: ese gatito decapitado colgando de sus fauces... do you remember???
ResponderEliminarSí son gatas malas, sí.
Sara: ¿y qué me dices de "Vals de ballenas"?....tremenda, vellos como escarpias, nena...
ResponderEliminarTORO: lo nuestro es depredar, tenemos la sangre caliente, sangre llama a sangre...
Gybby: resaca superada, casi que me preocupa la tolerancia alcohólica que estoy adquiriendo...depredemos!!!
Sergio: claro, los gatos siempre son gatos, el instinto felino no lo pierden ni castrados ni jartos de comida...son muy auténticos.
ResponderEliminarLagarta: la cabrona de la madre estaba tumbada al solete mañanero, ya no es ni la sombra de lo que era...sí, algún día contaré pq se llama Benita Poe, emparedada en aquél almacén...kissesss reina.
Zueras: ¿aflojar?....uhmmmmm, ya aflojaremos cuando nos muramos, ¿no?.
Carlobito: cazar, acariciar la presa una vez en nuestras garras, sentirnos vivos, es parte de nuestro instinto que no debemos ignorar.
ResponderEliminarKitty: calla, calla, nena, meudo espectáculo gótico-festivo sleepyhollowiano que nos dio Benita aquél día...hija de la gran...kissesss darling.
jeje...gata mala...
ResponderEliminarsí tú, tú!
Juanita: ¿¿¿¿yooooooo????...pero si soy una santa, coñe...kissesss darling.
ResponderEliminarmiau...
ResponderEliminarSi es que todo felino tenemos ese instinto cazador... de día y de noche.
ResponderEliminarHola de nuevo, que hacía meses que no pasaba por aquí... meses de locura. Ando poniéndome al día, paciencia conmigo!!!
Y besos para todas.
mujer imagen: grrrrrrrrrrrrrrrrrr....
ResponderEliminarTake:¡¡joer!!! bienvenido al mundo de los vivos, rey!!!. Sí, lo tenemos....qué triste y aburrida sería la vida sin él. ¿no?. Kisses.