El
invierno pasado asistí a un ciclo de conferencias sobre las mujeres en
la historia, desde Egipto hasta el Renacimiento, aproximadamente. Lo
impartía un catedrático de Historia de la Universitat de Lleida, fue
francamente interesante y divertido, el tipo era un cachondo mental.
No
voy a entrar a debatir sobre las diferencias entre sexos ni sobre los
roles que hemos mantenido durante tantos siglos hombres y mujeres. El
tema aburre, ya está todo dicho y cada cual que actúe en consecuencia a
su modo de pensar. No soy abanderada de nada, sólo de mí misma y me
molestan los posicionamientos intransigentes, vengan de donde vengan.
Lo
curioso es que, de todo cuanto oí y aprendí, una anécdota perdura en mi
memoria y vuelve a ella una y otra vez desde que él nos la contó.
Al
parecer, las patricias romanas, cuando las horas se les hacían tediosas
y monótonas, se vestían como zorrones y se iban a pasar la tarde al
lupanar. Y no estaba mal visto, ni castigado, al contrario, se
consideraba que un adulterio a tiempo, tanto del marido como de la
mujer, era bueno y necesario para continuar con el día a día de la
pareja. Qué modernos aquellos romanos...
Poco
después llegaron los cristianos con su moralidad, su miedo y su falsa
santurronería. Los conceptos de "fidelidad" y "adulterio" se
conviertieron en poco más que dogmas....ahí nos jodieron pa'vino pero
bien. ¿En qué momento pasamos de ser naturales y dislocados a ser
temerosos y reprimidos?. Parece ser que los romanos admiraban esa
capacidad de los cristianos de ser fieles y poco folladores, como si la
contención se les antojara de ser seres "superiores". Ahí es cuando la
cagaron otra vez, intentando "ser" como ellos, en contra de su
naturaleza, de la propia naturaleza humana. Y hala, venga, todos a
hacernos cristianos e infelices para siempre.
Hace
unos días, una tarde en el bar, debatía con Filomena la Amena sobre la
diferencia entre el "adulterio" y la "infidelidad". Buscando en la RAE
las dos definiciones he encontrado esto:
adulterio.
1. m. Ayuntamiento carnal voluntario entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge.
infidelidad.
Para nosotras dos la diferencia radica en el "sentimiento". La diferencia entre el sexo y el amor.
Un
"ayuntamiento carnal voluntario" sólo es eso, dos cuerpos que coinciden
en espacio/tiempo y transforman energía calorífica en orgasmos y
gemidos. Pura naturaleza animal, instinto, necesidad hedonista.
Adulterio. Poco o nada que ver con la falta de fidelidad, quizás, a lo
sumo, con la honestidad (en caso de callar cual perra mala).
Sin
embargo, cuando la infidelidad llama a tu corazón por encima de tu
carne, ni tan siquiera es necesario el "ayuntamiento carnal voluntario"
para saber que tú, tu ser, la esencia, está pasándose la fidelidad por
el arco del triunfo. Ya no estás ahí, aunque físicamente se te vea. Eso
ya no hay quien lo arregle, es el "frascazo" de cualquier pareja.
Lo importante, siempre, es ser y hacer feliz. Pese a quien pese.
Que si, que estar toda la vida con la misma persona es de un aburrimiento insoportable.
ResponderEliminarY ya me pueden venir con lo de que la pasión se transforma y todo el timo ese, que si.... seguro...
Besos.
Amenudo pienso que estar toda una vida enamorado de la misma persona es una utopía, pero me consta que es posible.
EliminarLa pasión, ya lo sabemos, no se transofrma, desaparece y da paso a otras formas de amar, siempre mucho más aburridas.
Kisses.
"Callar cual perra mala", nicely.
ResponderEliminarPero en la infidelidad tampoco se tiene que ser un cabrón. Haciendo, además, un acto de libertad individual, si te quieres acostar con otra, rompe primero tu lazo y hazlo. Por partes.
Un abrazo.
Todo es relativo, y los lazos que unen a las personas no tienen porqué romperse por un simple revolcón. Ser infiel...eso ya son palabras mayores, y sí, debería ir acompañado de honestidad y valentía, pero...es taaaaan complicado.
EliminarKisses.
Sí, me gusta la diferenciación que haces.
ResponderEliminarHe sido adúltera en algún momento mi vida.
Una adúltera solo tiene que ir al baño después de consumar y mear la culpa. Eso es suficiente.
Nunca he sido infiel. Sé que no podría superarlo con un bajar la tapa del water.
He vivido con adúlteros y... me daba igual. Me han sido infieles y... todo se fue al carajo.
Eso es así, darling Kitty, un adulterio se olvida tan rápido como recuperas tu vida cotidiana. Una infidelidad sólo es la constatación de un derrumbe y no tiene vuelta atrás.
EliminarKisses.
Jajajaja... estoy con nuestro Toro... y me han gustado las romanas y su savoir faire, sin rollos y culpabilidades.
ResponderEliminarMuy interesante la distinción entre adulterio e infidelidad.
Besos!!
Las romanas sí que sabían, las jodías...nos encanta complicarnos la vida por cosas tan simples e instintivas como el sexo, confundimos velocidad con tocino y amor con "ayuntamiento"...vamos p'atrás.
EliminarKisses.
pecadora!! si todavía hay gente que "se casa" con dios, coño, y renuncia a relacionarse con sus congéneres, voluntariamente! ¿puede haber más dislate?
ResponderEliminarOye, no te pases, que soy mu buena niña!!!....ejem...joer, me ha encantao lo del "dislate", mira que llegas a ser pizpireto, mestre...
EliminarKissessssssssssss.
Cuánta sapiencia en este post y en los comentarios.
ResponderEliminarDespués de leer lo de las putricias romanas veo que lo de Belle de Jour ya estaba inventado (aunque es completamente distinto por las implicaciones morales en una cultura distinta). Es que los romanos estaban en todo, de hecho, acabo de decidir que en mi próxima vida seré romano.
Pues yo en mi próxima vida me pido ser cabaretera del Moulin Rouge, mira, me da que me gustaría...Todo está inventado, Lobo, todo.
EliminarKisses.
Aparte de la profunda cultura cristiana y lo que cataloguemos como "bueno" o "malo" socialmente, la exigencia de respeto nace del espíritu de posesión más que de un postulado amoroso, la entrega exige correspondencia y esa pasa por un modelo de pareja inseparable como las ballenas. Daría para mucho que hablar y ya he pensado mucho sobre este tema en otro tiempo, concluí exactamente en lo mismo y me lo aprendí bien: ser y hacer feliz, pese a quien pese, lo que hace que la pareja sea un éxito.
ResponderEliminarLos roles ciertamente aburren, incluso te contaría unos chistes al respecto pero ya los has leído.
:)
Tus chistes.......bueno, vale, dejémoslo. Ser y hacer feliz es lo que se pretende siempre, Sergio, aunque a veces nos empecinamos en cosas que no tienen solución y mareamos la perdiz para acabar en el mismo punto irremisible. Amenudo no sabemos lo que queremos, somos cobardes, y eso no tiene nada que ver con el hecho de amar, pero sí con la madurez. Jugamos demasiado a ser siempre criaturas.
EliminarKisses.
Daría para comentar más y en tono serio, pero luego todo se sabe.
EliminarTe diré que sí.
Vale, captado. Un día si eso nos lo reímos con unas birras delante, voy a tener que ir a tu tierra no tardando mucho, así que....
EliminarYo me enteré hace poco de que "adulto" y "adúltero" son dos palabras distintas.
ResponderEliminarEn cuanto a "infiel", me da un acojone terrible ser infiel. Tengo la sensación de que va a aparecer un moro en cualquier momento a rajarme el pescuezo...
A ti lo que te acojona es que tu santa te rebane las pelotas y te las haga comer, Chus, pero es normal, un simple revolcón no es lo mismo que enamorarse de otra persona...un simple revolcón duele menos y se perdona; un enamoramiento es la prueba irrefutable de que se ha roto el amor de tanto usarlo.
EliminarKisses.
Yo ya dije por aquí en una ocasión que tengo una amiga adúltera a la que el adulterio -según ella- le ha salvado el matrimonio. Si no pegara tiros por ahí sería muchísimo más infeliz, amargaría a su marido y habría acabado divorciándose. El que se relaje fuera hace que vuelva a casa contenta y feliz y con ganas de verle.
ResponderEliminarY yo, qué quieres que te diga, a éstas alturas de mi vida puedo decir que sé perfectamente que algunas cosas ya no las voy a encontrar en casa ... no es ser infiel, es ser práctico. El matrimonio es un puto invento del infierno. Yo, como lobo, a la próxima me pido ser romana ...
EL problema de la pasión es que engancha, es una droga dura. A mi modo de verlo es tan asno eso como el que necesita irse al gimnasio o con la bicicleta o a clases de búlgaro...cada cual encuentra su manera de darse placer, y eso, por mucho que nos hayan vendido, no es pecado (y encima, en este caso, ni engorda).
EliminarKisses, reptiliana.
Más allá de cualquier excepción, la existencia de una sexualidad natural, sana previa a la llegada del cristianismo al poder es una leyenda, los cabrones de los católicos no cambiaron los principios estoicos imperantes: monogamia, función reproductiva del sexo y desvalorización del placer sexual... "solo" los intensificaron ...
ResponderEliminarLa fidelidad e infidelidad no existen, o estás enamorado o no, y cuando lo estás de verdad esas categorías carecen de sentido, no hay sitio para nadie más
Aishhhhhhh, amic meu......no hay, no, ni con palanca. Tú y yo sí que somos dos estoicos (por no decir panolis), al final la vamos a liar parda...
EliminarT'estimo.
Es la puta moralidad la que en ocasiones nos amarga la vida. Yo sin embargo, no creo que ambas palabras esten tan separadas. Para mi modo de ver, se comienza con un adulterio pero se acaba siendo infiel y por tanto siempre he pensado que antes de hacerlo romperia la relación. Bueno, siempre y cuando no se me ponga ninguna perilla interesante por delante... Besos!!!
ResponderEliminarJajajaja!! Eres una "perillofílica" de cojones, tía, quin paligrut que tens...y no, no estoy de acuerdo, puedes "ayuntarte" sin ser infiel y ser infiel sin "ayuntarte", o ayuntándote, eso ya es la rehostia. Pero, normalmente, cuando esas cosas pasan, las relaciones ya están rotas de antes, aunque no sea evidente.
EliminarKisses, alambicada.
yo deseo serle infiel al adulterio.
ResponderEliminarbesos.
Yo deseo adulterar la fidelidad.
EliminarKisses.
vale y también un cola-cao.
ResponderEliminarSí, pero con leche mmmmmuy fría y muchos grumos.
EliminarEl problema de ese "ser y hacer feliz. Pese a quien le pese", es que a veces les pese a unos colaterales tan cercanos, indefensos e inocentes, que te impiden "ser feliz" y "hacerles feliz"... Un beso
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