miércoles, 23 de noviembre de 2011
LA DUCHA
Ojos cerrados dejando caer el agua por mi pelo, cara, espalda. No necesito abrirlos, sé que está ahí, mirándome. Aguanto un poco más así, dejándome llevar por el ruido del agua al caer, imaginando sus ojos sobre mi cuerpo, abiertos, muy abiertos, y esa sonrisa anunciando lo que me espera.
¡Me gusta tanto este momento! Y cuando abro los ojos ahí está, todavía fuera, inmóvil, seco, deseando entrar pero al mismo tiempo intentando capturar mi imagen mojada en su retina y parar el tiempo. Le gusta y me lo dice. Me dice que es la imagen más erótica que ha visto nunca, que podría verla mil veces y mil veces alucinaría.
Con una sonrisa le invito a entrar. Tiene la piel de gallina, le rodeo la cintura con mis manos y lo atraigo hacia mi. Con un cambio de posiciones le tengo delante, mojándose, con el agua deslizándose por su cuerpo tatuado. ¡Es tan bello! Y empiezan a posarse las gotas en esas pestañas larguísimas y tupidas. No puedo parar de mirarle, de admirarle. Le incomoda que haga eso, pero es imposible no fijar mi ojos en los suyos, es imposible desviar la mirada de ese cuerpo que me electriza solo con saber que está cerca. Me abraza y me pide que no le mire más. Dejo que me envuelva, que me acaricie mientras voy notando su erección irremediable. Le beso por el pecho, por el cuello mientras busca y encuentra mi boca para morderme los labios. Y el agua caliente sigue cayendo sobre nuestros cuerpos siendo ya ajenos a todo lo que no está dentro de ese lado de la cortina.
Entre miradas lascivas nos separamos, le doy la espalda para poder enjabonarme el pelo. Él sigue frotándose conmigo, me invita a que yo entreabra las piernas para colocar su maravillosa verga, absolutamente erecta, entre mis muslos. Con cada movimiento mío noto como palpita su corazón entre mis piernas. De nuevo iniciamos un cambio de situación, vuelvo a ponerme debajo del chorro para aclararme el pelo. Cierro los ojos y no oigo nada, solo el ruido del agua, mientras noto sus caricias, su lengua entrando en mi boca entreabierta y volvemos a fundirnos en un abrazo largo y cálido. Me aparto y dejo que sea él quien reciba todo el calor húmedo mientras me aplico el suavizante. Le pido con la mirada que no espere más, que me folle, pero él decide enjabonarme el cuerpo como si fuese una niña pequeña. Me dejo hacer e inicio un juego que ya no tiene vuelta atrás. Pequeños mordiscos por el cuello y los pezones, le estoy pidiendo guerra. Le susurro al oído que necesito sentirle dentro, que le deseo, él siempre me dice que no hay tiempo, que ya llegamos tarde. Le miro suplicante y con un hilillo de voz le pido "por favooooor, sí hay tiempo. Hoy sí podemos".
Todavía enjabonados separo mi cuerpo de las baldosas poniendo mis manos en ellas. Arqueo la espalda y me ofrezco con las piernas separadas. No se lo piensa, lo desea tanto como yo y me agarra por las caderas para atraerme hacia él. Gran fantasia la de la ducha, pero nunca resulta fácil. Resbalas, te das golpes, te entra el agua en el oído... pero nos encanta. Lo intentamos de nuevo, yo estoy atómica y él necesita descargar sí o sí. Levanto una pierna y la cosa mejora mucho, me embiste con una mezcla de fuerza y ternura. Quiero más, lo quiero todo. "¿Terminamos en la cama?". Vuelve a decirme que no hay tiempo. "Que sí, serán solo un par de minutos". Se ríe y me acaricia el pelo. Cierra el grifo y con la mirada me dice: "vamos".
Empapados, con el pelo goteando, me tumbo en la cama arrastrándole conmigo. En cero coma segundos estamos ensamblados. Sabemos que no serán dos minutos, ni tal vez cinco, ni... Sabemos cuándo empieza pero nos cuesta decidir cuándo parar. Con mis piernas rodeándole la cintura empezamos un baile acompasado, él lleva la batuta (nunca mejor dicho), no quiero que termine nunca este instante, ni los anteriores, ni ninguno que me separe de esta piel. Con la voz entrecortada le digo que eso es magia, que somos anatómicamente perfectos. Se detiene un momento, me mira, succiona mis labios, gime y se corre.
"Amor, tú ya llegas tarde y yo perderé el tren. Hay que darse prisa". Siempre igual, amarse para despedirse. Una y otra vez.
Todos los días entrar en la ducha, abrir el grifo, dejar que el agua caiga por mi piel y cerrar los ojos e imaginar. Esperar que llegue ese día otra vez.
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ufff Yo quiero mañanas de estas!!! xDD
ResponderEliminar( el problema está que siempre apuro demasiado a la hora de levantarme...)
Besos.
Vaya vaya....srta Follen, si empiezas así y sales de casa con los deberes hechos tus días serán de lo más relajados...
ResponderEliminarLlegarán. Igual con otros tactos y otras pieles, pero llegarán ...
ResponderEliminarJo. Me ha encantado Kitty. Qué lo bien lo haces, cabrona ...
Olé Kitty. Eso sí que es empezar bien el día y lo demás son tonterías. Me tengo que pedir uno como el tuyo para Reyes. Pero de los que luego no molestan ni te tocan los ovarios con tonterías. Solo quiero que me den así los buenos días, todas las santas mañanas. Por DioR, qué momentos tan buenos. Sí. Gracias por recordármelos. A ver si puedo tener alguno un días de estos. Estaría bien generar nuevos recuerdos ;)
ResponderEliminarAish, nena......aish. Qué bien sienta empezar bien los días y acabar mejor las noches. Por el momento, siempre está FunFactory, pero en el futuro preveo carne en barra por doquier. Créeme, soy medio bruja. Probar otra piel, sentirse deseada, alcanzar el nirvana y "oir la música" de Yukio MIshima, todo por venir en el porvenir.
ResponderEliminar(Joder, qué plastífera estoy hoy).
Kisses, my darling.
me sonaba el "moments in love" en la cabeza, leyéndote. es la misma cadencia. bien escrito!
ResponderEliminarBonito sueño erótico. Me llega a resultar curioso que lo exponga para deleite de los seguidores. Los sueños, sueños son. Tengan buen día, o lo que queda de él.
ResponderEliminarChatnoir: y yo!!! Pero ahora ya no tengo. Para eso, siempre hay tiempo y si no, se roba.
ResponderEliminarJon: pues ahora que lo mencionas, sí que estaba más relajadita meses atrás, mucho más!
Salamandra: me da igual si llegan, creo que no quiero otras pieles ni otros tactos... ¿cómo es posible que me ruborices con tus piropos? Tú sí lo haces bien (a ver si nos deleitas con algún post rabioso, andaaaaaaa....)
Charlotte: noooooo como el mío noooooo. O sí, haz lo que quieras, si no te apetece compromiso supongo que sería ideal... Para gustos los colores. Eso sí, molan esas mañanas. Soy fan de los polvos mañaneros.
Sincopada: gracias mi niña. Pero a ver si te aplicas a ti misma dicho positivismo, eeeehhhhhh!!!. A ver si aciertas... (permíteme una pequeña dosis de escepticismo brujil)
raúl: pues sí, la canción le va al pelo! No le puse banda sonora porque no me vino ninguna canción a la cabeza que me siguiera el hilo narrativo... Gracias!
Anónimo: Quizás ahora solo sea un recuerdo de un pasado reciente, pero un sueño juro que no es. Nos tocamos los cuerpos demasiadas veces para ser un sueño. Expongo mi vida cuando quiero y como quiero, es lo bueno de ser un alias. Kitty tiene todo mi permiso para contar lo que le dé la real gana! Además, compartir siempre me dijeron que era bueno, no?
Caspita, me pregunto ¿que pensara de este post Dolores de Cospedal?
ResponderEliminarecdlc: me gusta que me hagas esta pregunta...
ResponderEliminarEsa tipa se pondría como una perraca leyendo algo así. Es de las que lanza un mensaje y ella hace lo contrario, vaya, una hipócrita. Así que estaría encantada de tener entre las lectoras a una taaaaaan recatada y taaaaaan zorra a la vez
jajaja, bien dixo!
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