jueves, 29 de septiembre de 2011

Con un seis y un cuatro aquí tienes tu retrato...


Después de haber ido al teatro con la Lagarta, haber cenado frugalmente y habernos endosado dos Macallan, sentí la necesidad de escribir esto.

Llevo días dándole a la cabeza de cuanto me satisface ser una másqueperra. El otro día, cenando con las otras dos del núcleo duro de este cotarro, comenté que no me gustaba mucho el nombre del blog, pero que era obvio que no era de recibo cambiarlo a estas alturas. No sé, me parece "guarrón", y lo digo yo la másqueperra sucia entre las sucias (pero tan higiénicamente limpia!). En fin, eso no quita que me guste formar parte de este colectivo de locas de la vida. Tan distintas y tan complementarias. Entre Macallan y Macallan estuvimos de acuerdo en que con solo ver el título del post ya sabemos quien va a firmarlo, nos conocemos.

No es por demerecer a ninguna de las otras másques, pero me apetece contar lo que me une (creo que inexorablemente y de por vida) a Sinco y Salamandra.

Conozco a Sinco desde hace la friolera de 24 años. Durante estos 24 años no recuerdo ni uno solo en el que nos hayamos perdido de vista. Llevamos casi un cuarto de siglo caminando por la vida la una al lado de la otra.
Como soy un poco más viejuna que este par, cumplí los 40 hace dos años. Mis hermanos y amigas organizaron una comida sorpresa y ella me regaló un libro-álbum con fotos, recuerdos, entradas... Un recorrido por nuestras vidas en común. La muy salá lo iniciaba con esta linda descripción de cómo nos conocimos:

"Era la hora del recreo, en un vetusto patio de colegio de monjas. Intentaste, sin éxito, pegarme el timo del tocomocho con una maqueta mal grabada y apestosa que habías comprado de un concierto de The Cure en el Zeleste. ¡¡¡Soberana cabrona, aquello no había quien lo escuchara!!!. Aún así, tu look enigmático y transgresor me llamaba la atención y pensé: "Es cabrona pero parece interesante esta tía". Como en aquel colegio éramos pocas las mentes despiertas, no podía desaprovechar la oportunidad de conocerte de esto hace ya 22 años, total ná"

¡¡¡Una bonita y duradera amistad que nace de un timo!!! Hasta para eso somos especiales.

Sinco es el movimiento frenético y la calma chicha; la más extrovertida y la más cortada; la más despreocupada y la más responsable; es un mar de dudas y contradicciones; es la dualidad en estado puro. Rebosa por todos sus poros alegría, sentido del humor, generosidad... y lo que más me gusta de ella: absoluta disponibilidad para todos y para todo.
Muchos de mis mejores recuerdos van unidos a ella. Los peores siempre ha intentado hacérmelos más llevaderos.
No imagino un mañana ni un futuro sin su presencia. Mi gran deseo es poder envejecer cerquita de ella para, si llega el caso, demenciarnos juntas. Si esto llega a ocurrir, que alguien contrate a una bloguera que explique nuestras hazañas en el blog "las colifatas másqueperras".

El nexo entre Salamandra y yo siempre ha sido Sinco. Ellas iban juntas al colegio desde pequeñas. El famoso colegio de monjas del que tanto habla Sinco, al que yo fui a parar en plena adolescencia y del que me echaron a los dos años de haber sido admitida. No recuerdo haber tenido ningún tipo de relación con Salamandra durante estos dos años que compartí el aula de al lado. Para mí fue prácticamente una desconocida hasta hace unos tres o cuatro años, a pesar de haber compartido algún que otro viaje, concierto o fiesta.

Después de pasar un "fin de semana de chicas" en un pequeño bungalow, descubrí que era una tipa increíble. Creo que fue la primera vez que compartimos gintonics, bueno, en realidad la primera vez que aduló un gintonic preparado por mí. Ahí me di cuenta que era todo lo contrario de mi: ella taaaan sufridora, yo taaaan despreocupada; ella taaaaan cariñosa, yo taaaan seca; ella taaaan de dejar para mañana, yo taaaan de hacerlo todo hoy... y flipé porque era como mi "yang". Había encontrado alguien que era como mi otro lado del espejo.
Nuestro gran punto de partida: Bilbao, nuestra primera incursión bilbaína. Creo que ahí nos descubrimos ambas. Y luego Murcia, y Bilbao de nuevo, y conciertos, e irnos al pueblo o a casa del cuñao...

Y anteayer entre chupito y chupito, dijimos que podíamos instaurar un día al mes para ir al teatro, y le prometí que iríamos al casino y le enseñaría mis trucos para sacar algun eurillo en la ruleta... y nos hemos incorporado la una a la otra sin necesidad de intermediarios. La Ying y la Yang. Adoro su franqueza, su carcajada, su mala leche y también su dulzura... y esa ternura con la que me trata.

¡Qué suerte haberos conocido!

Y ahora, mis queridas niñas, coged el micro y vayamos ensayando, porque for the glory of my mother que ésta un día nos la cantaremos...



PD: ¿Alguna vez os he dicho que os quiero mucho?

7 comentarios:

  1. Bonito. Me ha pasrecido un post muy bonito. Da gusto tener amigas así, eh? Me alegro por vosotras. A ver si algún día me uno a gintoniquear y resulta que nos caemos bien y todo. Besos perrunos.

    Por cierto, qué paranoia es esa de que el nombre del blog suena 'guarrón'??? Suena genial. Como somos las mujeres de hoy en día, coño.

    ResponderEliminar
  2. Joooo-deeeeeeer Kitty!!!! ¡¡¡qué pasada de entrada!!! qué bonito todo lo que dices, muchísimas gracias. Muchísimas. Aunque ya sabes que es mutuo.

    Me ha gustado lo del Ying y el Yang con Sinco haciendo de bisagra ... aunque tú sabes que no es bien bien así, porque nos parecemos en muchas cosas. De franqueza, carcajada y mala leche, creo que todas las másques vamos serviditas ¿eh?. Sin eso no seríamos amigas, ¿no crees? ...

    Gracias por demostrarme empíricamente que nunca es tarde para encontrar amigos del alma.

    PD: Y ya os digo desde ya, que el Modern love me encanta, pero cantar, la canto y la bailo en la ducha. Si quereis que salga al escenario del AKK, ME TENDREIS QUE NARCOTISAR.

    ResponderEliminar
  3. A eso lo llamo yo orgullo masqueperra entre macallan's, Kitty. La verdad es que más o menos intuía esos rasgos de tus amigas, porque esto es amistad y buen rollo, no me cabe la menor duda.

    Entre tanta sinceridad algún día quizás te cuente una anécdota cuando la publicación del "Modern love" de Bowie, por cierto, a ver quien se casca un temazo como ése, para que luego digan que el Duque Blanco era hortera en los ochenta. Recibe kisses.

    ResponderEliminar
  4. Cómo pasa el tiempo, 22, total ná, igual que el repaso por la videografía del Duque Bowie a ritmo de Modern Love que también tiene sus añitos y trae infinitos recuerdos. A este ritmo sentimentaloide y el remember de vivencias me vais a agotar con el ritmo prolífico que lleváis últimamente.

    ResponderEliminar
  5. Dear Srta. Follen:

    Yo también te amo desde lo más profundo de mi corazón...me encantaría ser una vieja chiflada junto a vosotras, porque íbamos a ser el terror de la resi organizando tours en taca-taca empastilladas como las que más.

    The Cure bien valen una amistad de las buenas y EL ANTIKARAOKE CON EL MODERN LOVE NOS LO VAMOS A CASCAR TODAS.....TO-DAS!!!!..

    NECESITO OTRA NOCHE DE EXALTACIÓN DE LA AMISTAD YAAAAAA!!!!!!

    (Quizás será mañana??).

    REKETEKISSESSSSSSSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  6. Pero qué bonito, por deu, suena como una historia de amor: fui a comprar al super y allí estaba ella... aunque eso de intentar tangar a la gente está muy feo :p

    ResponderEliminar
  7. Se nota que Sinco es toda una alma mater, carisma en estado puro.
    Cuando seais viejitas también quiero ser el vecino suministrador, seria un gustazo.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails