Querida Sra. Francis,
Me llamo Salamandra y soy madre de una pequeña Fashion Victim.
Qué vergüenza, lo sé. Es duro tener que reconocer que una hija manifiesta estas tendencias a sus tiernos 6 añitos, máxime cuando sus padres pasamos del tema moda como, que le diré yo, del tema siderometalúrgico (es decir: mucho). Pero en nuestro descargo le diré una cosa: no lo hemos provocado nosotros. La cosa venía de serie.
Todo empezó cuando cumplió 3 años. Un buen día se despertó diciendo que “el chándal del cole era feísimo y que no pensaba ponérselo”. Obviamente tuvimos una charla que acabó en rifi-rafe y la niña acabó poniéndose el bendito chándal. Pero a partir de ese momento, tuvimos bronca cada lunes y cada miércoles, que eran los días en los que debía chandalizarse, y ése fue el comienzo de una era en la que la niña entraba en barrena cada vez que la ropa que le preparábamos no cumplía con unos sólidos requisitos de elegancia exigidos por ella misma. En aquel momento achacamos las rabietas a su corta edad “es demasiado pequeña para razonar, ya crecerá”. ¡JA!. ¡Su sentido de la estética no hizo si no crecer con ella, amiga!. Cuanto más pasaba el tiempo, más se manifestaba este princesismo suyo: a los 4 la guerra ya no era solamente con el chándal, sino con toda prenda que no fuera de color rosa. Y a los 5 la amplió a los pantalones –cortos y largos-, las sudaderas, las zapatillas de deporte y todo aquello que no fuera estrictamente vestidito o falda. En el fondo del armario quedaron los vaqueros con tachuelillas, las mini-converse, los pantalones de camuflaje (chulísimos) que le habíamos comprado, las camisetas de los Rolling y de Blondie, las gorras para que no le diera el sol en la cabeza (una vez en la playa casi se nos insoló porque se emperejiló en quitarse la gorra cada vez que yo se la encasquetaba “porque es roja y es de niño”) ... solamente conseguíamos que mmmmuy de vez en cuando se pusiera una camiseta de los Ramones (y eso era porque era fucsia, no por compartir nuestro amor por la música). Qué le voy a contar, querida Elena, nosotros, amantes de las chancletas y del pasotismo en el vestir, de repente teníamos que lidiar con esta niña a la que contemplábamos sorprendidos como si de una marciana se tratase.
En el colegio el tema no hizo si no empeorar. Y es que por mucho que tú te empeñes en leerle cuentos de niños africanos que tienen que andar kilómetros para ir a buscar agua, o le raciones la tele para que solamente vea Caillou y Pocoyó, llega la tía y en su primer día de clase ya sale del cole contaminada perdida hablándote de Hello Kitty y contándote el argumento de Barbie en el Castillo de Diamantes, que son los dibujos más nauseabundos y más llenos de clichés princesoides que una pueda echarse a la cara.
Hasta su profesora alucina: la pones a dibujar –que le encanta- y no usa ni el negro, ni el gris, ni el marrón, ni el naranja. ¿Que los llevan al zoo y los plantan delante del elefante para que hagan un dibujo? pues en su dibujo el pobre bicho es lila y verde “porque es más bonito”. Y ese sentido del bonitismo lo ha trasladado ya a la mayoría de las facetas de su vida: si le haces un frankfurt con pan de hamburguesa porque no tienes otro, te monta un pollo porque “el bocata ha quedado feo”. Es demencial.
No quería molestarla con mis problemas domésticos, Sra. Francis, pero es que ayer la cosa llegó al zénit, y ya no se puede aguantar. Mi querida madre tuvo a bien soltarle 50 leuros a la niña para que se comprara un regalo por su cumpleaños, que fue hace unos días. Ella me miró “mami, ¿me lo puedo gastar en lo que quiera?” y le dije: “el dinero es tuyo, pero en chorradas no. Te puedes comprar ropa o un juego bonito. Y lo que sobre a la hucha”. Y con esa frase me ceñí la soga al cuello, querida amiga. Porque al bajar a la calle y ver una zapatería infantil, corrió a amorrarse al escaparate como alma que lleva el diablo. Y de toooooodo un muestrario de zapatos, se enamoró precisamente de esto:
Horrorizada intenté llamar su atención hacia otros zapatos menos dañinos, pero ya no hubo manera humana de quitarle esa idea de la cabeza. Y al decirle “cariño, estos zapatos son horribles y una horterada” me dijo “tú me has dicho que el dinero es mío y que podía comprarme ropa. Y esto es ropa”, “yaaaaa (rebate, tía, rebate), pero es que son tremendos”... Me miró seria y me plantó un “los tengo que llevar yo y me tienen que gustar a mi”.
Y claro, comprenda que ante tamaño ejercicio de lógica, no pude más que callar y consentir.
Sé que lo tengo difícil y que ya he perdido el rumbo con esta niña, estimada Elena. Pero teniendo en cuenta su dilatada experiencia en casos conflictivos, ruego de su bondad que me aconseje: ¿qué puedo hacer?. Como esto vaya en aumento ya me veo cepillándole metros y metros de rubio cabello dorado ...
Afectuosamente suya,
Una madre desbordada
PD: Dedicado a mi querida Kitty ... si te arranco una sonrisa, me doy con un canto en los dientes.
La niña no se llamará por un casual Carrie... o Samantha? :P
ResponderEliminarPrueba superada! La he visto, la he visto!!!! Es total. Gracias guapa.
ResponderEliminarpues estaría encantada con las inevitables habitaciones de princesa que apañan en el programa ese del guapo presentador de la ruleta de la fortuna, ese en el que tiran una casa abajo para volverla a hacer para una familia de 7 u 8 miembros, que luego salen todos llorando sin parar. hay que evitar que los menores vean ciertos programas, está clarísimo!!
ResponderEliminarPero qué listos son los niños de ahora, no? no creo que de pequeños fuesemos así de ratones y qué.... rosas (y brillantes y floreadas) son las sandalias! jejeje
ResponderEliminarAl fin y al cabo es revolución, aunque joda.
ResponderEliminarUn beso y paciencia
Aissss, me has dado en la línea de flotación, solo que la mía es a la inversa.A mi me gusta la ropa y los tres primeros años fue monísima de la muerte, ya el verano pasado decidió que los vestidos me los pusiera yo y este solo quiere llevar pantalones y camisetas pero no cortos ni piratas porque son ridículos, ni de tirantes las camisetas, así que con el calor solo queda opción "pantalón tipo Jasmine" de mercadillo hippie o de danza sueltito para que no de calor.Menorquinas(abarcas) o deportivas con agujeros(geox).
ResponderEliminarAhora casi que viendo esas sandalias dile que la abuela dijo de vestir, no de calzar.Son muuuuuy tremendas.
Y tú no tienes edad de dirigirte a srta.Francis.
Que te sea leve.¿Y tú no dijiste nunca eso de:"-mi hija nunca llevará las uñas pintadas"y luego te lo has tenido que comer con patatas?
Yo sigo censurando la tele.
jajajajaj, me mueroooo!!! Yo era justo lo contrario, mi madre quería una princesa y salí yo...que digo que si las camisetas esas molonas no las quiere...ejem...jajajajaja
ResponderEliminar1besico!
¡Vade Retro!
ResponderEliminarDios mio! Me caen lagrimones de la risa....Que bueno!!!!
ResponderEliminarQuerida amiga:
ResponderEliminarLo peor es insistir. Si intenta cambiarla, va apañada, pues las niñas son muy listas (mucho más que los tontolabas de los niños) y solo pa llevarle la contraria, será fashion. Por de pronto, como el fashion suele ir ligado al money, hay que hacerle ver que tiene que contentarse con el Zara, porque si quiere fashion caro que espere a tener un curro. La mía es todo lo contrario, hasta los 12 añitos no quería ponerse un vestido, pero ahora como tienen novietes, ya ha cambiado y se ha vuelto fashion.
Paciencia. Lo peor está por llegar.
Su amiga.
p.d. Me has hecho reir un montón
Estoy con ESGARRACOLCHAS, siempre saben cómo dar por el saco.
ResponderEliminarNena, qué sandalias más jorribols, paciencia, paciencia,paciencia....
Como dice el turbador de Sanvi:
"los niños en manada, vaya hijos de puta.." y yo añado: y en solitario, también.
Kisses darling.
Me pasa lo mismo con mi monstrua de 4 años... será que ya vienen de fabrica con esta programación.
ResponderEliminarCon dos años ya entraba en las peluquerias con las uñas por delante para que se las pintaran y no veas las peleas matutinas con su padre (osea yo) agobiado porque por enésima vez hacemos tarde mientras la señora discute toda prenda de ropa que le acerco... y hasta pretende ponerse botas en verano porque con la falda tejana se ha de llevar botas!!!
Paciencia, paciencia... posiblemente añoremos esto cuando se conviertan en monstruos adolescentes!!! (si se parece a mi, emigro a Burkina-Faso).
Saludos!!
Querida amiga Tauro,
ResponderEliminar¿En qué estabas pensando?? ¿ como se te ocurre decir.." en lo que tu quieras que no sean chorradas"?? ¿ estabas borracha? ¿drogada??
Jamás hay que decir eso.
Pero te entiendo..yo tengo una princeza a la que me encuentro todos los dias al llegar del curro con sombra de ojos morada.....
..sin comentarios.
XD
ResponderEliminarPiensa que luego llegará una época en la que se sentirá una atormentada, no querrá vestir más que de negro, escuchará música rara, y pensará que nadie la entiende..
O que tendrá esa otra época en la que pasará de ser princesita a "nuevaheroinadeDisney" (quicir= tia-buena-que-marca-figura-y-se-piensa-que-lo-sabe-todo)
Estás segura de que no prefieres que la cosa se quede en fashion victim??? ;)
Mr.Rific: No, no se llama así. Pero debería, te lo aseguro. De hecho en casa la llamamos virkiki porque nació prematurísima y del tamaño de un pin. Así que ya ves: pequeña pero matona.
ResponderEliminarGoodbye Kitty: me alegro cariño. Un besote
Raúl: callacallacallacalla, que una vez lo vio haciendo zapping y casi le da un soponcio. Desde entonces no hace más que decir que "nuestra casa es muy vieja y que podríamos llamar a los de la tele". Le puse el control parental pero no sirvió de nada, porque resulta que los cabrones hacen redifusión en un montón de cadenas, y además también hay la versión americana que es más peor si cabe!!!. Desesperaíta estoy.
Miss Hurry: Pues ahora que lo dices, me recuerdo a mi misma vistiendo un vestido de cuadros por el que me había peleado con mi madre a grito pelado. Así que no estoy más que equilibrando mi karma, posiblemente. ¡Aunque yo era bastante más mayor, también te lo digo!
Esgarracolchas: Lo sé, y precisamente por eso en el fondo me hace gracia. Aunque me desespere a ratos ... otro para tí.
Pseudo: jajaja, lo tenemos claro con estas dos, me temo.
Lo de las uñas no (porque yo tb me las pinto) pero lo de "mi hija no llevará nunca floripondios en la cabeza" sí. Y me lo como todos los días, porque se los pone ella misma (la última vez se fue al cole con un lazo adhesivo enorme que rescató de un regalo. Y es que yo ya paso de discutir ...).
Fiona: si es que siempre salimos al revés de como pretenden los padres, eso es una ley de la naturaleza. Y las camisetas ... las heredó otra cándida con una niña que todavía no se ha destapado porque es más pequeña. Aunque no lo descarto ... ;-)
Hombre de Alabama: Sí, sí, yo también lo decía y fíjate en cuales me tengo que ver ...
Sigo en otro ...
Pérfida: mmmhh ¿gracias? ;-) un beso
ResponderEliminarAris: Lo sé. Yo ya me he rendido. Me pelearé para que coma, se porte bien, haga los deberes ... etc. Pero por la ropa, ya he decidido QUE PASO. Ella es inasequible al desaliento y yo no (y tampoco le hace daño a nadie por ir vestida de Barbie destellos). Y ella más feliz que una perdiz. De verdad que a veces vamos los 3 juntos y parecemos la familia Monster. Pero bueno, vivo con ello ;-)
Sincopada: Qué te voy a contar de ella que tú no sepas hijamía ... paciència que és la mare de la ciència. Y sí, jorribols es poco. SON ESPANTIFORMES, TERRORÍFICAS, APOCALÍPTICAS. De hecho creo que hoy que llueve se las voy a poner para que pise unos cuantos charcos fangosos y las destroce ...
Uri: Menos mal que estás de acuerdo conmigo en que la cosa viene de fábrica. Son agotadoras.
Un beso y ánimo en la lucha, camarada ;-)
Moli: ñeñeñé ¡qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno, bonita!. Ensayo-error, así funcionamos las madres y tú lo sabes perfectamente ;-) un beso guapa
Adalias: Dios-Alá-Vishnú te oiga niña!!! ojalá!!! rezo por tener a una adolescente gótica, grunge, lo que sea menos esto! nueva-heroina-disney no, por favor, que la cosa acabará en masacre ...
Un beso a tutti
Estoy con Esgarracolchas.
ResponderEliminarLa niña tiene unas ideas y lucha por ellas. Tú también has intentado vestirla a tu gusto (cosa q yo de pequeño odiaba a muerte). Una camiseta de los Rolling mola y esas...sandalias? no, tá claro. Pero para tí y para mí. Para ella (y sus amigas, ojo al dato), son la leche.
Además, la niña tiene un par de pelotas. Y es rebelde, lucha por lo q cree, sabe lo q quiere y encima razona q da gusto. Lo siento, es justo q gane.
Las sandalias son horribles, eso no se lo salta un gitano ;)
Me he reído mucho, gracias.
Que sepas que ya has perdido set, juego y partido.
ResponderEliminarJEJEJEJEJEJE!!!!!!!!!Jaaaarrrl.... que espanto!! lo peor será cuando una que yo me sé, las vea...
ResponderEliminarMal de muchos... cuántas niñas van medio disfrazadas!! no te preocupes que no da la nota. Cuando las mires, sólo debes contar hasta que pierdas la cuenta...
Paciencia, paciencia.
Da las gracias a tu hija porque de no ser por la sandalia de cenicienta, no hubieras escrito este texto tan cachondo.
Elessar: Ya. Ya lo sé que para ellas son precisísimas ... espero que cambien nene, porque si no, no nos va a dar el suelo pa'caprichitos brillantes ... un beso guapetón
ResponderEliminarEnric Pérez: Totalmente de acuerdo ... asumo mi derrota con deportividad, te lo aseguro ...
PE-TAR-DA: buenas guapa. Cuando las vea querrá unas iguales. Y os tocará comprárselas jijijiji ... un besito a todos
que bueno... me ha encantado... mi hija menos mal que solo me discute a veces... eso si, las sandalias son lo mas... mi hija dice mama rosa no que es de pijas.. menos mal.. jajjaja
ResponderEliminarte seguiré me gusta mucho como te expresas... te he encontrado hoy y me ha encatado tu blog... un saludo.
Asiole: Bienvenida reina. Siéntate y ponte cómoda ;-P
ResponderEliminarEs una batalla perdida: Es una fashion victim de ideas fijas.
ResponderEliminarComo mucho, intenta que el fashionismo recalcitrante de la little princess vaya encaminado a la abolición del rosa (palo, con el resto estás perdida).
Y como "si no puedes con el enemigo, únete a él", pues ponte tú de arriba a abajo de rosa y vais a juego como la Beckham y sus retoños :p
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTake: Lo he intentado, créeme. No hay manera ...
ResponderEliminarY no, me corto las venas con la tapa de un yogur antes de rendirme ante el Beckhamerío, ya te lo digo ...
Nina, mi polluela de 7 años, bajó un día al parking en bragas y zapatillas de deporte porque no se quería poner el chandal. Sólo quería el pichi.
ResponderEliminarPor lo demás parece que se ha asentado bastante.