martes, 22 de mayo de 2012

Los Días Felices


Hace años, según la edición del libro fue en 2005, leí en Babelia la reseña de este libro y quedé fascinada por la idea. Un tipo de 35 años que decide adelantar su futuro - que ocurrirá casi con total seguridad, si no muere antes- e irse a vivir a una residencia de ancianos y hacer vida de jubilado.
Sí, me fascinó porque el autor era capaz de fantasear con algo que yo he pensado innumerables veces. Jubilarme joven, o mejor dicho lo suficientemente joven para gozar de todo sin prisas, contando los días uno detrás de otro, sin futuro pero sin zozobra. La hilaridad de avanzarme a la insoportable vida residencial todavía no la he imaginado para mí. Así que la reseña creó en mi unas ganas irrefrenables de leer la novela y recuerdo que me costó una barbaridad encontrar un ejemplar. Una vez en mis manos lo leí de un soplo. Solo 86 páginas. Suficientes, y más contando que adolece de muchos altibajos, pero me gustó.

Lo primero que me flipó fue la foto de Laurent Graff y su ficha de la pestaña: "La biografía de Laurent Graff carece por completo de interés. Archivero de profesión, jamás ha montado a caballo. Desde la discreción y el recogimiento que le son propios, ha desarrollado un punto de vista genético y zoológico del ser humano, muchas veces cruel. A la avanzada edad de treinta y cinco años, confía en disfrutar de su vejez el mayor tiempo posible. Actualmente goza de buena salud". Ya no pude resistirme a seguir leyendo. Y la foto... ahora que la vuelvo a mirar pienso exactamente lo mismo, que a primera vista tiene cara de capullo, pero intuyo que no lo es. Es más, creo que es un tipo con el que me tomaría un café con mucho gusto.

Le dí el libro a una amiga que tenía a su madre internada en una residencia (se lo dí, pero ella creyó que se lo había prestado) y me lo devolvió hace unos días. Le gustó, me dijo que se había reído mucho, que la descripción de los moradores del lugar era idéntica a la del centro donde se encontraba su madre y que se lo recomendaría a todas aquellas personas que tuvieran reparos en ingresar a sus "viejos".
Ella fue más entusiasta que yo, literariamente hablando, sin embargo a mí lo que me sigue resultando interesante es la idea.

A raíz de la jubilación del padre de una amiga, ésta me dijo "mi padre no solo ha dejado de trabajar, su jubilación ha sido total, se ha quitado de todo está inerte". Yo solo sueño con ese día y hay gente que lo vive como un entierro y, sinceramente, me cuesta un mundo entenderlo.

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Ayer fui acechada por un insoportable dolor de muelas y no pude seguir escribiendo. Solo tenía ganas de romperme la cara y me vino a la cabeza (sí Sinco y Salamandra, lo que estáis pensando) la imagen de la mancuerna de la peli "Canino", suerte que soy una fofaina y no tengo mancuernas en casa porque me hubiese hecho una cara nueva.

En fin, que no pretendía ni pretendo hacer una ficha del libro, solo decir que a partir de esa idea insensata que plantea suscitó en mi (y en la relectura de algunos párrafos ha vuelto a pasarme) muchos momentos de reflexión. Cuando has vivido nadando a contracorriente y te has saltado la mayoría de normas, o las has transformado, todo te parece posible, hasta la idea más peregrina, porque nada está escrito. Acercarte al medio siglo de vida habiéndote saltado cosas como tener pareja estable, hijos, casa propia, coche..., y a cambio has vivido según te ha apetecido, estudiando cuando te ha dado la gana, cambiando de casa constantemente, trabajando a menudo en lo que te gustaba y no tanto en lo que te daba estabilidad es haber vivido fuera del corsé social. ¿Ventajas? La mayor libertad posible para elegir fuera del elenco establecido y llevar las riendas de tu porvenir.  ¿Problemas? Solo se me ocurre uno digno de mención y del que me da pie la (estúpida y maniquea) pregunta que hay en la contraportada del libro: "¿Cuál es el lugar de los marginados?".

Obvio: la marginalidad. Ser marginal por decisión propia es un placer indescriptible, es avanzarte al sistema y hacerle un corte de mangas. La marginalidad que plantea la pregunta es la chunga, la de los apestados, la de los que no producen beneficios para/con los demás, esa no tiene solución es un mecanismo de exclusión que afecta al débil, sin más. Yo abogo por estar al margen desde la conciencia, como toma de posesión de un estilo de vida. Sí, complicado pero altamente satisfactorio.


13 comentarios:

  1. Es difícil salirse del sistema. Todos necesitamos dinero para comer, necesitamos un sitio donde vivir y ropa para vestirnos. El autoabastecimiento no es fácil. Y jubilarse a los 40 requiere ser rico.

    Vamos, que todo se traduce en que hay que trabajar y que es una puta mierda.

    A menos que nos montemos una Gintoniquería, claro ...

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    1. Creo que no me expliqué bien. No quiero trabajar, de nada. Pero no iba tanto de ésto, sino de vivir en una sociedad con costumbres, valores... muy enraízados y salirte de ese parámetros. Hacer lo que te salga de los cojones sin tocárselos a nadie.
      De esto iba el post, pero últimamente estoy... muy espesa.

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  2. No creo que vivir la vida como a uno le plazca sea ser marginal, en todo caso es ser coherente. Cada uno encuentra, o cree encontrar, una manera de hacerse la vida bonita y feliz, algo válido si a su manera lo es (joder, que espesez matutina, mare meua).
    Total, yo estoy megacontenta porque ya tenemos bomba en el huerto para sacar el agua del puto pozo, ya ves tú...cada loco con su tema. La visa es sencilla.

    Voto por la gintoniquería.

    Mancuernas no, nena, fan molta pupa......si eso mejor te anestesias con lo que puedas.

    Kisses, darling Kitty.

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    1. Sinco, a mi forma de ver vivir la vida como te plazca no siempre es coherente. Para mi la marginalidad está en eso, justamente, en estar más allá de...
      En permanecer fuera de los rigores sociales.

      Y sí, mancuerna sí, hoy más que nunca. Acepto también puñetazos a muy mala hostia.

      Pasarlo bien estos días!!!!

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  3. uish!! "visa" no, "vida", aún no me había lavao la cara....por siertu, noies...

    http://radio3.rtve.es/recomendaciones/2012/05/love-of-lesbian-presenta-cuatro-nuevas-canciones-si-salimos-de-esta-oniria-insomnia-los-toros-de-la-.html

    aish, estoy un poco desencontrá con este nuevo disco, a ver si a la millonésima audición le pillo el gusto...

    Us estimo.

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    1. No sé si mi amor infinito por Santi, pero yo sí le he pillado el gusto, y mucho bastante.

      Os contagiaré, no puedo vivir este amor orgiástico sin vosotras. Necesitarás menos de millonésimas veces, t'ho prometo.

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  4. Mis padres también aprovecharon el balcón para ampliar la cocina, como los de la foto II.

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    1. Esa época de carpintería de aluminio para agrandar los espacios interiores, es una de las aberraciones arquitectónicas más grandes que ha sufrido BCN.

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  5. Creo que todas las personas que intentan tener una cierta independencia para disfrutar de su modo de vida tiene matices marginales. Ser automarginal no es chungo, ahora bien, que te marginen por motivo diversos puede ser muy decadente. Besos.

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    1. Eso es justo lo que yo digo.
      Soy marginal porque no me ciño al stablishment, asumo eso y me compensa. Obviamente estar inmerso en la marginalidad porque no tienes el mismo acceso a las oportunidades que el resto, es una putada. Es no elegir y si a mí me quitarán la capacidad de elección, creo que moriría

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  6. Por mi parte me jubilaria ya o antes, pero no encuentro a ningún mecenas que me financie la residencia.

    No acaba de convencer el término "marginal" para lo que comentas, para mí sería más bien ser un "liberado" del sistema, pero esta palabra se asocia con los sindicatos y tampoco valdría... mmm, "outsider" mola más pero eso de usar anglicismos está mu feo... no sé, es tan poco habitual que igual no hay ni palabra para definirlo en nuestro idioma (aún).

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    1. Lobo, ando buscando mecenas desde hace tiempo... si lo encuentro hacemos números y miramos si podemos chupar del bote unos cuantos.

      Sé que utilizar el término "marginal" aquí puede sonar extraño. Supongo que por deformación de socióloga lo he usado en sentido teórico. Estar al margen de... (o sea ser "outsider") es ser marginal. No debe entenderse como un todo, puedes ser marginal solo en ciertos aspectos.

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    2. Sí, si la palabra está perfectamente utilizada, pero suena rara.

      De acuerdo con lo del mecenas, si hay la suficiente pasta montamos una comuna "marginal", pero una comuna con cada uno a su rollo, eh?, jajaja.

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