Hoy he soñado –otra vez- que mi marido tenía una amante. Las personas a las que quiero siempre se acaban muriendo en mis sueños –debe ser el miedo a perderles- pero a él, en tantos años, todavía no le he matado: a él siempre le sueño poniéndome unos cuernos del quince. Y es un sueño recurrente. Cuando me despierto agitada y le encuentro en carne y hueso a mi lado, casi siempre me embargan unas irrefrenables ganas de agredirle (obviamente injustificadas, porque él no es responsable de que yo sueñe que es un adúltero). Supongo que mi inconsciente destapa lo que mi consciente ya sabe, pero aplaza. Y sé que estoy proyectando en su persona lo que en realidad yo misma pienso: sólo voy a tener vida sexual si miro para afuera.
Tras unos meses de diván puedo decirlo: lo nuestro no es un matrimonio. Somos dos amigos que nos queremos mucho, que vivimos juntos y que tenemos una niña en común. Y nada más. Lo que diferencia a este tipo de relación de una relación de pareja saludable, es únicamente una cosa. Una sola, pero determinante: el sexo. Lo tuvimos, hace años que no lo tenemos, y a éstas alturas de la película, francamente, dudo mucho que lo tengamos. Quedan ya muy atrás esos días en los que nos mirábamos con deseo.
El primero que cambió fue él, por stress, por desinterés, por cansancio laboral ... ni él lo sabe –dice- y no parece tener mucha prisa por descubrirlo. Y ahora ya, también soy yo: demasiados meses de comerme rechazo tras rechazo, de escuchar excusas, de intentar hablarlo. Cuando algo que tiene que ser instintivo y pasional cuesta tanto esfuerzo, tanta voluntad, tanta programación ... francamente, pierde toda la esencia de lo que debería ser. Es como sentarse a hacer los deberes de mates. Pereza mortal.
Llegados a este punto, intento desenredar todo este embrollo conyugal de mi puta crisis de los 40. Son cosas distintas, pero una no hace más que empeorar la otra. No es fácil. Su falta de líbido la entendí como un problema propio, y eso pesa mucho a la hora de plantearse un cambio de rumbo, porque además de tener una hija a la que no quiero distorsionar la vida tan alegremente, lo primero que te asalta es un “¿vas a estar mejor sin él?” y lo segundo “¿quién te va a querer con estas pintas?”. La respuesta a la primera pregunta es un NO rotundo. Sin él iba a estar muchísimo peor, y no porque tengamos una vida en común a la que ya estoy acomodada -que la tenemos- sino porque le quiero. Muchísimo. Y le echaría terriblemente de menos. En cuanto a la segunda pregunta ... pues estoy en ello, intentando averiguarlo. La seguridad en una misma es esencial a la hora de ligar, y yo ni la tengo, ni me la proporciono: me sobran 10-12 kilos pero me boicoteo, ataco la nevera a la que puedo. Cuando no es chocolate son pistachos y cuando no, le doy al tinto que da gusto. Es compulsivo. Según mi psicóloga, porque tengo instalada la comida y la bebida en el centro de compensación, en lugar de tener otras cosas menos dañinas, como el sexo o el deporte. Seguro que tiene razón, pero a ver quién es el guapo que cambia un Huesitos por tres cuartos de hora de elíptica. Y puestos a cambiarlo, prefiero un polvo, sinceramente.
Ligar con otras personas después de 13 años no es algo que salga de mi así de fácil (¡con lo que yo he sido! ... echo la vista atrás y parece que alguien me haya implantado los recuerdos de otra persona). Y me llenaba de incertidumbre (¿debería? ¿voy a destapar la caja de Pandora? ...). Pero hace unos días tuve una charla con una amiga bastante esclarecedora:
Salamandra: Es que lo mío ya no creo que tenga solución. Es que a veces solo pienso en que debería follarme a otros tíos ...
Amiga: ...
Salamandra: ¿qué? te parece un espanto lo que estoy diciendo, ¿verdad?
Amiga: mmmhhh no. Qué va.
Salamandra: Ya. Pero tú no lo harías ¿no?
Amiga: Mira ... te lo voy a decir. No solo lo haría, si no que, de hecho, lo hago.
Aquí casi me atraganto, porque es la última persona en el mundo que pensaría que me estaba diciendo esto. Se escandaliza con depende qué chistes, tiene unos fines de semana de lo más familiares con su marido y su gato y encima lleva nosecuántos tratamientos de fertilidad porque quieren tener hijos y no vienen...
Salamandra: ¿¿PERDONA??. Es broma ¿no?
Amiga: No. Yo paso mucho tiempo en Madrid, ya lo sabes. Hay semanas en las que estoy 3 y 4 días ... es fácil. Tengo allí a un follamigo que también está casado, y mira, nos vemos bastante. Nada serio, nos vemos para lo que nos vemos y nada más ...
Salamandra (flipando): Peroperopero ... a ver. Yo pensaba que con tu marido os iba bien.
Amiga: Mi marido es un tío muy raro, nunca quiere salir, es antisocial, es un huraño. Yo le quiero pero no tiene nada que ver conmigo. De hecho, ¡creo que si no tuviera aventuras fuera ya me habría divorciado!. Que las tenga es lo que hace que mi matrimonio sea feliz ... a él ya no le exijo nada que no me pueda dar, me lo busco fuera y así cuando llego a casa estoy tranquila y con ganas de verle..
Salamandra: Jajajajajaaaaa, qué bueno. Tía, tenía dudas pero ¡me las estás despejando de un plumazo! jajajajaaaaa...
Amiga: Haz lo que te pida el cuerpo, nena. Solo se vive una vez y en tu caso está justificadísimo, es que no son ni cuernos. Y ya verás como en casa estais mejor.
Salamandra: Sí, sí, que yo ya estoy como la madre de P. Tinto, que necesito que alguien me quite el nudo. Como me lo quiten entraré en casa bailando y cantando jajajajajaa. Ya no pegaré broncas, ya no me iré a la cama enfadada ... ¡seré Heidi!
Amiga: Solamente un consejo: sé discreta, nunca se lo digas a nadie.
Y yo pensé ... joder, es que si algún día lo hago ...
¡TENDRÉ QUE CONTARLO EN EL BLOG!
Bueno, ya sabes mi opinión.............................
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=xFObRusJt24
Kissesssss a lot!!!!
...Quien tiene una amiga, tiene un tesoro... y quien tiene un coño , tiene una mina...jeje.
ResponderEliminarAunque sólo sea para que tu hogar rezume la tranquilidad y la serenidad que otorga un buen meneo...
Ay! Esos doce kilos de más cosechados a base de delicias, tales como chocolate y vino, me los embolaba yo!!
Besos pecaminosos, preciosística.
Yo ya te lo he dicho, si te ves capaz de tener un rollo y no colgarte...adelante.
ResponderEliminarY lo de adelgazar, en cuanto haya uno que te guste se te quita el hambre y en una semana estás estupenda, obviando que a ellos les da exactamente igual como estés.
Pero ¿tú conoces a alguien medianamente interesante?
1. Para mí (q soy muy freudiano), todo sueño encierra un deseo. A q te gustaría tener sexo pero q eso no te hiciera sentir mal con tu costillo? Pues el subconsciente te lo da: le pone a él de malo para q tú tengas la razón perfecta para hacer lo mismo. No es q quieras q pase, es q si pasara, a tí se te cumpliría un gran deseo: ya puedes tener sexo, y sin remordimientos!! Fiesta! (ahora q él te pone los cuernos, tú no vas a ser menos).
ResponderEliminar2. “¿quién te va a querer con estas pintas?” --> pero qué cabezonas sois, es q mi mujer es igual... Quién mejor q un hombre para deciros si estáis buenas o no? Estamos de acuerdo en eso, no? Pues fíate de un hombre, leche, tú eres parte implicada, no tienes objetividad ni criterio (o es q te ponen las tías??). Te lo repito: muchos te querrían, estás cañón, hostias ya. Y además tienes un sentido del humor delicioso.
3. Yo, como tú la primera, lo q deseo es q folles con la persona q quieres, esto es, con tu costillo. No seré yo el q te anime a cornearle (entre otras cosas yo no podría, en serio), pero hagas lo q hagas me parecerá bien.
4. Tu situación no es la misma q la de tu amiga: tú tienes un vínculo con tu costillo para toda la vida (esa princesa de gustos rosas), tu amiga no. Es MUY diferente, ella es mucho más libre q tú.
5. Vaya rollo q he metido, lo siento, urge birra+charla, te sigo debiendo litros y litros.
6. Beso gordo
Hacía bastante que no pasaba por aquí, un relato que también llevaría para el lado freudiano, como dice Elessar.
ResponderEliminarUn cariño.
Humberto.
Hay mucha gente que lo hace (yo de momento no) pero también lo que he observado que a la larga los que follan fuera del matrimonio se acaban separando. Tardan unos años más o menos pero lo hacen.
ResponderEliminarLa monogamia es un invento.
ResponderEliminarEstamos acabados.
ResponderEliminarLos matrimonios son de cartón.
Somos unos farsantes.
Damos pena.
Besos.
Me quedé preocupado después de leer tu post, mi matrimonio tiene recién un año y lo siento demasiado frío... pero no me siento capaz de acostarme con otras mujeres, creo que no podría vivir con esa culpa, sentiría que todo se acabó.
ResponderEliminarEspero que mejoren las cosas, de la forma que tu creas, que tu decidas. Al fin y al cabo lo incorrecto y lo correcto lo definimos nosotros, nada es absoluto.
Saludos.
Sinco: Pensaba que me habrías puesto el "born to be alive" de Patrick Hernández XD ¡casi! ... Carpe Diem, amiga
ResponderEliminarJuanita: Pues depende de la amiga y también del coño, pero qué te voy a contar a ti ;-) un besote reina. Tot bé?
Pseudo: ¿alguien interesante? ... pues no. Pero eso es muy relativo, todo está en calibrar la cantidad de gintonics que te tomes ;-)
Elessar: ¡Vaya peasssso de comentario te has currado nene!
Por partes: Lo de tu teoría Freudiana mmhhh nosénosé. Solo sé que lo sueño y me cabreo, "a mi no me tocas pero a esa petarda si, no?". Algo así. La verdad es que no sé interpretarlo.
En segundo lugar, gracias, eres un solete.
En tercer lugar, no sé lo que haré. Igual nada. Solo sé que ahora mismo se me ha abierto una puerta, si la traspasaré o no, ya se verá. Pero si sé que alivia. Ahora no me ahogo.
Cuarto lugar: ¿los hijos atan? ¿realmente lo crees? ... lo que ata es el apego, el cariño, la comodidad o la pasta. Pero los hijos no.
Y quinto: esas birras cuando tú quieras. Otro beso para tí.
Humberto: Pues nada, me va a tocar contarlo en el diván, a ver si la terapeuta opina lo mismo. Gracias por pasarte. Beso.
Aris: Pues fíjate que yo conozco de todo. De hecho, siempre he pensado que mi señora madre ha llevado una cornamenta fabulosa. Y ahí están, 84 y juntos todavía. Claro que eran otros tiempos ...
Alabama's man: Invento y malo.
Toro: No creo en el matrimonio. Creo en el amor y en el sexo. Ni siquiera creo en la familia. Todo son convenciones, los sentimientos son otra cosa. Un beso.
Carlobito: En vuestra mano está encender la llama, no la dejes apagar ... después cuesta mucho reavivarla.
Gracias a todos
Pase lo q pase entre los padres, siempre siempre él será el padre de tus hijos. Todos conocemos padres separados con hijos y les guste o no tienen q tener una relación, la q sea. Os tenéis q tratar por cojones. Tu amiga no, puede elegir no verle más la cara en toda su vida. Pero tú no. A eso me refería. Es como un hermano. Lo será siempre, te guste o no.
ResponderEliminarY yo sí creo en el matrimonio, por cierto. Al menos de momento... je.
¡Caray cómo está el patio! Aunque, en realidad, no sé de qué me sorprendo. Con pequeños matices, mi situación es muy parecida a la tuya.
ResponderEliminarCreo que nadie puede decirte lo que tienes que hacer o dejar de hacer... simplemente puedo decirte lo que yo haría:
ResponderEliminarNo hacerlo. Nada de cuernos, todo acaba saliendo a la luz y se destrozan las relaciones que da gusto. Y encima se acaba mal, obviamente. ¿Que no puedo con la situación? Pues lo dejaría, con la verdad por delante y listo.
Besotes!
Elessar: Es que si no crees en el matrimonio, con lo poquito que te queda ... felicidades guapos.
ResponderEliminarEnric Pérez: Es que creo que este debe ser el pan de cada día de muchísisisimas parejas ... ¡ánimo!
Take: ¡jo-der nene!. Hace tiempo que no te pasas pero te has pegado un atracón másqueperro eh? muchas gracias cariño ... en cuanto al comment, entiendo tu punto de vista, aunque no es tan fácil. Le quiero a él pero también quiero tener vida sexual. Mira, deben ser las hormonas ...
Petons