
B: El otro día me llamó M. y me contó algo sobre un cuento sufí muy interesante. Según ese cuento las personas nos dividimos en dos grupos, los que somos leones y los que somos ovejas. Los leones observan, calculan, toman decisiones y finalmente se lanzan a coger el toro por los cuernos. Las ovejas, por el contrario, creen que sus males siempre son culpa de los demás y no tienen los huevos suficientes de afrontar su implicación y tomar medidas para cambiar las cosas.
S: Uhmmmm...me veo más como oveja, la verdad. Aunque también puedo ser muy leona si me va la vida en ello. ¿Y qué pasó?.
B: Pues que me dije..."soy leona, qué coño!!" y me lancé. Busqué en internet la web del grupo aquél que te dije que vi el otro día y que siempre me fijo en el cantante y la encontré. Mira tú por dónde para contactar con ellos daban el móvil de este tío y ni corta ni perezosa me leonicé y le mandé un sms.
S: ¡¡Halaaaa!!, ¿y qué le decías?.
B: Que les había visto en V. el otro día, que me encanta su música y que si podía darme información de próximos bolos.
S: ¡¡Jajajaja!! qué artimaña más cantona, tía, anda que no hay agendas culturales ni ná...
B: Ya, pero mira tú por dónde, el tío va y me contesta, todo amable. Total, que yo le respondo pidiéndole sin decoro alguno un mail de contacto o algo similar, y va el tío y también me lo da.
S: ¡¡Pero qué morroooo!!...joder, cómo me gustaría ser leoncia, si cada vez que he tenido delante a Santi Balmes me he desintegrado como una niñata fanlanzabragasmojadas.
B: Bueno, al tema. Le mando un mail explicándole todo este rollo del cuento sufí, y le digo que YO SOY LEONA y por lo tanto, me lanzo al descabello.
S: Hostia, B., a veces me sorprendes, de verdad.
B: Claro, tía, ¿qué podía pasar, que no contestara?...bueno, tampoco habría pasado nada.
S: ¿Y contestó?.
B: Sí, y hemos estado chateando un par de días, vive en R..
S: Ufff, cerquita ¿eh?.
B: Sí, pero lo malo de todo esto es que él ha resultado ser OTRO LEÓN y me ha contado que él acaba de hacer lo mismo que yo con otra tía, por las mismas vías, y que están por quedar y verse ya mismo.
S: ¡No jodas!, vaya merienda entre los dos leones, más te habría valido que FUESE UNA OVEJA, ¿no?.
B: Pues sí, pero mira, ahora ya nos conocemos, le he dicho que le voy a mandar una foto pero no tengo ninguna en mi pc, ¿me pasa algunas de las del viaje a Dublín?.
S: Claro, claro, te las mando todas y le envías un publireportage enterito, como Dios manda, y encima le vacilas de que fuiste hasta allí a un concierto, que esto a los músicos les pone mucho.
B: Sí, voy a hacerlo.
S: Joder, tía, no sé por qué no tengo la valentía de seguir mi instinto, hace tiempo que le doy vueltas a infringir esas normas no escritas que me impiden alcanzar lo que deseo, lo que necesito ahora mismo.
B: Sé prudente, está bien serlo, pero también a veces hay que lanzarse, S., la vida son dos días.
S: Es verdad, lo pensaré con calma, al fin y al cabo estos pelos que llevo ahora son más de leona que de otra cosa, tengo que pelarme ya mismo.
B: ¡¡Jajajaja!!, sí, tía, llevas unos pelos de loca que flipas. Bueno, no te olvides de las fotos, ¡eh?.
S: No, mujer, dalo por hecho.
La conclusión, hay que ser valiente, si no nada cambia.
Bueno, entonces qué va a ser, ¿os pongo una de LEÓN o una de OVEJA?. Vayan pidiendo.....que me cierran la cocina.
(A petición de B. pongo esta cancioncilla, "In your hands", de Charlie Winston, todo está en nuestras manos).