Trabajo en un edificio gigantesco. Bueno, en realidad son 3 edificios que cogen dos calles. Es laberíntico, jodido para una disléxica como yo, pero después de 8 años he memorizado atajos para llegar a los sitios.
Al ser un lugar tan enorme hay una flota de la limpieza por turnos. El tipo que limpia las oficinas donde me ubico es un hombre fenomenal. Es mi fan número uno, aunque el respeto y la devoción es mútua. Todas las mañanas cuando llego me suelta alguna frase risueña para sacarme una sonrisa.
Ángel, que así se llama el hombre en cuestión, me riñe cada día porque he vuelto a fumar, pero viene todos los días a mi mesa a eso de la 11:30 para ir a la terraza a echar un piti. El tío se entera de todo, se sabe vida y milagros de cada uno de nosotros, y excepto los lunes que hablamos de fútbol, nos dedicamos al suave y leve critiqueo de mis compañeros.
La semana pasada me soltó un "no entiendo como no tienes pareja, eres la mejor de aquí y más allá". Me sonrojé, lo noté. Yo nunca le he hablado de mi vida fuera de la oficina. Así que puse cara de Ángel, para el carro. Pero siguió hablando como si nada. Dijo algo del mundo masculino que es estúpido, que los tíos no se enteran de nada hasta los 60 y que entonces ya es tarde porque se mean encima para salir a ligar la que realmente vale la pena. Luego, directamente y sin tapujos preguntó "¿te tienen miedo los tíos?". Eso hizo que casi me ahogara con la calada hasta toser. "¿No será que te los buscas demasiado jóvenes? Mira que los tíos somos muy tontos y los jóvenes pufffff..." Empecé a reírme y le propuse que me buscara un valiente. Bueno, en realidad le dije que su hijo estaba bueno, que si no me quería como nuera que buscara entre los amigos.
Al mediodía se plantó delante de mi mesa escoba en mano. Le hice un gesto para que bajara la voz porque nos estaban midiendo no sé qué mierda de la contaminación acústica y tenía el aparatejo en mi mesa. No hizo ni caso, venía alterado y si vio el aparato debió pensar que era un alcohólimetro (se parecen mucho) y como la fama me precede le debió parecer normal.
"Kitty, he pensado que tengo un amigo ideal para tí". Abrí mucho los ojos, no podía créermelo, pensé que había sido una conversación de pitillo y aquí paz y después gloria. "Mira es limpio, pero limpio, limpio". Solté una carcajada. Bien, esto es muy importante. "Tiene estudios, y yo para tí quiero alguien con estudios, seguro que le asustas menos". En este punto ya se reía toda la sala, incluso el tío que venía a lo de medir el ruído. "Además es de buena familia. Hay pasta, que lo sé yo. Pues limpio, con estudios y de buena familia es lo que necesitas. Vaya, creo yo". La gente le vitoreaba, y acerté a decir que sí, que pintaba bien. "Ah, y por la edad no te preocupes, está en tu línea, tiene 36 años". En este punto una compañera levantó el dedo y dijo que lo quería para ella. "No, no, si mi Kitty lo quiere es para ella. Esta mujer no está bien que esté sola, ni hablar". Me fascina que me vea tan necesitada, yo siempre he creído que no se me nota, y fíjate tú. Antes de dar el sí quiero hice una pregunta respecto a la altura, como para parecer interesada. "Madre mía, es altísimo, 1.97 o por ahí". Con la mueca que hice entendió que no me gustan demasiado los hombres altísimos. Así que le dije que ya se lo podía pasar a la colega que se moría por los gigantes. "Vale, seguiré pensando, pero creo que te gustaría".
Una hora más tarde aprovechando que venía a despedirse me puso ojillos pícaros, soltó una carcajada y disparó "¿Qué te parecería un labriego?". Risa general otra vez. Bien Ángel, mejor un labriego cejijunto que un imbécil esnob depilado. "Es muy majo. Muy hombre. No sé como no se me ha ocurrido antes, mi Toribio Cano es impresionante". Casi muero atragantada del ataque de risa,. ¿Has dicho Toribioooooo? "Pos sí, bien bonito que es. Un chaval majísimo". Ya me imaginaba del brazo del labriego cejijunto llamándole Tori como si fuese japonés. "Y con éste no te escapas que no es alto. Te vendrá más o menos a la altura de los ojos. Recio, muy recio. No tiene estudios pero es la mar de espavilao, muy zorro mi Toribio". Entre risas le dije que me lo pensaría, que muchas gracias por el interés. "Bueno, yo si eso ya le voy dejando caer la posibilidad y os organizo un cafelillo y tal. Y no me pongas pegas con la edad tiene unos 40 y pico, te convienen más maduros".
¿Qué como me llaman ahora? TORIBIAAAAAAAAAAA. Aunque yo sinceramente creo que mi nombre es Jardinera, la especialista en meterse en jardines, esa soy yo.
Los grandes edificios y grandes empresas dan mucho de sí. La mía ya no lo es tanto después de un ERE brutal, pero era un caldo de cultivo de chascarrillos y cotilleos de todos los colores, ciertos y falsos, que dan mucha vidilla al día a día.
ResponderEliminarAsí que Toribi@... ¡Qué barbaridad!
:)
Pues Toribia mola, casi tanto como Cucufata o Leocadia....pregúntale si tiene a algún Cucufato en el banquillo, ese me lo quedo yo.
ResponderEliminarKisses, darlingniana, tot bé?
grandeeeeeeee
ResponderEliminarKitty Follen Sra. de Tori
ResponderEliminar¡Mola!
;-)
Jaja, Toribio se llama también el perro de mi buen amigo Splinter, un can la mar de salao, pero supongo que no tiene nada que ver.
ResponderEliminarHay gente que por algún extraño motivo siente la necesidad de actuar como celestino. Yo no voy diciendo por ahí, mira tío, tu relación de pareja es una absoluta mierda, creo que estarías mejor solo... qué nos dejen en paz (a no ser que traigan bajo el brazo a alguien de verdad interesante, que tampoco hay que cerrarse puertas... :p ).
Si es que lo que no te pase a ti, Kitty... Creo que tendrías que insistir más en su hijo...Besos!
ResponderEliminarMuy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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