lunes, 26 de marzo de 2012
MENTIRAS
Cuando Carlos se enteró que Emma, su mujer, había muerto subió al coche y condujo sin rumbo bordeando la costa por carreteras secundarias. Primero en silencio y luego, paulatinamente, fue subiendo el volumen de la música hasta convertirse en ensordecedor.
El teléfono no paraba de sonar. Miraba la pantalla y veía como se sucedían las llamadas de su madre, sus cuñadas, su hermanos, sobrinos... hasta que se quedó sin batería.
Paró enfrente de un mirador, dejó los faros encendidos y bajó del coche mientras se encendía un porro.
La noticia le había sorprendido en el cine. Le había dicho a Emma que tenía una reunión porque no le apetecía volver a casa y encontrarla despierta. La había aborrecido. No tenía ganas de estar con ella, ni de hablar, ni de compartir espacios. Antes de empezar la película había fantaseado con la posibilidad de no volver a oír su respiración, en despertarla al llegar y decirle que necesitaba separarse. Tenía un poco más de dos horas para tomar la decisión.
Al darse cuenta que el móvil vibraba cada vez con más insistencia, salió de la sala para atender la llamada de su cuñada: "Emma ha perdido el control del coche en una curva al volver a casa". Inmediatamente supo que estaba muerta y lo preguntó para cerciorarse. "Sí, lo está. Han llamado del hospital no sabemos mucho más. Deberíamos ir, ¿te espero allí?". Solo atinó a decir "Ahora voy". Entró de nuevo en el cine y se quedó en la última fila, absorto mirando la pantalla.
Allí de pie, mirando el mar, solo era capaz de recordar que antes de encenderse la luces al aparecer los créditos tenía su polla en la mano izquierda, flácida y húmeda, y que con la derecha buscaba en sus bolsillos algo que sirviera para limpiarse.
Necesitaba un poco más de tiempo para saber qué decir. Apuró el porro al tiempo que encendía un cigarrillo. Se sentó detrás del volante, puso el coche en marcha, subió el volumen, cerró los ojos y sintió que echaría de menos mentir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Joder, qué bueno y duro al tiempo, puro desgarro, tremendo.
ResponderEliminarp.d. ¡qué cojonuda es Polly Jean!
A mi las reuniones aburridas me dan para mucho. Sale la psicokiller que llevo dentro y en vez de la recortada cojo el boli.
EliminarMe encanta que te haya gustado!
Parece que hoy es el día de las mentiras...a veces es necesario mentir para sobrevivir.
ResponderEliminarNadie lanzará la primera piedra...
Kisses, darlingniana.
¿Ayer fue el día de las mentiras?
EliminarDime una mentira, dime que me quieres... Cómo odio esta frase, pardiez!
Y ahora una verdad como un templo: TE QUIERO MUCHO
Ufff lo he encontrado tremendamente bueno!
ResponderEliminarBesos.
Uffffff tremendas gracias!
Eliminarhttp://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
ResponderEliminarMUCHÍSIMAS GRACIAS!!!! Increíble escrito, seas Gonzalo Vázquez o su primo, te agradezco infinitamente la oportunidad de leer algo tan bueno.
EliminarMuy buen relato, me ha encantado, ese es uno de esos momentos en que necesitas una caja entera de klinex. Besos. Borgo.
ResponderEliminarViniendo de alguien que escribe como tú... un gran halago. Muchas gracias
Eliminar...Algunos necesitan apoyarse en ciertas cosas para mantenerse cuerdos...y dichosos. Calma...
ResponderEliminarQué lástima que seas un/una holograma, si te tuviera delante te plantaba sendos besos mejillares.
EliminarAnte todo, mucha calma!
Tremenda historia.
ResponderEliminarEs que existen tremendas personas, y mentes tremendas como la mía. Una vez más, la realidad supera la ficción.
EliminarQué bueno. Tanto pensar en huir y cuando aparece la salida no es la que tú habías esperado...
ResponderEliminarAishhhhhh las carencias y las querencias, cuanto pueden llegar a confundirse...
EliminarCuidesemele!
Todas las Emmas de este mundo deberían estimbarse por un precipucio. Hombreya.
ResponderEliminarPD: a tí las reuniones te vuelven psicokiller y a mi la puta fiebre del heno. Estamos hechas la una para la otra ;-)
¿Hablamos de la Bovary o de la Emma de Austen?....sea como sea, al pozo con ellas.
Eliminar