¿Qué hora es ahora allí?. Quiero saber qué hora es allí, ahora.
Te pedí "míralo todo desde mis ojos". Tú dijiste "tus ojos están en mí, son los míos, estás dentro, soy tú".
Me deseas con fervor, pero tus caricias acaban en su piel y no en la mía.
Me amas, y aún así despiertas a su lado cada mañana fría, frío.
Y cuando el sol llega a mí habitación ya hace horas que arrasó la tuya. Necesito un incendio para poder apagar este fuego. Una devastación que nos calcine desde dentro. Sin disciplina, sin piedad.
Aniquilando el aroma de las flores de los cerezos, sólo oliendo como animales entre las sábanas en llamas. Derritiendo las nieves en la cumbre del monte sagrado, el volcán dormido sólo a medias, caprichoso y poderoso. Una lengua de lava nos arrasará.
Y luego, cuando se ponga el sol en mi habitación, en la tuya ya hará horas que llegó el invierno. Más que horas, quizás sean milenios. O siempre fue. Porque ya nadie vigila el fuego.
Sólo unos ojos cerrados nos llevan hasta allí, contemplando cogidos de la mano el sol al nacer.
Estamos. Somos. Nacemos ya.
Qué profunda, querida, qué apasionada tras tu retorno vacacional. La verdad es que si esto lo dijeras por aquí con lo de los incendios podría malinterpretarse, anda la gente muy sensible (con razón, todo sea dicho). Los volcanes duran cuatro telediarios y a veces son vigilados por guardias forestales para que la lava no se extienda en exceso. Muchos kisssses, grandwoman.
ResponderEliminarSi es que en tu tierra os gusta mucho el fuego, lovely Johnny, demasiao que lo sé...tú, por si acaso, vé preparando un extintor cargado de polvo blanco.
EliminarKissesssssss.
diferencia horaria, estacional, terceros implicados... todo parece muy lejos, muy complicado, aunque a veces ese mismo sentimiento puede surgir con la persona que tienes a tu lado. entiendo la urgencia de un fuego que funda, como metales unidos en la forja. anyway. profundo, sí señor, me encantó, y lidia damunt también.
ResponderEliminarEs así, mestre, lejos, difícil, ardiente. Lidia Damunt me trae loca desde hace meses, fanciná me tiene, la cabrona.
EliminarKissesssssss.
Volviste encendida.
ResponderEliminarSol o celos?
Besos.
Sol, Toro, mucho sol.
EliminarLos celos, por suerte (o por desgracia)no suelen atacarme.
Kisses.
Claro.
ResponderEliminarNo tengo mucho más que decir.
En realidad solo quiero compartir (al maromo nooooooooo, me refiero a este momento, como amiga).
No te digo que tengas más paciencia. Eso es imposible.
Toda está a la vuelta de la esquina.
Un achuchón, guapa.
Cabrona, yo quiero compartir contigo todo lo humanamente compartible, el resto de nuestras vidas. Hasta los sueños, si hace falta...
EliminarFriso...no tengo mucho más que decir, tampoco.
T'astimut.
menuda preciosidad de entrada.
ResponderEliminarque gustazo ha sido leerte.
un besazo grande.
Me alegra mucho que te haya gustado, Bocón. Me gusta que me leas y que me beses.
EliminarKisses.
Uau! mola mogollón pero el precio a pagar es muy alto.
ResponderEliminarA estas alturas yo ya paso de incendios y volcanes en erupción, con una hoguerita que entibie mi piel tengo suficiente, me desgasté demasiado por el camino.
El texto, una preciosidad
Si hay que pagar, se paga. Es mucho mejor eso que estar muerto o vacío.
EliminarA mí, las hogueritas del tres al cuarto, ya me dejan fría como un témpano. Si no es para combustionarme, no me pongo.
Y gracias. Kissess.
Siempre me impresionaron los volcanes, desde pequeñito(más que pequeño), pero sólo desde que comencé con la espeleología cuando tenía diez años comencé a entender cual era el sentimiento de contrariedad que podría mover el mundo, al mundo. Nada hay mayor fuerza que ésa que se puede sentir dentro y, además, si es femenina es mayor que infinita.
ResponderEliminarTus palabras...simplemente hermosas, placenteras.
Deica d:D´
Tú sabes mucho, smigo, de volcanes, de volcanas y de mundos indómitos.
EliminarTu sonrisa y tu risa sí que son hermosas.
Petons.
Cuánta potencia y cuánta contención. Intenso y resignado.
ResponderEliminarEl volcán estalla cuando menos te lo espera, y te llena de calor y de cenizas hasta el alma.
EliminarLa resignación no es una palabra que exista en mi memoria RAM, la dejo para las beatas y las amargadas. Yo apuesto más por la combustión.
Kissessss.
Cuando te pones así me pones los pelos como escarpias, cabrona.
ResponderEliminarYa falta menos. Espero que se realicen todos tus sueños amigüita ...
Me gusta esborronarte toa, niña.
EliminarLos días me parecen lustros, no veo el momento de escupir mi lava y arrasar con todo.
Love you, reptiliana.
A veces hace falta quemarse para comprender que seguimos vivos... Quizá pensabas que no, pero todo llega... Nervios?
ResponderEliminarTe quiero
El sol y el agua son la vida. Un volcán nevado lo significa todo.
EliminarTodo llega, claro...nervios, no, lo siguiente, pavor.
Te quiero yo tb.
He entrado tando en el texto que, me he alejado de mí y he vuelto con más fuerza.
ResponderEliminarBueno, bueno... me ha gustado mucho.
Gracias, Dany, ¿pero ya has vuelto, no?. Lo digo para que sigas leyéndonos y para que sigas escribiendo.
EliminarKisses.
lo jodido de experimentar un volcán ni demasiado cerca, ni demasiado lejos son los gases tóxicos que expulsa: dióxido de impaciencia dañina, sulfuro de sufrimiento extremo y demás material radioactivo, pese a ello resistiremos ; )
ResponderEliminarLLevo un traje de papel de plata, ¿crees que con eso es suficiente?. Te puedo hacer otro a ti, si quieres...aunque ya de poco nos iba a servir, tío.
EliminarLove you. Kisses.